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Cuba anuncia maniobras militares tras la victoria de Trump

'Granma', el periódico oficial del Partido Comunista y del Gobierno de Cuba, publica como primera noticia el anuncio de ejercicios militares bajo el nombre 'Ejercicio Estratégico Bastión 2016'. 

Carros blindados en un desfile militar en La Habana, en 2011.- ADALBERTO ROQUE (AFP)

FERNANDO RAVSBERG

LA HABANA.- Granma, el periódico oficial del Partido Comunista y del Gobierno de Cuba, publica como primera noticia en su portada el anuncio de maniobras militares entre el 16 y el 18 de noviembre, que se desarrollarán en todo territorio nacional, con el nombre de Ejercicio Estratégico Bastión 2016.

Un comunicado oficial del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionaria asegura que estas maniobras “tienen como objetivo entrenar a los órganos de dirección y de mando de las diferentes estructuras encargadas de la defensa nacional y territorial, en la
organización del trabajo en interés de elevar la disposición del país para la defensa y la preparación de las tropas y la población para enfrentar las diferentes acciones del enemigo”.

La segunda noticia de portada en el periódico oficial es el triunfo de Donald Trump en las elecciones de los EEUU. El periódico es escueto pero explica que “logró su sorprendente victoria gracias a los votos de millones de estadounidenses, la mayoría de ellos blancos y de zonas rurales, que están descontentos con el rumbo de su país y desencantados con la figura de los políticos tradicionales de Washington”.

Aunque el periódico Granma no relaciona los dos hechos, parece un claro mensaje al recién electo presidente, similar al ocurrido tras la elección de Ronald Reagan. Sin duda, el gobierno cubano pretende que en Washington comprendan que la isla no cederá a presiones y que se prepara para el mayor nivel de confrontación si fuera necesario.

Ni las autoridades cubanas ni la prensa oficial se lanzan a atacar al presidente electo, más bien parecen estar a la expectativa de cuantas de sus promesas cumplirá

Sin embargo, ni las autoridades cubanas ni la prensa oficial se lanzan a atacar al presidente electo, más bien parecen estar a la expectativa de cuantas de sus promesas cumplirá, en particular si revertirá las acciones de Barack Obama hacia Cuba, tal y como prometió en La Florida para ganar los votos de los sectores radicales del anticastrismo, los cuales han festejado su triunfo en el restaurante Versalles de Miami.

Realmente, el punto flaco del acercamiento de Obama con Cuba es que todo lo que hizo puede ser revertido por su sucesor. Sin embargo, entre las promesas electorales y la realidad siempre hay un abismo. Vale la pena recordar que mucho antes del restablecimiento de relaciones diplomáticas, ya Donald Trump había enviado personas a La Habana para explorar las posibilidades de invertir aquí.

La gente en las calles de Cuba no están felices, muchos temen que el auge del turismo se frene y reduzca la prosperidad de los artesanos y los propietarios de hostales, restaurantes, cafeterías o bares. Desde que Obama cambió su política el turismo creció a un ritmo anual del 17% pasando de 3 millones de visitantes a 4 millones este año. Solo el
número de estadounidenses creció de 70 mil a 200 mil en 24 meses.

Otros cubanos temen la política antiinmigración de Trump se cruce con la Ley de Ajuste y terminen los privilegios que esta les otorga a los cubanos, residencia automática tras poner un pie en suelo de los EEUU y ayudas sociales especiales. El peligro es más que real teniendo en cuenta que también fue electo para el Senado el Republicano Marco Rubio, quien ya anunció que quiere modificar esa legislación.

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