El Gobierno español practica con Israel la estrategia de poner una vela a Dios y otra al diablo. Este lunes, mientras el ministro de Asuntos Exteriores anunciaba que había convocado al embajador israelí en Madrid para protestar por su política de asentamientos en Cisjordania, su colega de Interior, Jorge Fernández Díaz, de viaje oficial en Jerusalén, firmaba una declaración conjunta con su colega israelí en materia de lucha contra el terrorismo, y destacaba 'las magníficas relaciones de amigos y aliados entre ambos países'.

El Ejecutivo de Rajoy ha convocado al embajador israelí, Alon Bar, a una reunión este mismo lunes por la tarde para trasladar su 'disgusto' por la decisión del Gobierno de Benjamin Netanyahu de congelar fondos a la Autoridad Palestina y continuar con su política de expansión de asentamientos .

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, anunció la medida en Valencia. España se suma así a la respuesta que han dado otros países europeos como Reino Unido, Francia y Suecia a la reacción de Israel ante el reconocimiento de Palestina como 'Estado observador no miembro' de la ONU.

En declaraciones a los medios de comunicación al término del acto de presentación del nuevo Ford Kuga en Almussafes (Valencia), el ministro avanzó que ha dado 'instrucciones' al secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito, para que convoque a Bar y le haga 'partícipe del disgusto de España' por la decisión de Israel de retener los impuestos que recauda en nombre de la Autoridad Palestina y seguir con su política de asentamientos en Cisjordania.

El ministro subaryó que si España votó la semana pasada a favor de elevar el estatus de Palestina en la ONU de entidad observador a 'Estado observador no miembro' fue precisamente para que sirviera de 'oportunidad para hacer arrancar unas negociaciones que habían estado bloqueadas mucho tiempo' en favor de la solución de los dos Estados, 'un Israel seguro y una Palestina viable'.

La semana pasada, García-Margallo pidió públicamente a Israel que no cayera 'en la tentación de intentar asfixiar financieramente a la Autoridad Palestina' y detuviera la política de asentamientos.

Exteriores ya convocó la semana pasada a Bar para informarle de manera oficial de la postura definitiva que adoptaría España en relación con la votación sobre el estatus de Palestina en la Asamblea General. En ese encuentro, Bar advirtió al Gobierno de Mariano Rajoy de que apoyar el reconocimiento de Palestina como Estado observador no miembro de la ONU es un 'error' porque dificultará, en su opinión, la vuelta a las negociaciones entre palestinos e israelíes.

Francia también ha convocado al embajador israelí en París, Yossi Gal. 'Tenemos otras formas para mostrar nuestra desaprobación', señaló el portavoz francés, quien reiteró que Francia 'condena la colonización israelí en todas sus formas'.

Por su parte, el ministro de Interior español, Jorge Fernández Díaz, y el de Seguridad Pública de Israel, Itzhak Aharonovitch acordaron este lunes en Jerusalén reforzar la cooperación entre ambos países en materia de lucha contra la delincuencia y el terrorismo. Los dos ministros firmaron, tras reunirse en Jerusalén, una declaración conjunta en la que ambos se comprometen a incrementar la cooperación bilateral en la lucha contra el crimen organizado, el terrorismo, el narcotráfico, la inmigración irregular, la trata de seres humanos, el blanqueo de capitales y la delincuencia tecnológica avanzada.

Además, acordaron intensificar su colaboración en cuestiones de ciberdelincuencia, policía de proximidad y lucha contra incendios, así como potenciar el intercambio de información en materia de prevención y lucha antiterrorista.

En una conferencia de prensa tras la firma de la declaración, Fernández Díaz, que viajó a Israel en respuesta a una invitación de Aharonovitch durante su visita a España el pasado marzo, destacó las 'magníficas relaciones existentes entre Israel y España' y expresó su deseo de que éstas sean 'cada vez más fructíferas y estrechas'.

'El Gobierno de España está absolutamente comprometido en estrechar las relaciones con Israel, que son relaciones de amigos y aliados', dijo y destacó el hecho de que se hubiese mantenido su visita, fijada con anterioridad, tras el reconocimiento de Palestina como Estado observador en la ONU el pasado jueves.

Fernández Díaz aseguró que el voto favorable de España, junto a una gran mayoría de países, a la iniciativa palestina en la ONU 'no va a perjudicar en absoluto a las relaciones bilaterales con Israel'. 'Creo que el significado político añadido que tiene esta visita es que se ha mantenido', recalcó.

Asimismo, señaló que el respaldo de España a la resolución sobre Palestina se basó en 'la convicción de que sólo con negociaciones directas entre las partes se podrá llegar a un acuerdo que inexcusablemente debe pasar por la seguridad de Israel'.

En este sentido, subrayó que el voto de España en la ONU 'no va contra nadie', sino 'a favor de impulsar el proceso de paz que entendemos que es bueno para Israel, bueno para los palestinos, bueno para la región y bueno para el mundo'.

'Todo lo que pueda ser interpretado o significar en si mismo un obstáculo para el desbloqueo de esas negociaciones de paz no sería bueno, por ejemplo intentar judicializar el conflicto, en el sentido de llevar a la Corte Penal Internacional (CPI) determinadas actuaciones, u otro tipo de iniciativas por parte israelí', añadió.

Por su parte, el ministro israelí calificó de 'excelentes' las relaciones con el Gobierno español y agradeció a España los cuatro hidroaviones que envió hace dos años para colaborar en la extinción del incendio del monte Carmelo, el mayor registrado nunca en el país y en el que murieron 44 personas.

Fernández Díaz firmó también el domingo en Tel Aviv un acuerdo de cooperación en materia de asistencia en situación de emergencia o catástrofe nacional con el titular israelí de Defensa Civil y Retaguardia, Avi Dichter. Se trata de la primera vez en que se aborda un acuerdo de cooperación bilateral con España en materia de ayuda mutua en situación de emergencia o catástrofes masivas, según el departamento israelí.