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El Ejército egipcio dice que entregará el poder

Los militares prometen respetar la democracia y la paz con Israel

P. MILLERSHIP / Y. SALEH

Los nuevos gobernantes militares de Egipto proclamaron a la nación que están comprometidos a respetar el poder civil y la democracia, tras el derrocamiento de Hosni Mubarak, y dijeron que respetarán todos los tratados internacionales, con la intención de tranquilizar a EEUU e Israel.

Algunos de los manifestantes en la plaza Tahrir (Liberación) de El Cairo, el epicentro del seísmo de protestas populares que derribaron a Mubarak, han prometido permanecer allí hasta que el Consejo Supremo del Ejército acepte su agenda de reformas democráticas. Si los militares no acceden a las 'demandas del pueblo', los organizadores de la protesta dijeron que llamarán a nuevas manifestaciones.

El nuevo régimen provisional 'respetará todos sus tratados y obligaciones regionales e internacionales' anunció por televisión un alto mando del Ejército, en un mensaje claramente pensado para aliviar las inquietudes de Israel, que rubricó en 1979 un tratado de paz con Egipto, la primera nación árabe en hacer las paces con el Estado judío.

En otra iniciativa para restaurar el orden, el Ejército afirmó que 'garantizará una transición pacífica del poder en el marco de un sistema libre y democrático que permita a un poder civil, surgido de unas elecciones, gobernar el país para construir un Estado democrático'.

Inmediatamente después de esa proclama, la islamista Hermandad Musulmana declaró que no pretende alcanzar el poder y alabó los planes del Ejército de transferir el poder a los civiles.

Las multitudes seguían celebrando en la plaza Tahrir, mientras los dirigentes de las protestas instaban a los militares a disolver el Parlamento y levantar el estado de emergencia que Mubarak empleó durante 30 años para reprimir toda oposición. 'El Ejército está con nosotros, pero debe asumir nuestras exigencias', decía el farmacéutico Ghada Elmasalmi. 'Las revoluciones a medias matan a las naciones'.

El consejo militar ha dado pocos detalles sobre la 'etapa de transición' y no ha precisado calendario de elecciones presidenciales o parlamentarias. Pero la nueva Administración, deseosa de disociarse de la vieja guardia de Mubarak, dijo estar investigando acusaciones presentadas contra el primer ministro y los ministro de Interior y de Información de Mubarak, quienes tienen además prohibido salir del país.

Según la televisión Al Arabiya, el Ejército pronto destituirá al Ejecutivo y disolverá el Parlamento. Después, el presidente del Tribunal Constitucional se sumaría a la dirección de la nación junto al Consejo Militar.

La mejor disuasión frente a cualquier intento de los militares de perpetuarse en el poder podría ser el poder de la calle y la energía de los manifestantes. Algunos permanecían acampados en la plaza por temor a ser detenidos si regresan a sus casas. Los dirigentes de la protesta estaban formando un Consejo de Síndicos para defender la revolución y negociar con el comité militar en el poder.

 

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