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EEUU y Turquía ven ya a Siria en un "punto sin retorno"

La represión se cobra 34 muertos en los últimos días

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

La represión de las Fuerzas de Seguridad sirias se ha cobrado la vida de al menos seis personas en el centro y el sur del país, de manera que el número de muertos en los últimos dos días se eleva a 34, incluidos varios niños, según los datos facilitados por grupos de activistas y opositores.

Un nuevo indicio de que la crisis va a peor lo dio la Embajada de Estados Unidos en Damasco, que ha instado a sus conciudadanos a abandonar Siria tan pronto como les sea posible, 'mientras se pueden usar los medios de transporte comerciales'. Este aviso da a entender que Washington cree que va a llegar un momento en que no será posible irse por los medios habituales.

El embajador Robert Ford se encuentra en Estados Unidos y no tiene intención de regresar a Damasco de momento, otro indicio de que la situación en Siria se puede deteriorar significativamente en el futuro cercano. Durante meses Ford ha alentado las protestas contra el régimen de Bashar al Asad visitando de tanto en tanto los focos de la rebelión.

Pero aún hay más señales preocupantes, como la que ha dado el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, quien ha manifestado que en el próximo Consejo de Europa propondrá la apertura de un 'corredor humanitario' en Siria.

EEUU insta a sus conciudadanos a abandonar Siria lo antes posible

Un comité de la Asamblea General de la ONU condenó en la noche del martes la violación de los derechos humanos por parte de Damasco, y pidió la aplicación del plan de paz de la Liga Árabe 'sin mayor demora'.

Por su parte, el presidente turco, Abdulá Gul, advirtió de que el conflicto amenaza a toda la región. 'La violencia alimenta la violencia y ahora, desafortunadamente, Siria ha alcanzado un punto sin retorno', afirmó. Ankara ha adoptado una actitud muy agresiva con su antiguo aliado Al Asad y no pasa un día sin que los dirigentes turcos arremetan contra el presidente sirio.

El martes, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, tachó a Al Asad de 'cobarde', lo comparó con Hitler y Mussolini, y volvió a exigirle que dimita.

Las protestas han adquirido un marcado tinte sectario. Al Asad es un alauí cuya familia procede de una pequeña localidad de las montañas cercanas a Lataquia, donde los alauíes han buscado refugio durante siglos de los excesos de la comunidad suní. Los alauíes son de confesión chií y la mayoría suní ha abusado frecuentemente de ellos en los últimos siglos.

La Liga Árabe detallará mañana sus sanciones contra Damasco

El líder iraquí chií Muqtada al Sadr ha recalcado este aspecto cuando ha reprochado a la Liga Árabe su belicosa actitud contra Siria. El organismo ha dado recientemente claras muestras de división. Los países con grandes bolsas de población chií han votado, en las últimas semanas, de manera distinta a los países suníes en las resoluciones sobre el conflicto sirio.

Al igual que Irán, Al Sadr ha subrayado que Al Asad se opone a la dominación de Estados Unidos e Israel en la región, dando a entender que esta podría ser una de las razones por las que se apoya desde Occidente a los opositores sirios.

Está previsto que mañana se reúnan los ministros de Exteriores árabes para detallar las sanciones que la semana pasada anunciaron contra Damasco. Unos castigos que, se espera, sean sólo de índole económica en un primer estadio pero que podrían adoptar también un carácter político más adelante.

Todos los frentes políticos que se han abierto en los últimos meses, en Occidente y en la región, están levantando un cerco cada vez más estrecho contra el régimen de Al Asad. Pese a ello, el presidente sirio sigue aferrado al poder, prosigue con la represión y cuenta con que sus aliados más fieles, Irán, Rusia y en menor medida China, se mantengan a su lado.

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