La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, ha calificado este lunes de 'espantosa e inexplicable' la matanza de 17 civiles afganos por un militar estadounidense en la región de Kandahar, y ha prometido justicia.

'Ese acto no refleja quiénes somos', ha dicho Clinton en la ONU, donde se ha declarado 'conmocionada y entristecida' por lo ocurrido el domingo en el distrito de Panjwai, en la provincia de Kandahar, donde un militar estadounidense disparó contra varias viviendas y sus moradores, algunos de ellos niños.

La jefa de la diplomacia estadounidense, que hoy participó en el Consejo de Seguridad en un debate sobre la Primavera Árabe, ha descrito ante la prensa el incidente como 'espantoso y horroroso', al tiempo que ha subrayado el 'compromiso' del Gobierno de EEUU con llevar ante la justicia a los responsables.

'Hay abierta una investigación completa y un sospechoso está retenido. Exigiremos la plena responsabilidad de cualquiera que esté relacionado', ha explicado Clinton, al reconocer que su país ha vivido 'un par de semanas muy complicadas' en Afganistán tras este incidente y el de la quema de ejemplares del Corán.

La secretaria de Estado ha señalado que 'un incidente como éste es inexplicable y plantea muchas preguntas', aunque ha indicado que espera que 'todo el mundo entienda, dentro y fuera de Afganistán, que EEUU mantiene su compromiso de ver a Afganistán avanzar hacia un Estado próspero, democrático y seguro'.

'Así lo merece el pueblo de Afganistán', ha declarado Clinton, al subrayar que 'este terrible incidente no cambia nuestra completa dedicación para proteger al pueblo afgano', por lo que ha destacado que su Gobierno hará 'lo imposible' para construir 'un Afganistán fuerte y estable'.

'Permanecemos comprometidos con el objetivo que nos marcamos con nuestros socios: la sólida colaboración con el pueblo y el Gobierno afganos, mientras refuerzan su propia seguridad y mejoran sus instituciones democráticas', ha insistido.

Los insurgentes talibanes han prometido 'vengar' una matanza cuyo supuesto autor, de acuerdo con fuentes oficiales citadas por medios estadounidenses, es un sargento de 38 años enviado a Afganistán por primera vez en diciembre pasado aunque contaba con experiencia previa en Irak.

El militar, según fuentes militares en Afganistán, pudo haber actuado bajo los efectos de una crisis nerviosa, aunque la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) sigue investigando al respecto.

El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió disculpas el domingo al presidente afgano, Hamid Karzai, y prometió que EEUU hará todo lo posible para que se investigue a fondo lo ocurrido.