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Elecciones en Francia Francia deja manos libres a Macron para que aplique sus reformas neoliberales

El presidente francés consigue una holgada mayoría absoluta y podrá aplicar su programa sin apenas oposición, aunque la alta abstención pone en el punto de mira su holgada victoria en la segunda vuelta de las legislativas.

El presidente francés, Emmanuel Macron, asiste a una ceremonia que conmemora el 77 aniversario de la llamada de resistencia del general francés Charles de Gaulle, en París, este domingo. REUTERS / Bertrand Guay

enric bonet

Una holgada mayoría absoluta, pero lastrada por los altos niveles de abstención. El presidente francés Emmanuel Macron podrá aplicar su programa neoliberal sin apenas oposición parlamentaria.

Su movimiento político, La République en marche (La República en marcha, LREM), ha conseguido entre 350 diputados en la segunda vuelta de las elecciones legislativas, celebradas este domingo. Creada en abril del año pasada, esta formación ha superado con claridad los 289 escaños necesarios para alcanzar la mayoría absoluta.

Una contundente victoria electoral que se ha visto cuestionada por una participación inferior al 44%, la más baja de los últimos sesenta años en unas legislativas francesas. “La abstención nunca es una buena noticia y el gobierno la interpreta como la necesidad imperiosa de tener éxito en su tarea”, ha asegurado el primer ministro Édouard Philippe durante su valoración de las estimaciones de los resultados, publicadas a las ocho de la tarde.

Una nueva reforma laboral o una ley antiterrorista, entre las reformas de Macron

El principal responsable del ejecutivo ha recordado, asimismo, que esta noche “empieza el tiempo de la acción”. Es decir, el momento de sacar adelante las primeras medidas neoliberales del gobierno de Macron, como una nueva reforma laboral o una ley antiterrorista, que introducirá en el derecho común algunas de las competencias excepcionales en materia de seguridad del estado de emergencia, en vigor en Francia desde noviembre de 2015.

Macron dispondrá de plenos poderes para llevar a cabo su proyecto al confrontarse con una oposición parlamentaria minoritaria y fuertemente dividida. La primera fuerza de oposición será el partido Los Republicanos (derecha), que dispondrá de 136 escaños. Además de tener un grupo más reducido que los 226 diputados de la pasada legislatura, la derecha republicana se encuentra dividida sobre la necesidad de apoyar o no al gobierno de Philippe, que hasta principios de mayo militó en esta formación.

Al haber compuesto un gobierno con tres ministros socialistas y tres antiguos miembros de la derecha republicana, Macron ha ocupado el espacio central de estas dos formaciones. Así cuestiona la utilidad de las dos fuerzas del decadente bipartidismo francés.

La dimisión del líder socialista

El Partido Socialista (PS) ha conseguido 46 diputados, lo que representa el peor resultado de esta formación en la historia de la Quinta República. “La izquierda debe cambiar en todos los aspectos y abrir un nuevo ciclo en el que repensar su acción en beneficio de la eficacia que exigen los ciudadanos”, ha declarado esta noche el secretario general del PS, Jean-Christophe Cambadélis, antes de presentar su dimisión.

Con ocho diputados, el partido de Marine Le Pen no alcanza los 15 escaños necesarios para conformar un grupo parlamentario

El único consuelo de los dirigentes socialistas es haber evitado el sorpasso de la emergente Francia Insumisa (26 escaños) del izquierdista Jean-Luc Mélenchon y haber quedado claramente por delante del ultranacionalista Frente Nacional. Con ocho diputados, el partido de Marine Le Pen no alcanza los 15 escaños necesarios para conformar un grupo parlamentario.

“Delante el mastodonte del sistema —el movimiento de Macron—, somos la única fuerza de resistencia”, ha declarado Le Pen, elegida como diputada en el norte de Francia. De hecho, la extrema derecha se disputará con la Francia Insumisa la oposición contestataria a la “gran coalición” (de centro-derecha y centro-izquierda) que representa el gobierno de Macron.

Mélenchon se consolida como la oposición de izquierdas

Tras haber conseguido 26  escaños, la Francia Insumisa de Mélenchon podrá conformar un grupo parlamentario. Creado en febrero del año pasado, este movimiento de izquierdas y ecologista aspira a liderar la oposición progresista al proyecto neoliberal de Macron.

