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Las nubes tóxicas amenazan Tianjin, donde ya se cuentan 114 muertos 

El almacén portuario que estalló el pasado miércoles y que ha dejado además al menos 70 personas desaparecidas y casi 700 heridos ha vuelto a sufrir nuevas explosiones este lunes. Hay 700 toneladas de cianuro de sodio en la zona

Soldados llevan a un superviviente en el almacén portuario de Tianjin (China)./ REUTERS

AGENCIAS

PEKÍN/MADRID.- Al menos 114 personas han muerto y 70 están desaparecidas por las explosiones ocurridas en la medianoche del 12 de agosto en la ciudad china de Tianjin, según un nuevo balance de víctimas confirmado este lunes por las autoridades locales.
Tras el hallazgo de dos nuevos cadáveres, la cifra de fallecidos ha subido este lunes a 114, si bien todavía quedan sin localizar 70 personas, en su mayoría bomberos.

Asimismo, 698 víctimas continúan ingresadas en los hospitales, 57 de ellas en estado crítico, según un portavoz del Gobierno de Tianjin, Gong Jiansheng, citado por la agencia de noticias oficial, Xinhua. No obstante, las deflagraciones causaron graves destrozos en varios kilómetros a la redonda y los equipos de rescate aún no han logrado cerrar un balance definitivo de víctimas.

Las explosiones afectaron a un almacén de productos tóxicos, lo que sumado a la destrucción general convierte cualquier trabajo en la zona en "extremadamente peligroso", como ha admitido el responsable de un grupo de expertos militares químicos, Wang Ke. La zona está completamente calcinada y los pocos restos que quedan en pie podrían venirse abajo "en cualquier momento".

De hecho, este lunes por la mañana se ha producido una nueva explosión, aunque menor, en la misma zona, acompañada de más incendios, indicó la agencia oficial Xinhua este lunes, lo que dificulta las tareas de rescate y emergencia en la terminal de contenedores. Esta sucesión de nuevas deflagraciones prolonga la tragedia cuatro días después de la catástrofe, agravada por el temor a una eventual contaminación química.

Y es que el teniente de alcalde de Tianjin (norte de China), Zhang Tingkun, confirmó hoy que aún hay unas 700 toneladas de cianuro de sodio en un área de 100.000 metros cuadrados alrededor de la zona de la terminal de contenedores donde se produjeron dos potentes explosiones el miércoles. Según Xinhua, 18.000 contenedores de la terminal resultaron dañados por las explosiones del compuesto químico, que es especialmente dañino para la salud humana. Entre ellos hay aproximadamente 1.800 cargados de productos tóxicos, aunque las autoridades no han especificado cuáles.

Por ello, las autoridades chinas ordenaron ya el sábado la evacuación de todos los residentes en un radio de 3 kilómetros del epicentro de las explosiones producidas el miércoles. La orden fue emitida después de que fuerzas militares especializadas en guerra química entraran dicho día en el lugar exacto donde se produjeron las explosiones con el objetivo de encontrar supervivientes e investigar las causas de lo ocurrido. 

El motivo para el desalojo es que el viento, que hasta ahora soplaba hacia el mar minimizando el riesgo de contaminación química entre la población, ha cambiado de dirección y ahora empuja la masa de aire potencialmente nocivo hacia el interior. Las autoridades chinas han pedido también a los residentes en los centros urbanos cercanos que usen mascarillas y se cubran el cuerpo lo máximo posible.

Los dos estallidos iniciales del miércoles, equivalentes a 24 toneladas de TNT que provocaron una enorme bola de fuego que pudo verse a varios kilómetros de distancia. El jefe del Departamento de Bomberos de Tinajin, Lei Jinde, ha dicho en una entrevista que la continuidad de las explosiones podría deberse a la primera respuesta de los bomberos al incendio desatado en el puerto industrial.

Jinde ha explicado que los agentes atendieron la emergencia en Tianjin como un incendio normal porque nadie les avisó de que había productos químicos que podrían reaccionar al agua. "No es que los bomberos sean tontos", ha subrayado. De hecho, la preocupación por los agentes químicos persiste. Aún se desconoce exactamente qué productos había almacenados, por lo que no pueden estar seguros de las consecuencias que la acción de las equipos de emergencia podrían tener sobre la seguridad y salubridad de la zona.

