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El Congreso de Brasil expulsa a Eduardo Cunha, impulsor del
proceso contra Dilma Rousseff

La Cámara, prácticamente por unanimidad, despoja de su escaño a su antiguo presidente, acusado de corrupción, y le prohíbe ostentar cargos públicos durante ocho años.

El expresidente de la Cámara Baja de Brasil Eduardo Cunha. - EFE

PÚBLICO / AGENCIAS

BRASILIA.- La Cámara de Diputados de Brasil ha expulsado este lunes a su expresidente Eduardo Cunha. Acusado de corrupción, el que fuera el impulsor del proceso contra Dilma Rousseff, que derivó en la destitución de la mandataria, aparte de quedarse sin escaño también tiene prohibido ostentar cargos públicos durante ocho años.

La votación se ha saldado con 450 votos a favor ─eran necesarios 257─, diez en contra, nueve abstenciones y 42 ausencias. Cunha renunció al cargo en julio, del que había sido suspendido y destituido por su presunta implicación en el escándalo de corrupción de Petrobras y sus cuentas bancarias en Suiza.

El Tribunal Supremo ordenó en mayo suspender a Cunha a raíz de la 'Operación Lava Jato', ya que el ahora expresidente de la Cámara Baja ha sido señalado por varios delatores como uno de los encargados de cobrar sobornos a cambio de favores políticos. En teoría habría recibido unos 4,4 millones de euros.

Más adelante, en junio, la Comisión de Ética del Congreso la Cámara de Diputados votó a favor de su destitución en una investigación separada. Cunha mintió frente a la comisión, ante la cual negó tener cuentas bancarias en el exterior del país. Esa declaración, prestada bajo juramento, se vino abajo cuando la justicia suiza, que coopera con las autoridades brasileñas en toda la investigación de las corruptelas en Petrobras, demostró que, pese a negarlo, el expresidente del Congreso poseía cuentas cifradas en bancos helvéticos.

Tras esa comprobación y otros indicios, el Supremo ha iniciado tres causas distintas contra Cunha, hasta el año pasado uno de los dirigentes más influyentes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que pertenece Michel Temer, quien ha sucedido en la Presidencia a la destituida Rousseff. Varios de los ministros de Temer también han tenido que dimitir por el caso Petrobras.

Cunha fue quien aceptó a trámite las denuncias de irregularidades presupuestarias que finalmente le costaron el puesto a la mandataria por un supuesto "crimen de responsabilidad". Este martes, ha vuelto reiterar su "orgullo" por haber propiciado el proceso contra la expresidenta, Por aquel entonces, Cunha ya estaba siendo investigado. 

Cunha atribuye todas las acusaciones en su contra por su papel en el impeachment contra Rousseff. El expresidente de la Cámara de Diputado afirma que su expulsión ha sido "una venganza". "Me equivoqué muchas veces, soy humano, pero lo que ha llevado a mi expulsión es la política. Fui víctima de una venganza política, perpetrada en medio de un proceso electoral", ha valorado.

"Culpo al Gobierno actual", ha dicho, recalcando que "no es que haya hecho algo" para expulsarle. A su juicio, apoyar el nombramiento de Rodrigo Maia ─propuesto por el Partido de los Trabajadores de Rousseff─ como su sustituto, "se adhirió a la agenda de la expulsión".  Cunha ha asegurado además que escribirá un libro sobre el proceso contra Rousseff, incluidas varias conversaciones con el presidente Temer, recalcando que "los diálogos con todos los que participaron serán hechos públicos de forma íntegra". "No soy una persona que haga amenazas veladas. La sociedad merece saber, y mi libro les hará saber", ha manifestado, al tiempo que ha asegurado que, si bien no grabó las conversaciones, las recuerda "de memoria".

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