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Cortejando a Marina

La candidata verde recibe presiones de PT y PSDB. Su partido quiere apoyar a Serra y ella busca la neutralidad

N. CASTRO

No habían salido los resultados definitivos cuando los dirigentes del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) ya comenzaban a perseguir a la candidata verde, Marina Silva, para que apoye a José Serra en segunda vuelta. Silva fue la revelación de las elecciones con un 19% de los votos, muy por encima del 10% que le atribuían los sondeos.

Diez días antes de los comicios, Serra ya había contactado con líderes del Partido Verde (PV), con el que el PSDB mantiene coaliciones en los tres mayores colegios electorales del país (São Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro).

Ahora, el Partido de los Trabajadores hará lo propio, pero con más calma. Según el diario Estado de São Paulo, se encargará de las negociaciones el presidente del partido, José Eduardo Dutra, un viejo amigo de Marina. Cotejarán lo que quiere la ex ministra de Medio Ambiente, que dejó el cargo y el partido en el que había militado durante décadas por desavenencias con las posturas desarrollistas que representa Dilma Rousseff. Los petistas no creen que Silva pida un ministerio y confían en que Marina podría inclinarse por Dilma, o al menos por la neutralidad, pese a que algunos dirigentes del PV ya han dicho que apoyarán a Serra.

Silva ha anunciado que habrá asambleas y consultas para definir su posición. En círculos cercanos aseguran que a ella le gustaría formar parte de la campaña lanzando ideas y propuestas, pero sin tomar partido por ningún candidato.

La ex ministra dejó el cargo por sus desacuerdos con las posturas de Dilma

Se habla ya del fenómeno Marina. Aunque fue derrotada, la candidata verde aparece como la gran triunfadora de los comicios. No es baladí alcanzar un quinto de los votos válidos con un presupuesto modesto, pocos minutos en televisión los espacios se conceden en función de la representación en el Congreso de cada partido y una débil estructura partidaria.

La mayor parte de los analistas coincide en que ese 19,3% de sufragios tiene causas muy diversas, desde el ecologismo hasta el rechazo a Dilma y Serra, pasando por la buena imagen de Marina. Para muchos simpatizantes del lulismo, Marina habría sido la candidata ideal para el PT y habría conseguido una victoria en primera vuelta.

La pregunta es a quién robó esos votos Marina. En principio, parece que a uno y otro lado. Pero, sobre todo, habrá que ver hasta qué punto un posicionamiento claro de la ex ministra provocaría una transferencia de votos al candidato que escogiese. En 2006, la candidata del Partido Socialismo y Libertad, Heloísa Helena, no consiguió que los 6,5 millones de brasileños que la votaron en la primera vuelta siguieran su directriz de votar en blanco.

Mientras, Marina mira ya hacia 2014, para cuando espera haber construido una candidatura viable.

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