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Las fuerzas rebeldes cercan Trípoli y el dictador libio ya prepara la huida

Tras seis meses de combates, el régimen de Gadafi está al borde del colapso ante la ofensiva de los insurgentes

ULF LAESSING

Los rebeldes libios se disponen a asestar el golpe definitivo al régimen de Muamar Gadafi tras seis meses de combates. Las fuerzas insurgentes se han hecho con el control de Zauiya, a 30 kilómetros al oeste de Trípoli, y están a punto de hacerse con el control de Zlitan, a 160 kilómetros de la capital en el frente este.

La pérdida de Zauiya es grave para el régimen, ya que corta la ruta terrestre de Trípoli a la frontera con Túnez y deja aisladas y sin suministros a las tropas del régimen que permanecían en el frente oeste del país. Los rebeldes han perdido a 32 hombres en la ofensiva y otros 150 han resultado heridos. La ofensiva insurgente contó con el apoyo de los bombardeos de la OTAN, que confirmó que sus aviones atacaron ayer objetivos en las proximidades de Zauiya.

La ofensiva insurgente de los últimos días ha conseguido desequilibrar un conflicto en el que ningún bando conseguía avances desde hace meses. El objetivo de las tropas opositoras de hacer una pinza sobre Trípoli está cada día más cerca de completarse.

Quizá conscientes de ello, residentes de la capital salieron ayer noche a las calles en improvisadas protestas contra el régimen, según informaron por teléfono a Reuters varios testigos, que también dijeron estar escuchando tiroteos en diversos puntos de la ciudad. Poco antes habían retumbado las explosiones de un nuevo bombardeo de la OTAN.

A medianoche, estallaban protestas y se oían tiroteos en la capital libia

A medianoche, los tiroteos y explosiones se habían intensificado, y vecinos de varios barrios de Trípoli afirmaban que oponentes de Gadafi se enfrentaban a tiros con las Fuerzas de Seguridad. Los tripolitanos recibieron en sus móviles un sms del régimen instándoles a 'salir a las calles para eliminar a los agentes armados'.

El Gobierno alegó después que se trataba de unas docenas de agentes extranjeros infiltrados, que fueron neutralizados. Pero el régimen está al borde del colapso. El disidente libio Abdel Monem Houni, que vive hoy en Egipto, contó al periódico Asharq al-Awsat: 'Gadafi está buscando un lugar seguro para su familia en caso de que Trípoli acabe en manos de los revolucionarios'.

Houni, que ejerció de delegado de Gadafi en la Liga Árabe antes de pasarse al bando rebelde, afirmó que el dictador ha enviado mensajes a los dirigentes de Egipto, Marruecos, Túnez y Argelia para que acepten a su familia.

Todas las señales que emite el régimen son de debilidad. Tres hombres de confianza del dictador le han abandonado en los últimos días. El lunes fue un responsable de la seguridad que se quedó en Roma tras un viaje oficial y ayer dos cargos destacados del Gobierno desertaron. Abdel Salam Jalud, exnúmero dos del régimen y mano derecha de Gadafi hasta mediados de los noventa, se pasó a la oposición y se dejó fotografiar sonriente en la base rebelde de Zintan, al sur de Trípoli. A última hora de ayer, la agencia tunecina TAP informó de que había partido rumbo a Roma. La tercera baja es el ministro del Petróleo, Omran Abukraa, que decidió quedarse en Túnez y no volver a Libia tras viajar a Italia.

Peor es la situación de las tropas de Gadafi en el oeste. Muchas de ellas, sin suministros y temiendo a los rebeldes, han intentado huir a Túnez cruzando la frontera en todoterrenos sin matrícula, provocando tiroteos con los guardafronteras.

El objetivo rebelde de cerrar una pinza sobre Trípoli está a punto de cumplirse

Los avances rebeldes también están asfixiando al régimen, al limitar sus recursos energéticos. Con la toma de Zauiya controlan la refinería de la ciudad, igual que cuando se hicieron con el control de Brega en días anteriores.

La refinería de Zauiya produce 120.000 barriles diarios de crudo y era la principal fuente de carburante para Trípoli. La televisión Al Yazira difundió ayer imágenes de insurgentes que dominaban la terminal petrolera de Brega, otro proveedor de energía para la capital.

'Controlamos la mayor parte de la ciudad y principalmente la terminal petrolera. Hemos librado duras batallas para llegar allí, pero hoy podemos decir que hemos doblegado los focos de resistencia de los gadafistas en la mayor parte del territorio de Brega', indicó el coronel Mohamed el Rojeili.

La situación hace temer otra crisis de refugiados. Cerca de 2.000 fugitivos libios ya han franqueado la frontera con Túnez por el puesto de Dehiba-Wazen entre el viernes y el sábado. La Organización Internacional para la Inmigración coordinará una operación de rescate para evacuar a cientos de trabajadores extranjeros, probablemente por mar.

El dictador busca un país árabe que garantice la seguridad de su clan

'Si Gadafi quiere abandonar el poder, queremos que lo anuncie él mismo. Pero creemos que no lo hará', declaró en Bengasi, la capital rebelde, el presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mustafa Abdeljalil. 'Cuento con un final catastrófico para él y para los suyos. Y que deje una situación [de caos] en Trípoli. Espero equivocarme', concluyó.

En previsión de los combates que se avecinan en Trípoli, el presidente del CNT hizo un llamamiento a los habitantes, que tienen ahora 'la gran responsabilidad de proteger la vida y los bienes de la población', pero también 'de proteger las instituciones y los bienes públicos'. D

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