Mélenchon: "Veo en la abstención una energía disponible que debemos llevar al combate"

“Veo en la abstención una energía disponible que debemos llevar al combate. (…) Esta fuerza tiene que pasar a la ofensiva. Para ello, el pueblo ha permitido que la Francia Insumisa disponga de un grupo coherente y disciplinado”, ha afirmado Mélenchon desde su sede en Marsella, donde ha sido elegido como diputado.

“La gran ventaja de la Francia Insumisa es que sus electores no tienen ninguna duda de cuál será la posición de este grupo en la Asamblea Nacional”, reconoce el politólogo Fabien Escalona, especialista en la socialdemocracia francesa. A diferencia del grupo socialista, cuyos diputados divergen sobre la necesidad de apoyar al gobierno de Macron, los candidatos insumisos han firmado un reglamento interno con el que se comprometen a respetar la disciplina de voto.

Para marcar distancias con el socialismo y consolidar su movimiento, la izquierda mélenchonistas rechazó aliarse con el ala izquierda del PS, los verdes y los comunistas franceses, que apoyaron a Mélenchon en las presidenciales. Una división que ha perjudicado las optimistas perspectivas electorales de un movimiento que consiguió más del 19% de los votos en las presidenciales.

“Después de las elecciones presidenciales (y legislativas), ¿qué debemos hacer? Todavía ahora estoy reflexionando sobre ello”, reconoció Mélenchon en una entrevista publicada a principios de junio en el semanario Society. Para el líder de la izquierda radical, su formación afronta ahora el reto de “hacer emerger una sociedad alternativa”, un frente popular compuesto “por las otras fuerzas sociales, políticas y del mundo de la cultura”.

Para ello, la Francia Insumisa de Mélenchon, cuyo canal de Youtube tiene más de 369 mil abonados, “debería crear un medio audiovisual de masas altermundialista y multiplicar las redes de solidaridad locales entre los militantes insumisos”, aconseja el politólogo Thomas Guénolé, autor de La mondialisation malheureuse.

El nuevo líder de la oposición de izquierdas en Francia, Jean-Luc Mélenchon, en una imagen de archivo. EFE

El nuevo líder de la oposición de izquierdas en Francia, Jean-Luc Mélenchon, en una imagen de archivo. EFE

La movilización incipiente de los sindicatos 

Los diputados recién elegidos ocuparán sus escaños a partir de esta próxima semana y afrontarán en julio las primeras votaciones transcendentales. A principios del mes que viene, tendrá lugar el voto de confianza al gobierno de Philippe. La nueva Asamblea Nacional también votará a finales de julio si concede plenos poderes al presidente centrista para que lleve a cabo su reforma laboral.

La aprobación de esta medida está prevista para el 20 de septiembre, sin haberla sometido a debate parlamentario y habiéndola negociado con los sindicatos durante este verano. “Las discusiones entre los líderes sindicales y el gobierno de Macron no cambiarán la naturaleza del proyecto”, lamenta Romain Altmann, el secretario general de la federación del sector de la comunicación de la CGT, el primer sindicato de Francia en número de afiliados.

La reforma laboral de Macron favorecerá las negociaciones en las empresas en perjuicio de los convenios colectivos

Aunque el gobierno de Macron no ha informado sobre el contenido de su reforma laboral, las filtraciones en la prensa francesa reflejan su carácter neoliberal. Siguiendo el ejemplo de la reforma laboral aprobada el año pasado por el ejecutivo socialista, este proyecto favorecerá las negociaciones en las empresas en perjuicio de los convenios colectivos; lo que permitirá que los empresarios puedan acordar con los representantes sindicales de cada empresa el tiempo de trabajo o las condiciones de despido.

“No entiendo porque los dirigentes de la CGT no piden a los trabajadores que se movilicen en contra de la reforma laboral”, reconoce Altmann. Junto a otras secciones sindicales y antiguos miembros del movimiento de indignados Nuit Debout, su federación sindical forma parte de un incipiente movimiento autodenominado como Frente Social.

Tras haber organizado a principios de mayo las primeras manifestaciones en contra del programa de Macron, justo un día después de su elección, este colectivo se movilizará este lunes en una veintena de localidades. En París, ha organizado una concentración delante de la Asamblea Nacional. “Queremos exigir a los nuevos diputados que no den plenos poderes al presidente Macron para que apruebe sur reforma laboral”, asegura Altmann.

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