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La corrupción está presente en el Palacio Real de Marruecos

Los allegados del rey muestran una 'glotonería vergozosa' dice un ex embajador

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'Las principales instituciones y los procedimientos del Estado marroquí son utilizados por Palacio para coaccionar y solicitar sobornos en el sector inmobiliario. Aunque las prácticas corruptas existían durante el reinado del rey Hassan II, han adquirido un carácter más institucional con el rey Mohamed VI'.

Con esta claridad describió un empresario la manera de hacer negocios o lograr una concesión para un proyecto inmobiliario en el reino alauí. Lo hizo en una conversación con un funcionario de la embajada estadounidense, en concreto adscrito al Consulado de Casablanca. La conversación quedó registrada en los cables de la embajada y su contenido ha quedado desvelado ahora por las filtraciones de Wilileaks.

Según los documentos relativos a Marruecos, sólo tres personas en Marruecos toman las decisiones sobre grandes inversiones: Fouad Alí el Himma, íntimo amigo del monarca y líder del Partido Autenticidad y Modernidad; Mounir Majidi, secretario particular de Mohamed VI, y el propio rey.

'Hablar con cualquier otra persona es una pérdida de tiempo', advirtió a un grupo de inversiones de un país del Golfo Pérsico un alto ejecutivo de una de las empresas que pertenecen a la familia real marroquí, de acuerdo con la información publicada por El País.

'Hablar con cualquier otra persona es una pérdida de tiempo'Un ex embajador de Estados Unidos en Marruecos 'que sigue estando estrechamente conectado con Palacio' también comentó que algunos de los allegados a Mohamed VI demuestran 'una glotonería vergonzosa'. 'Ese fenómeno socava seriamente el buen gobierno que las autoridades de Marruecos se esfuerzan por promover', añadió el ex embajador estadounidense.

También el que fuera embajador español en Marruecos de 2004 a 2010, Luis Planas, admitió en 2006 la falta de transparencia que caracteriza al país y que dificulta la inversión extranjera en un amuerzo con su homólogo estadounidense Thomas Riley.

Los documentos de Wikileaks dibujan un panorama en el que los intereses comerciales del rey Mohamed VI y de algunos de sus asesores determinan cada gran proyecto inmobiliario. Empresarios que declinan asociarse con empresas relacionadas con la familia real sufren la parálisis de sus proyectos.

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