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Detienen al segundo sospechoso por el envío de cartas con ricino a Obama

Everett Dutschke es arrestado en su localidad natal, Tupelo, en el Estado de  Mississippi. Se trata la segunda detención por la misma causa en los últimos días

EP / REUTERS

Los agentes federales han detenido esta madrugada a Everett Dutschke, uno de los individuos investigados por el envío de cartas con ricino– una sustancia tóxica y en incluso en pequeñas dosis es letal– al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y a otros dos cargos públicos. Se trata del segundo arresto por la misma causa en los últimos días.

Dutschke, de 41 años y monitor de artes marciales, ha sido arrestado tras un registro de su casa y del local donde estaba su último negocio. El sospechoso ha sido detenido sin incidentes en su domicilio de la localidad de Tupelo, en el estado de Mississippi, en el sur del país, ha explicado el jefe de la Policía de la localidad, Tony Carleton, en declaraciones a Reuters.

Pese a su detención por el momento se desconoce si se le van a imputar cargos penales por los envíos de veneno en sendas cartas dirigidas a Obama, y al senador republicano Roger Wicker.

Agentes de la Oficina Federal de Investigación (FBI), de la Policía del Capitolio y de la unidad antiterrorista de la sección de Mississippi de la Guardia Nacional registraron entre el martes y el miércoles su casa y el antiguo gimnasio en el que enseñaba artes marciales.

El viernes por la tarde la casa estaba siendo vigilada y ya durante la madrugada, en torno a la 1.00 horas (8.00 hora peninsular española) finalmente irrumpieron en el domicilio para detenerle.

En el marco de la investigación ya se había imputado a otro hombre de Mississippi, Paul Kevin Curtis, imitador de Elvis Presley, encarcelado y posteriormente puesto en libertad después de que no se hallaran pruebas en su casa de la ciudad de Corinth.

El ricino es una potente toxina que si es ingerida causa hemorragia intestinal, diarrea, vómitos, deshidratación e hipotensión. También puede ser convertida en aerosol para incrementar su efectividad. Tras una agonía de diez días, puede llegar a causar la muerte y no se conoce antídoto.

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