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La empresa del 'Concordia' llevará al capitán del crucero a los tribunales

La naviera cambia de estrategia tras haber ofrecido asesoramiento jurídico a Schettino dos días antes

DANIEL DEL PINO

Pierluigi Foschi, entre lágrimas, se mantenía el lunes al lado del capitán del Costa Concordia, Francesco Schettino. El administrador delegado de Costa Crociere, en la primera rueda de prensa después del naufragio del crucero de lujo frente a la isla de Giglio, aseguró que la empresa 'asesoraría legalmente' al capitán pese al hecho irrefutable de que el accidente fue culpa suya. Ayer, la naviera cambió de opinión y, después de suspender a Schettino, se personará como parte afectada en la Fiscalía de Grosseto, que investiga los hechos.

El abogado Marco de Luca no explicó la nueva estrategia de la compañía, pero la presión mediática va en aumento día tras día, así que es posible que se trate de una operación rápida de lavado de imagen.

La compañía calcula que el naufragio le costará unos 75 millones de euros

Se sabe que Schettino estuvo hablando por teléfono en varias ocasiones con el jefe de la unidad de crisis de Costa Crociere, Roberto Ferranini, justo después del golpe contra los escollos, y algunas voces se preguntaron esta semana si pudo haber influido en las decisiones que tomó.

Además de deshacerse del capitán, la naviera informó a última hora del miércoles que había empezado a ponerse en contacto con todos los pasajeros para 'interesarse sobre su vuelta a casa y su estado de salud' y que ya está 'entablando diálogo con los propios clientes y las asociaciones de consumidores para determinar las indemnizaciones'. Carnival, la propietaria de la naviera, calculó que el naufragio le costará en torno a los 75 millones de euros.

El Gobierno italiano prohibirá a los cruceros acercarse a las zonas sensibles

La investigación siguió su curso ayer y la Policía consiguió acceder hasta el compartimento personal del capitán y la cabina de mando, donde recogieron todos los aparatos electrónicos para su análisis. Los investigadores localizaron también el punto exacto del impacto y comprobaron que el timón estaba completamente girado a la derecha, lo que sugiere que el Costa Concordia llevaba una velocidad excesiva y que Schettino habría tratado de corregir el rumbo para evitar el golpe.

Las tareas de rescate se retomaron después del parón por mal tiempo del día anterior. A primera hora, varias unidades del Ejército colocaron cargas explosivas en la parte del casco sumergida para abrir nuevas vías y facilitar y acelerar el trabajo de los buzos.

La esperanza de encontrar a alguien con vida a casi una semana de la tragedia ya no existe, pero aún hay 21 desa-parecidos. El objetivo es acelerar la recuperación de los restos para poder dar paso a la extracción de las 2.380 toneladas de combustible y 50 de aceites que hay en los depósitos del Costa Concordia.

El Gobierno decretará hoy el estado de emergencia en toda la zona y además aprobará en el Consejo de Ministros una normativa que prohibirá el paso de este tipo de embarcaciones en las zonas más sensibles. Esto no afectará sólo a islas como la de Giglio, sino que puede poner punto y final al tránsito de cruceros por Venecia.

Según explicó el ministro de Medio Ambiente, Corrado Clini, falta por concretar cómo 'los organismos competentes y las capitanías de puerto regularán las rutas' que se tomarán a partir de ahora.

Clini volvió a hacer hincapié en la necesidad de comenzar el vaciado de los depósitos cuanto antes, porque 'el equilibrio de la nave es precario y está expuesto a un alto riesgo de volcar dependiendo de las condiciones climáticas'. Ayer, Protección Civil alertó de que entre hoy y mañana la costa de Giglio sufrirá fuertes marejadas, por lo que se maneja la posibilidad de fijar el crucero a los escollos con varias tiras metálicas.

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