Con la decisión anunciada esta mañana por la jueza Cristina Di Censo, que ha aceptado la solicitud de juicio inmediato para Silvio Berlusconi por abuso de poder y prostitución de menores, se completa el póker de juicios al primer ministro italiano en los dos próximos meses.

Porque Il Cavaliere tiene otros tres procesos judiciales pendientes que hasta ahora estaban paralizados por el Legítimo Impedimento, una ley que permitía al premier no acudir a los juicios aduciendo problemas de agenda.

A principios de enero, el Tribunal Constitucional tumbó el escudo de Berlusconi al decidir que a partir de ahora serán los jueces los que decidan si el primer ministro está tan ocupado como para no sentarse en el banquillo. Y entonces comenzaron a anunciarse las nuevas fechas para los juicios. 

Los fiscales consideran que el conglomerado de empresas de Berlusconi, el grupo Mediaset, aumentó artificialmente los derechos de emisión de películas estadounidenses que, en realidad, había pagado a un precio muy inferior para desviar 280 millones de euros a paraísos fiscales y evadir 170 millones al fisco italiano.

Es una derivación del caso anterior. La Fiscalía sostiene que Mediatrade, una de las filiales del imperio mediático de Il cavaliere, compró los derechos de películas a un mayorista en EEUU mediante un intermediario para hinchar los precios y evadir el pago de impuestos. Está imputado por apropiación indebida y fraude fiscal.

Berlusconi está acusado de haber sobornado con 600.000 dólares (439.000 euros) al abogado británico David Mills, para que mintiera a su favor en dos juicios .

El primer ministro italiano está acusado de abuso de poder y prostitución de menores por solicitar a la policía de Milán la puesta en libertad de la joven marroquí Karima el Mahgroug, alias Ruby, argumentando que era la nieta del presidente egipcio Hosni Mubarak, con el fin de ocultar que mantuvo relaciones sexuales con ella a cambio de dinero cuando era menor de edad.