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La derecha lidera en Portugal los sondeos de unas elecciones
marcadas por la economía

Passos Coelho encabeza las proyecciones de voto sobre los comicios de este domingo. En ningún caso llegaría a la mayoría absoluta. Le siguen los socialistas, que han caído en las encuestas en la última semana. El Bloco de Esquerda lograría un 8% de los votos

El presidente del Partido Social Democrático de Portugal y primer ministro, Pedro Passos Coelho. - EFE

AGENCIAS

LISBOA. - Portugal mira a las elecciones generales de este domingo. Las encuestas, que han cambiado en la última semana, pronostican una victoria del primer ministro y candidato de la derecha, Pedro Passos Coelho, que, a tenor de los sondeos, no llegaría a la mayoría absoluta. Los socialistas son los más perjudicados en las proyecciones, muy diferentes en relación a la confianza de los candidatos. El Bloco de Esquerda (BE), que lograría un 8% de los votos, aspira a convertirse en el partido clave de los comicios. 

El respaldo al actual jefe del Ejecutivo luso ha ido creciendo a medida que se acercaba la cita con las urnas. Ya cuenta con una ventaja de entre ocho y cuatro puntos en los sondeos, los mismos que hace apenas una semana apuntaban a un empate técnico con el aspirante socialista, António Costa.

En este último día de campaña todos los estudios de opinión otorgan a Passos Coelho un 37% en intención de voto ─insuficiente para revalidar la mayoría absoluta con la que cuenta ahora en el Parlamento─, mientras que su principal rival oscila entre el 29% y el 33%. Sin embargo, Costa, según una encuesta publicada por el diario Público portugués, lidera las puntuaciones sobre la valoración de los candidatos. El socialista cuenta con una nota media de 4,5, seguido de cerca de Catarina Martins, del BE, que obtiene 4,4 puntos. Passos Coelho se queda como el cuarto mejor valorado con un 3,8, mientras que su socio de coalición, el presidente del CDS-PP, Paulo Portas, sólo cuenta con una valoración de 3 puntos.

Según la encuesta, los electores portugueses confían más en Costa, exalcalde de Lisboa, para "hacer crecer la economía", "luchar contra el paro", "disminuir el gasto público" y "poner en marcha políticas sociales correctas". Para "dialogar con Europa", "negociar con los acreedores internacionales" y "hacer políticas de austeridades correctas", los votantes prefieren al actual primer ministro. El 51,7% de los encuestados aseguran que prefieren un gobierno con mayoría absoluta, frente a un 38,4% que optan por un gobierno de coalición.

"No estoy nada ansioso, siempre creí que podíamos ganar", afirmó el todavía primer ministro en declaraciones publicadas por el semanario luso Expresso, en las que se mostró confiado en reeditar su victoria en las urnas de 2011. "Creo que las personas respetaron la forma de ejercer de primer ministro", defendió Passos Coelho, de 51 años, quien encabeza la alianza entre los socialdemócratas (PSD, centro derecha) y los democristianos del CDS-PP (el grupo más a la derecha del arco parlamentario).

Desde el Partido Socialista, Costa, de 54, restó importancia a las encuestas e insistió en que el domingo es la oportunidad de que los portugueses "ajusten cuentas" con el Ejecutivo conservador después de cuatro años de severa austeridad. "Yo creo que los sondeos son un indicador y la mayoría están dando una victoria clara, que en principio puede confirmase. Aunque también depende de los indecisos, que pueden marcar la diferencia", dijo a la agencia Efe António Santo, de 38 años, uno más de los más de nueve millones de portugueses llamados a votar.

Los duros recortes aplicados durante los últimos cuatro años ─muchas de ellos todavía en vigor─ y la recuperación económica del país monopolizaron una campaña electoral que dejó de lado los escándalos de corrupción registrados en el tramo final de legislatura, con el ex primer ministro socialista José Sócrates y el Grupo Espírito Santo como grandes protagonistas.

Temas sociales como la llegada de refugiados, el aborto, la lucha contra la violencia de género o los derechos de los homosexuales apenas suscitaron atención de ninguno de los dos principales candidatos, cuyo discurso se centró sobre todo en cuestiones de índole económica relacionadas sobre todo con el rescate financiero solicitado por Portugal en 2011.

Passos Coelho y Costa se han comprometido a cumplir con los compromisos adquiridos con los organismos internacionales en materia de reducción de déficit público, lo que en la práctica implica continuar con la consolidación presupuestaria. Sin embargo, mientras que el líder conservador aboga por dejar al consumo privado aumentar sin estímulos públicos y por retirar algunos ajustes en función de la evolución económica de Portugal, el aspirante socialista propone acelerar la supresión de los recortes y que el Gobierno apruebe medidas en apoyo del crecimiento.

Después de tres ejercicios consecutivos en recesión (2011, 2012 y 2013), el PIB luso mejoró un 0,9% en 2014 y cerrará 2015 con una subida próxima al 1,5%, lo que sumado al descenso de la tasa de paro reforzó las opciones de la coalición en el Gobierno. "Yo creo que la crisis va a continuar, esto no va a mejorar. Todos prometen, pero al final es todo para ellos", contrapone en declaraciones a Efe María Salomé Valério, una anciana lisboeta escéptica ante los logros económicos del país.

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