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Las grandes patronales europeas corren en defensa del TTIP
en sus horas más bajas

Las organizaciones empresariales más poderosas piden a Washington y Bruselas un "firme compromiso político" para no perder "la oportunidad única" de sellar el acuerdo que negocian en secreto, días después de que Bélgica asestase el enésimo golpe al tratado.

Valla publicitaria en Hannover, pagada por el partido de izquierdas Die Linke, contra el TTIP. / EFE

ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL

@Alopezdemiguel

MADRID.- La difícil situación del malherido TTIP está provocando que sus más acérrimos defensores muestren públicamente sus esfuerzos por insuflarle algo de aire. Este lunes, poco después de que trascendiera el último golpe de un país europeo al polémico acuerdo comercial, esta vez propinado por Bélgica, la maquinaria empresarial de la UE -con ayuda de la Cámara de Comercio de EEUU- ponía en marcha sus engranajes para intentar salvar las negociaciones del cuestionado acuerdo comercial entre Bruselas y Washington. Son las empresas quienes han participado en el 87% de las reuniones de la Comisión Juncker sobre el tratado-según el Observatorio Corporativo Europeo-, y son las mismas quienes se unen hoy al Ejecutivo comunitario para reanimarlo.

Las multinacionales piden a la UE y EEUU "un firme compromiso político con el TTIP", además de su respaldo público "continuo"

"Esta oportunidad única no debe perderse"; “Un TTIP robusto podía catalizar inversiones así como el comercio de bienes y servicios entre los mercados de la UE y EEUU", reza el comunicado remitido este lunes por algunas de las más poderosas organizaciones empresariales europeas en defensa del Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP, en inglés).

Entre los firmantes se encuentran la omnipotente Patronal europea, Business Europe; la delegación de la Cámara de Comercio de EEUU en la UE (AmChamEU); la patronal del sector automovilístico (European Automobile Manufacturers's Association, ACEA) o el poderoso lobby farmacéutico (European Federation of Pharmaceutical Industries and Associations (EFPIA), entre otros, aunque también aparece una organización de pymes (European Small Business Alliance, ESBA).

Logos de las organizaciones que firman  el comunicado.

Logos de las organizaciones que firman el comunicado.

En el texto insisten en su "firme apoyo" a las negociaciones, y se declaran "listas y dispuestas a comprometerse con los stakeholders para apoyar estos esfuerzos". También piden a Washington y Bruselas un "firme compromiso político", así como su respaldo público "continuo" para lograr sellar el acuerdo.

Con todo, no es la primera vez que las organizaciones empresariales se manifiestan incondicionalmente a favor del polémico TTIP, pero en este caso lo hacen en un momento crítico, apenas un par de días después de que el primer ministro de Bélgica, Charles Michel, secundara la petición aún informal del Ejecutivo francés y solicitase la paralización de las negociaciones en una entrevista con el diario belga L’Echo. También durante la semana pasada, el ministro de Economía alemán, Sigmar Gabriel, daba al acuerdo "de facto por fracasado".

"Las declaraciones de los políticos franceses y alemanes han creado alarma entre los lobbies, pero es una declaración similar a la hecha por Angela Merkel y por la Comisión Europea", asegura a Público Cuca Hernández, miembro de Attac y portavoz de la Campaña estatal No al TTIP, CETA y TiSA.

Hernández: "Es cierto que las negociaciones están tocadas, y se han dado cuenta de que no sólo somos algunas organizaciones sociales quienes decimos que el TTIP es un riesgo; ahora son políticos en el poder los que están defendiendo lo mismo"

Hernández destaca la presión de los respectivos calendarios electorales en Alemania, Francia y EEUU, en un momento en el que la oposición social a estos acuerdos sigue creciendo. "Es cierto que las negociaciones están tocadas, y sobre todo se han dado cuenta de que no somos un grupo de organizaciones sociales los que decimos que el TTIP es un riesgo; ahora son políticos en el poder los que están defendiendo los mismos argumentos que las organizaciones sociales", apunta. "Siempre he sostenido que el tratado no se iba a firmar porque las partes no se pondrían de acuerdo, y es lo que está pasando", apostilla.

La activista explica que la aprobación del CETA, el acuerdo comercial entre la UE y Canadá, que previsiblemente será sometido a votación por el Consejo Europeo en octubre, supondría una ventaja para las empresas estadounidenses con sucursales en Canadá "a la hora de poder exportar o acceder a la compra pública". "Pero las empresas europeas no tendrían un acceso recíproco al mercado estadounidense hasta que se aprobara el TTIP, por eso están más nerviosas", zanja.

Los sindicatos redoblan esfuerzos contra el TTIP

Con el proceso de ratificación del CETA a la vista, los sindicatos mayoritarios redoblan esfuerzos para plantar batalla a estos acuerdos comerciales. Desde Comisiones Obreras (CCOO) aseguran a este diario que la organización apoyará la propuesta de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) de organizar acciones contra TTIP y CETA el próximo 20 de septiembre, "coincidiendo con las movilizaciones de los sindicatos belgas y la DGB germana", la Federación Alemana de Sindicatos.

La idea, explican, es que sea una movilización conjunta con UGT, que estará respaldada también por la Plataforma contra ambos tratados. Al mismo tiempo, CCOO participará en la semana contra estos acuerdos que organiza la Plataforma entre el 8 y el 15 de octubre en España, y que "se llevará a cabo con diferentes formatos en toda Europa".

Por su parte, la Unión General de Trabajadores (UGT) ha lanzado este lunes una nueva campaña para para alertar sobre los peligros de estas alianzas comerciales, así como para intentar desmontar los argumentos sobre los que Bruselas edifica su defensa de los mismos. 7 (de las muchas) razones para decir #NoalTTIP recurre a varios montajes fotográficos -con distintos miembros de la Comisión Ejecutiva Confederal como protagonistas- que están siendo distribuidos a través de las redes sociales, y que persiguen desgranar "las consecuencias directas" que podrían tener el TTIP sobre "los derechos sociales y laborales, los servicios públicos, la salud y el medio ambiente, la democracia, la igualdad ante la ley o la industria y las pymes", según la nota de prensa elaborada por el sindicato.

Otras organizaciones como la Confederación General del Trabajo (CGT) se han mostrado muy activas en su lucha contra el TTIP desde prácticamente el arranque de las negociaciones, en junio de 2013.  Con este tipo de movilizaciones y campañas las organizaciones sindicales y sociales intentan que estos acuerdos entren por fin en la agenda política estatal, y anuncian otras tantas acciones para alertar a la población sobre las aristas puntiagudas de estos tratados. Mientras tanto, la maquinaria de los lobbies empresariales trabaja en la dirección contraria.

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