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Europa presta apoyo a Grecia, pero no dinero

Los líderes de la UE sólo garantizan que acudirán al rescate en caso de necesidad. Se escudan en que Atenas no ha pedido ayuda

DANIEL BASTEIRO

La Unión Europea ha prometido rescatar a la economía griega para evitar un colapso del país que arrastre a la zona euro a una crisis de imprevisibles consecuencias. La UE 'tomará medidas coordinadas y contundentes si son necesarias', asegura el texto de conclusiones. Sin embargo, los jefes de Gobierno de los 27 no explicaron cómo lo harán. Tampoco han comprometido los recursos necesarios. Según ellos, por el momento, Atenas no lo ha pedido y puede no hacerlo en el futuro. La garantía de que la UE estará ahí si Grecia desciende a los infiernos persigue lograr precisamente lo contrario: recuperar la confianza de los mercados y neutralizar a los escépticos sobre la fortaleza de la zona del euro.

El salvavidas griego lo tejieron, en una reunión previa a la cumbre, Angela Merkel y Nicolas Sarkozy . Junto al presidente de los 27, Herman Van Rompuy, los presidentes de Alemania y Francia pidieron más reformas a Grecia e impusieron deberes más estrictos al primer ministro heleno, Yorgos Papandreu, también presente en la reunión. Entre ellos, Grecia tiene que rebajar el déficit en este año un 4% del PIB, desde el 12,7% actual.

El acuerdo fraguado por Merkel y Sarkozy reclama más ajustes a Grecia

Según el texto de conclusiones, el martes los ministros de Economía pedirán a Grecia nuevas medidas, cuyo cumplimiento será supervisado por Bruselas, el Banco Central Europeo (BCE) y expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Este último organismo, al que se le otorga un carácter consultivo, aparece por primera vez como parte de una solución, pese a que desde hace semanas la Comisión Europea rehúye toda intervención que provenga de fuera de Europa.

El objetivo de este plan es evitar que Atenas, donde la conflictividad social crece por momentos, repita la burla a los controles del Ejecutivo comunitario, que en la última década recibió (y fue incapaz de verificar) estadísticas falsas sobre el estado de la economía helena. La reacción de Grecia deberá ser rápida, aseguró Van Rompuy, ya que el plan 'debe ejecutarse y aplicarse los días y las semanas que vienen'.

Como nuevo presidente de los 27, Van Rompuy explicó la promesa de rescate, que expresa 'una voluntad política muy clara' en la que confluyen la 'responsabilidad de Grecia' para acometer reformas dolorosas y 'la solidaridad europea en caso de que sea necesaria'. El eje franco-alemán, engrasado por la sintonía de sus líderes, garantizó conjuntamente al término de la cumbre que 'Grecia no está sola', según Sarkozy, porque 'es uno de los nuestros', añadió Merkel.

La cumbre también avanzó en los planes de crecimiento y de empleo

No obstante, las ambigüedades existen y pasan por la concreción, si la crisis griega se recrudece, de un plan de rescate que reviste tanta complejidad en cuanto a la fórmula como al grado de implicación de los países de la eurozona.

'La cuestión no es qué debemos hacer, sino cómo hacer lo que tenemos que hacer', confesó el propio Van Rompuy, dando en el clavo de la dificultad para articular un plan de rescate. Entre las opciones se encuentran un préstamo directo de los países miembros, el adelanto de los fondos estructurales que corresponden a Grecia hasta 2012 (unos 18.000 millones) o incluso la emisión de bonos de deuda europea, aunque esta última opción no parece del agrado de Alemania.

Van Rompuy aseguró que durante la reunión se habló 'de Grecia y sólo de Grecia', pero el comunicado de la cumbre envía una señal directa a todos los miembros de la zona del euro, especialmente a los que tienen problemas para financiar su deuda o déficit demasiado elevados. 'Todos los países comparten la responsabilidad sobre la estabilidad económica y financiera de la zona del euro', indica el texto, por lo que 'todos los miembros del euro deben llevar a cabo políticas nacionales sanas en línea con las reglas acordadas', en referencia a los objetivos de déficit.

En la reunión se avanzó además en el debate sobre el crecimiento, una de las prioridades de la presidencia española. 'Hemos discutido la estrategia de crecimiento y empleo', aseguró Van Rompuy. Respondiendo a las voces críticas que comparan la actitud de la UE con la el emperador Nerón mientras ardía Roma, el nuevo presidente del Consejo presumió de su primera cumbre y recordó que sería 'estúpido concentrarse en el largo plazo descuidando el corto', que no es Roma, sino Atenas.

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