Un portavoz local, Gao Huaiyou, ha explicado en una rueda de prensa que se cree que el almacén contenía bisulfuro de sodio, cianuro de sodio, potasio de nitrato y nitrato de amonio, entre otros. "Creemos que aún hay bastante", ha confesado. Por ello, el Gobierno chino ha ordenado el despliegue en Tianjin de más de 200 militares expertos en armas químicas y nucleares y ha reunido a varios fabricantes de compuesto químicos "para que aporten sus conocimientos".

Un bombero, entre vehículos calcinados junto al almacén incendiado. - REUTERS

Protestas por la censura de la información

Mientras la búsqueda continúa y las investigaciones avanzan, las familias de las víctimas se agolpan en las oficinas gubernamentales de Tianjin para exigir unas explicaciones que no llegan.  El Tribunal Supremo anunció ayer una investigación para determinar posibles negligencias después de que se hayan revelado multitud de posibles violaciones de seguridad e incongruencias entre la información oficial y la publicada por otros medios.

Incluso a algunos se les ha impedido acceder a las ruedas de prensa. "Nadie nos ha dicho nada. Estamos completamente en las sombras porque no tenemos noticias de ningún tipo", ha criticado una mujer a la que las fuerzas de seguridad impidieron acceder a la última comparecencia pública de las autoridades locales.

El primer ministro de China, Li Keqiang, ha realizado una visita a la zona cero y ha ordenando una investigación completa de lo sucedido. "Debemos una respuesta a las familias de las víctimas, a la gente de Tianjin y a toda la nación", ha exigido. Sin embargo, las promesas no han convencido a unas 200 personas que se han concentrado junto al hotel donde las autoridades comparecían ante los periodistas. Exigían principalmente nuevas viviendas donde poder recomenzar su vida.

Residentes evacuados de sus casas tras las explosiones en el puerto de Tianjin protestan para que el Gobierne les indemnice por la pérdida de sus casas. REUTERS/Kim Kyung-Hoon

Residentes evacuados de sus casas tras las explosiones en el puerto de Tianjin protestan para que el Gobierne les indemnice por la pérdida de sus casas. REUTERS/Kim Kyung-Hoon

"No es una manifestación. Simplemente es nuestra única vía para llamar la atención del Gobierno. Hasta ahora no nos han reconocido en absoluto", ha dicho Li Jiao, residente en la zona, en declaraciones a la agencia Reuters. Otro manifestante, también de apellido Li, ha explicado que pidió un préstamo de 800.000 yuanes (unos 113.000 euros al cambio actual) para comprarse una vivienda que ahora ha sufrido graves daños. Ahora, su familia tiene miedo a volver por el miedo a posibles problemas de salud a largo plazo. "La mayoría de las personas que compraron estas casas son jóvenes trabajadores como yo. Para nosotros, no es poco dinero", ha lamentado.

Lo que sí se sabe ya con certeza es que el almacén químico de Ruihai Logistics incumplió en 2013 las normas de seguridad para el tratamiento de "productos peligrosos" porque sus contenedores no llegaban a los estándares mínimos. El 'China Daily' ha revelado estos días que, en una inspección rutinaria realizada hace dos años sobre más de 4.000 contenedores para el transporte marítimo en el puerto industrial de Tianjin, cinco no pasaron el examen.

Además, el almacén químico incumplía por sí mismo la legislación china, que establece que las "instalaciones peligrosas" deben estar a al menos un kilómetro de distancia de los núcleos urbanos, y en este caso hay dos complejos residenciales cerca. El gestor de Ruihai Logistics ya ha sido detenido, pero la Policía no ha revelado si se ha presentado alguna acusación en su contra o se trata de una medida preventiva para tener localizados a los directivos de la empresa china.

Este suceso, que ha dado la vuelta al mundo, ha sacudido por completo la ciudad de Tianjin, ubicada en el norte de China y conocida por ser un importante punto de salida y entrada de mercancías industriales, principal modo de vida de sus 15 millones de habitantes.

El presidente de China, Xi Jinping, que ha visitado la zona en los últimos días, ha instado a hacer una "reflexión nacional" sobre lo ocurrido y a aprender "las dolorosas lecciones" del incendio en Tianjin para evitar que vuelva a repetirse. Xi también ha prometido que las autoridades chinas harán "sus mayores esfuerzos" para "rescatar y atender a los heridos, así como para garantizar la seguridad de todas las personas en la zona". Además, ha advertido de que

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