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Los egipcios ocupan Tahrir para plantar cara a la tutela del Ejército

Los Hermanos Musulmanes encabezan la protesta en la que millares de manifestantes exigen a los militares la entrega del poder a un Gobierno civil

RICARD GONZÁLEZ

La Plaza Tahrir volvió a recuperar ayer el furor revolucionario que había perdido en las últimas convocatorias de las ya tradicionales manifestaciones de los viernes. Al igual que sucediera unos nueve meses atrás, decenas de miles de personas llenaron la simbólica plaza para pedir al Ejército que entregue el poder a un Gobierno civil, y renuncie definitivamente a tutelar la vida política del país.

Sin embargo, la atmósfera que se respiraba ayer en el centro de El Cairo era bastante diferente a la del pasado mes de febrero. Y no sólo porque el mariscal Mohammed Tantawi, presidente de la Junta militar, haya sustituido a Hosni Mubarak como blanco de la ira popular, sino más bien por el perfil ideológico de los manifestantes. Mientras la Revolución fue liderada por los jóvenes activistas laicos, ayer Tahrir reflejaba una clara mayoría islamista.

La Junta quiere designar a 80 de los '100 padres' de la Carta Magna

En toda una demostración de fuerza a sólo diez días de las primeras elecciones libres, los Hermanos Musulmanes, el principal partido islamista de Egipto, así como diversos movimientos salafistas, trasladaron en autocares hasta la capital egipcia a miles de personas procedentes de varias partes del país. Una de ellas era Mohamed Mukhtar, un estudiante de ingeniería de Tanta, una ciudad situada a unos cien kilómetros al norte de El Cairo. 'La Junta militar debe abandonar el poder. Es inaceptable que quieran imponer su voluntad a la del pueblo a través del documento Selmy', declaró Mukhtar a Público en un perfecto inglés.

El joven estudiante se refería al borrador presentado hace un par de semanas por el viceprimer ministro, Aly al Selmy, que recoge los llamados 'principios supraconstitucionales', una serie de criterios que, según el Ejército, la futura Constitución no podría violar. De aprobarse el documento, el estamento militar gozaría de unos poderes extraordinarios, situándolo en algunos aspectos por encima del Parlamento.

Por ejemplo, el Artículo 9 establece que el presupuesto del Ejército será secreto, y reserva a un comité militar la iniciativa legislativa en todos los asuntos relativos a las Fuerzas Armadas. Además, en un anexo se asigna al Consejo Superior de las Fuerzas Armadas la capacidad de nombrar a la mayoría de los miembros del comité que deberá redactar la futura Carta Magna. En concreto, la junta seleccionará a dedo a 80 de los 100 miembros entre representantes de la sociedad civil, como líderes sindicales, religiosos e intelectuales. Al nuevo Parlamento sólo le correspondería elegir a los 20 miembros restantes.

El mariscal Tantawi sucede a Mubarak como blanco de la ira popular

Convencidos de que obtendrán una gran victoria en las próximas elecciones legislativas, los islamistas rechazan la posibilidad de quedar relegados en un segundo plano en la redacción de la nueva Constitución.

De ahí que, por primera vez desde la pasada primavera, los líderes de los Hermanos Musulmanes optaran por ocupar las calles como herramienta de presión a la Junta militar.

Si bien algunos partidos laicos se sumaron ayer a la convocatoria, otros como el liberal Wafd o los nasseristas del Karama se descolgaron de la jornada reivindicativa ante el temor de que fuera capitalizada por los islamistas. En su posición subyace el recelo a que una mayoría islamista pueda imponer una Constitución de tintes teocráticos. Precisamente, esta división entre laicos e islamistas ha sido explotada por parte del Ejército durante los últimos meses para evitar que se constituya un frente opositor único.

Los islamistas están seguros de lograr una gran victoria electoral

Sin embargo, algunos candidatos se esfuerzan en desactivar las tensiones entre ambas tendencias. 'Yo no tengo ningún problema con los islamistas. Ellos están compitiendo de forma legal. Nuestros verdaderos adversarios son los exmiembros del partido único, que continúan con su práctica habitual de comprar votos', sostiene Amr Hamzawy, candidato en un acaudalado barrio cairota, y valor al alza dentro de los sectores liberales.

Tras la exitosa movilización de ayer, los líderes políticos confiaban en poder forzar a los militares a introducir enmiendas sustantivas en el documento Selmy, o bien descafeinarlo a base de convertirlo en un texto no vinculante. Otra de las demandas de la oposición consiste en la consecución del traspaso de poderes a un Gobierno civil antes del mes de mayo del año próximo.

Según el calendario de los militares, no se formará Gobierno hasta entrado 2013

Según el calendario actual de la Junta , no se formaría un Ejecutivo representativo hasta entrado el año 2013, después de las elecciones presidenciales, ya que tras las elecciones legislativas, en teoría, el Gobierno continuará respondiendo ante el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas.

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