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EEUU Trump propone recortar 3,6 billones de Sanidad y ayudas sociales mientras aumenta el gasto en Defensa

El principal objetivo del tijeretazo del Presupuesto del presidente es reducir en una década el abultado déficit de EEUU

Trump, durante su visita a Jerusalén este miércoles. REUTERS/Jonathan Ernst

EFE

La primera propuesta presupuestaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, incluye unos draconianos recortes de 3,6 billones de dólares en diez años a programas de asistencia social y cobertura médica para los ciudadanos de menores recursos, con los que prevé eliminar el déficit en un década. La propuesta es más una declaración de prioridades políticas que un documento económico ya que debe aprobarlo el Congreso, que recibió hoy el documento.

Entre los principales afectados por el plan de Trump se encuentra el programa Medicaid, que ofrece cobertura sanitaria a los ciudadanos de menores ingresos, y que verá reducidos sus fondos en 610.000 millones de dólares.

El plan para el año fiscal 2018, titulado Unos nuevos cimientos para la grandeza de EEUU y que promete eliminar el déficit presupuestario que se prevé cierre 2017 en el 3,1% del PIB a lo largo de una década, promete no obstante aumentos de gasto en las partidas de Defensa y Seguridad Fronteriza.

"Ya no vamos a medir la compasión por el número de programas de asistencia social y el volumen gastado en esos programas. Necesitamos a todo el mundo empujando en la misma dirección", afirmó Mick Mulvaney, director de la Oficina de Gestión de Presupuesto de la Casa Blanca, en una conferencia de presentación del documento.

Mulvaney insistió en que, a través de la agenda de recorte de impuestos, desregulación y reducción del peso del Gobierno federal se logrará alcanzar un crecimiento medio sostenible a lo largo de la próxima década del 3% anual, algo no visto desde 2005. "La fea verdad es esta: jamás se podrá equilibrar el presupuesto con el crecimiento actual del 1,9%. Eso no va a pasar", agregó Mulvaney.

Asimismo, el presupuesto propuesto reducirá en casi 200.000 millones de dólares la financiación del programa de alimentos para familias de bajos recursos conocido como SNAP, del que se beneficiaron 44 millones de personas en 2016, y otorgaría más competencia a los estados para que definan las exigencias de un mínimo de horas trabajadas o la búsqueda de empleo activo de sus beneficiarios.

Trump ha criticado la desmesurada subida de programas sociales impulsados por su predecesor, Barack Obama, durante la crisis financiera de 2008 y 2009, puesto que, a su juicio, no incentiva la vuelta al mercado laboral de muchos beneficiados y contribuye al desequilibrio de las cuentas públicas.

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