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Depardieu ya está en Rusia para recoger su nuevo pasaporte

Putin concedió el jueves la nacionalidad al actor que se niega a pagar en Francia impuestos en función de sus millonarios ingresos. 

GABRIELA BACZYNSKA (REUTERS)

El actor francés Gérard Depardieu ha llegado a Rusia para recibir su nuevo pasaporte ruso, según han indicado este sábado medios locales. Fue el propio presidente ruso, Vladimir Putin, quien le concedió el jueves la ciudadanía rusa al actor que se opone al nuevo impuesto a los millonarios que planeaba el Gobierno francés que preside el socialista François Hollande. 

El portavoz de Putin, Dmitry Peskov, ha asegurado que Putin celebrará una reunión privada con Depardieu en el destino turístico de Sochi, en el mar Negro, esta misma noche. 'No se descarta que durante esta reunión se entregue un pasaporte a Depardieu', ha explicado Peskov en declaraciones a la agencia RIA. Asimismo, la cadena de radio Ejo Moskvy ha informado de que tanto Putin, exespía del KGB, como su protegido, el primer ministro Dmitry Medvedev, están pasando en Sochi las fiestas de Año Nuevo, que en Rusia terminan el 9 de enero.

Depardieu ha aparecido en muchas campañas publicitarias en Rusia, de productos como ketchup, y trabajó allí en 2011 en una película sobre el excéntrico monje ruso Grigory Rasputin. El actor, estrella de películas como Cyrano de Bergerac o Matrimonio de conveniencia también fue una de las estrellas occidentales invitadas en 2012 a la fiesta de cumpleaños de Ramzan Kadyrov, el líder checheno respaldado por el Kremlin.

Rusia tiene un impuesto fijo sobre la renta del 13%, frente al 75% a los ingresos superiores a un millón de euros que quiere aplicar el presidente francés. Y esa es la razón que llevó a Depardieu a comprar una casa en Bélgica para establecerse allí, en protesta por los planes fiscales de Hollande. La propuesta original del presidente galo fue rechazada por el Consejo Constitucional francés en diciembre, pero el socialista prometió seguir adelante con un impuesto modificado sobre los más acaudalados.

Desde el final de la Guerra Fría, Moscú ha expresado con frecuencia su apoyo a los occidentales enfrentados con sus gobiernos, una forma de responder a lo que Putin tacha de críticas hipócritas de Occidente por el tratamiento que da el Kremlin a sus propios ciudadanos. Putin, a quien la oposición rusa acusa de reprimir a sus detractores, ha hablado de buenas relaciones con Francia en el pasado.

Pero Moscú recibió un golpe en noviembre, cuando se vio obligada a suspender su intento de construir una iglesia ortodoxa con cinco cúpulas en el corazón de París, cuyo alcalde describió el proyecto como 'ostentoso'.

No ha sido posible localizar de inmediato a un portavoz de Depardieu en París para hacer comentarios.

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