Público
Público

Egipto adelanta las elecciones presidenciales sin dejar atrás la represión contra los islamistas

Continúa la expectación ante la posibilidad de que se presente como candidato el actual jefe del Ejército y responsable del golpe contra los Hermanos Musulmanes, el general Abdel Fatah al Sisi

 

BELÉN DELGADO (EFE)

El presidente interino de Egipto, Adli Mansur, ha anunciado este lunes que las elecciones presidenciales se celebrarán antes que las legislativas, al contrario que previsto, sin que el país deje atrás la violencia que el sábado causó 49 muertos en el aniversario de la revolución.

El presidente ofreció un discurso televisado en el que dio a conocer su decisión, que modifica la declaración constitucional emitida tras el golpe militar que depuso en julio pasado al islamista Mohamed Mursi y mediante la cual se desarrollarían las parlamentarias en primer lugar y después las presidenciales. Señaló que ha dado instrucciones a la Comisión Electoral Suprema para iniciar los preparativos y abrir la inscripción de los candidatos a los comicios.

Aunque no precisó las fechas concretas del calendario electoral, un decreto presidencial difundido este lunes estipula que esa comisión deberá preparar las presidenciales entre 30 y 90 días después del pasado 18 de enero, cuando entró en vigor la nueva Constitución, aprobada en referéndum. Partiendo de esos cálculos, los primeros comicios podrían celebrarse entre los próximos meses de febrero y abril.

Mientras, continúa la expectación ante la posibilidad de que a las presidenciales se presente el actual jefe del Ejército egipcio, el general Abdel Fatah al Sisi. La televisión egipcia ha difundido unas imágenes en las que el también ministro de Defensa, considerado el 'hombre fuerte' del país, aparecía dando el pésame a los familiares de los cinco militares fallecidos la víspera al caerse el helicóptero en el que se desplazaban en el norte de la convulsa península del Sinaí.

El Gobierno anuncia que tomará más 'medidas de seguridad excepcionales'

Tras ese suceso, reivindicado como un ataque por parte del grupo extremista Ansar Beit al Maqdis (seguidores de la casa de Jerusalén), al menos tres soldados murieron hoy y otros once resultaron heridos por un ataque armado contra el autobús militar en el que viajaban en el Sinaí.

También fallecieron cuatro supuestos extremistas mientras manipulaban una bomba que estalló en la zona de Sheij Zawed, junto a la franja de Gaza, donde el Ejército abatió a un terrorista, detuvo a otros nueve y destruyó túneles en una operación. Ante el aumento de los actos terroristas, el mandatario interino advirtió en su alocución de que tomará 'medidas excepcionales y extraordinarias' para restaurar la seguridad si la situación lo requiere.

Sin dar más detalles sobre esas posibles acciones, Mansur explicó que ha ordenado que se habiliten juzgados adicionales para acelerar los procesos a los inculpados por terrorismo. También ha pedido a la Fiscalía que revise los casos de los miles de detenidos en los últimos meses, en especial de los estudiantes arrestados en las universidades, para que sean liberados quienes no hayan participado en actos criminales.

'La Historia ha demostrado que Egipto ya derrotó al terrorismo en la década de los noventa del siglo pasado, y ahora volveremos a batallarlo sin misericordia ni compasión', dijo. Mansur reiteró que utilizarán todos los medios para combatir el terrorismo, en alusión indirecta a los Hermanos Musulmanes, declarados en diciembre como 'grupo terrorista' por el Gobierno.

Las autoridades egipcias mantienen la presión contra los islamistas y el domingo reprimieron duramente sus protestas y las de los activistas revolucionarios en distintas partes del país. Partidarios y detractores de los Hermanos volvieron a enfrentarse en las calles, al tiempo que hubo agresiones contra periodistas egipcios y extranjeros. El nuevo brote de violencia se cobró la vida de al menos 49 personas y causó heridas a otras 247, según las últimas cifras oficiales, empañando así el tercer aniversario del estallido de la revuelta que llevó a la caída de Hosni Mubarak (1981-2011).

La céntrica plaza Tahrir de El Cairo se mantuvo hoy blindada por alambradas, vehículos militares y efectivos de las fuerzas del orden, que ayer solo facilitaron el acceso a los simpatizantes del Ejército. La multitud congregada llenó el lugar de banderas egipcias y retratos de Al Sisi, una imagen que contrasta con la profunda polarización política y división social que vive el país.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Internacional