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Grecia acelera el desalojo de los campamentos de Idomeni y El Pireo

Las autoridades helenas pretenden echar a todos los refugiados del puerto ateniense de cara a la esperada gran afluencia turística por las festividades de la Pascua ortodoxa.

Refugiados y migrantes esperan a subir un autobús que les traslade de El Pireo a un centro organizado por el Gobierno griego. - REUTERS

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MADRID.-  El Gobierno de Grecia se está dando especial prisa en desalojar los campamentos de refugiados improvisados de Idomeni y de El Pireo. Las autoridades helenas confían en echar a los cerca de 5.000 migrantes que desde febrero malviven en el puerto ateniense a finales de esta semana. Las festividades de la Pascua ortodoxa se celebran a partir de la semana que viene y desde Atenas esperan una gran afluencia turística y temen que la persistencia de los campamentos tenga un impacto negativo.

Hasta ahora los intentos de convencer a los refugiados instalados en El Pireo de ser trasladados a centros organizados dentro de territorio griego habían resultado inútiles. La semana pasada aumentaron las presiones para mover a los migrantes al centro de Skaramangas. Se empezó a distribuir un folleto de 32 páginas en el que se indica que sólo en los asentamientos organizados por el Gobierno se puede realizar el complicado proceso de solicitud de asilo o de reubicación a otros países. En los panfletos también se afirma que las fronteras con Europa "permanecerán cerradas" más tiempo y que El Pireo no es un campo formal donde puedan vivir.

El Gobierno heleno trabaja a contrarreloj pensando en los turistas y este lunes unas 500 personas fueron trasladadas en autobuses urbanos desde el puerto a Skaramangas. El centro, custodiado por militares, tiene una capacidad para 1.600 personas. Los que no puedan alojarse en este campamento serán enviados a otras instalaciones.

Asimismo, informa Canal Refugiadxs, la Policía griega también desalojó este lunes en Idomeni a un grupo de refugiados que bloquean las vías del tren que conecta el país heleno con Macedonia. Los migrantes se han instalado sobre la línea del ferrocarril en protesta por el cierre de fronteras. "Si les dejamos abrir las vías, nos olvidarán aquí", denuncia un refugiado sirio. Según diversos testimonios, la operación se realizó sin violencia.

Sin embargo, la tensión en la zona sigue en aumento. También este lunes refugiados y policías se enfrentaron de nuevo junto a la frontera con Macedonia. Los migrantes denuncian que un hombre fue seriamente herido en la cabeza tras ser golpeado por un furgón policial. Un grupo de refugiados respondió lanzando piedras contra el vehículo y las fuerzas de seguridad respondieron a su vez lanzando gases lacrimógenos. La versión del atropello fue sostenida también en las redes sociales por activistas de organizaciones no gubernamentales presentes en el campamento. El hombre herido tuvo que ser trasladado a un hospital de la ciudad de Kilkís.

Unos 50.000 migrantes y refugiados permanecen atrapados en esta zona tras el cierre de la 'ruta de los Balcanes'. En las últimas semanas se han multiplicado los episodios violentos con la policía fronteriza macedonia, que ha reprimido diversas protestas con gases lacrimógenos y hasta con balas de goma.

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