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La Gran Coalición de socialistas y conservadores brinda un nuevo aval al 'TTIP canadiense' en la Eurocámara

Ambos grupos han votado a favor de una resolución de la Comisión de Medio Ambiente de la cámara que respalda el polémico CETA, el tratado de libre comercio entre Canadá y la UE. “Han votado contra la salud y el medioambiente”, denuncia la eurodiputada de Podemos Estefanía Torres.

Unas personas se manifiestan en contra el acuerdo de libre comercio entre la UE y Canadá (CETA, por sus siglas en inglés) frente al Ministerio del Interior del estado federado alemán de Baviera en Múnich. EFE

A.L.M.

MADRID.-Había presiones de grupos ecologistas, advertencias sobre los riesgos del CETA para la salud y el medio ambiente, pero el respaldo de conservadores y socialdemócratas ha permitido que el Europarlamento haya brindado un nuevo aval al polémico tratado de libre comercio entre Canadá y la UE.

La Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (ENVI) dio luz verde este jueves a una resolución favorable al Comprehensive Economic and Trade Agreement (CETA, por sus siglas en inglés), a pesar de las denuncias de distintas fuerzas políticas y cientos de organizaciones y colectivos (entre ellos la Campaña Estatal no al TTIP) sobre el acuerdo, pendiente de ser ratificado por el Pleno de la Eurocámara (previsiblemente en febrero) y por los respectivos parlamentos nacionales de los 28.

Torres:“Todas las advertencias que sitúan al CETA como una grave amenaza para la salud, el medio ambiente y el bienestar animal han sido obviadas y pisoteadas por los populares y socialistas”

Por 40 votos a favor y 24 en contra, esta comisión ha dado un nuevo empujón al acuerdo, sobre el que la Comisión de Comercio Internacional (INTA) prepara un informe más completo que se votará el 24 de enero, y que incluirá las opiniones de ENVI y otras comisiones.

“La Gran Coalición de populares y socialistas ha votado hoy contra la salud y el medio ambiente al dar su apoyo al CETA”, denuncia la eurodiputada de Podemos y miembro de la comisión ENVI, Estefanía Torres. “Situar los intereses de las multinacionales por encima de los derechos y la salud de la gente es un crimen y eso es lo que ha vuelto a pasar hoy en el Parlamento Europeo debido a los votos de la Gran Coalición, que han vuelto a activar su rodillo”, denuncia Torres. “Todas las advertencias que sitúan al CETA como una grave amenaza para la salud, el medio ambiente y el bienestar animal han sido hoy obviadas y pisoteadas por los populares y socialistas europeos una vez más”, apostilla.

Desde su grupo parlamentario recuerdan que el borrador de este documento fue elaborado por el grupo de Los Verdes, pero su contenido inicial era muy diferente al texto finalmente aprobado. Sostienen que inicialmente la opinión alertaba de que el CETA no refleja el llamado “principio de precaución”, y recordaba que el acuerdo comercial establece el mecanismo de blindaje de las multinacionales, basado en los paneles de arbitraje privados donde las compañías pueden denunciar a los Estados en el caso de que consideren que sus legislaciones nacionales pueden afectar negativamente a sus inversiones.

“Ambos elementos, sin embargo, han sido rechazados en la votación de hoy en la comisión debido al rodillo ejercido por los eurodiputados populares y socialistas", critica Torres.
Por su parte, el eurodiputado de Equo, Florent Marcellesi, aseguraba en su perfil de Twitter, nada más conocerse el resultado de la votación, que la Comisión ha decidido respaldar "un acuerdo que agrede al planeta".

Urbán: “Con las protestas en Berlín al S&D les temblaban las piernas”

Este mismo jueves, el eurodiputado de Podemos Miguel Urbán recordó durante una rueda de prensa que la primera votación del informe de posición sobre el TTIP en la Eurocámara, “se tuvo que suspender” porque el grupo de los Socialistas & Demócratas (S&D) no tenía una posición unánime sobre el polémico acuerdo comercial . “Había habido 200.000 personas protestando en Berlín contra el TTIP, y a los socialistas le temblaban las piernas”, apuntó Urbán, llamando a que en las protestas convocadas el próximo 21 de enero en distintas ciudades españolas contra estos acuerdos de libre comercio, “salgan 200.000 personas aquí, en Madrid”.

“Se nos está acabando el tiempo ante el CETA”, reconoce Torres, pero afirma que ante esta realidad “no podemos claudicar sino todo lo contrario: debemos reaccionar incluso con mayor fuerza y contundencia en las calles para evitar que nuestros derechos y nuestra democracia queden tocados durante muchas décadas, que es la intención de acuerdos comerciales y de inversión como éste”, zanja.

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