Hubo un momento en el que Herman Cain parecía haber capeado el temporal. Las acusaciones de acoso sexual de las que fue objeto hace unas semanas perdieron fuerza y sus simpatizantes responsabilizaron a los demócratas de orquestar una campaña de desprestigio. Pero vuelve la tormenta. Y ahora podría acabar con su candidatura.

Esta vez se trata de algo más sustantivo. Tanto, que el portavoz del republicano, J. D. Gordon, aseguró ayer a la prensa que el candidato estaba 'revaluando el estado de la campaña y el camino a seguir', pero que aún 'no estaba pensando en dejar la carrera'. De momento.

Una mujer asegura que mantuvo una relación adúltera con él durante 13 años

El escándalo surge a raíz de las declaraciones de una mujer de Atlanta, Ginger White, a un medio local, según las cuales mantuvo durante 13 años con intermedios y hasta hace ocho meses, cuando Cain decidió presentarse a las primarias de su partido una relación extraconyugal con el candidato.

Se conocieron cuando este era presidente del lobby de la Asociación Nacional de Restaurantes, época en la que también ocurrieron los supuestos acosos sexuales denunciados por cuatro de sus empleadas. White decidió hablar a la prensa cuando vio cómo el aspirante republicano denigraba a sus presuntas víctimas y mostró en su teléfono 61 mensajes enviados desde el móvil privado de Cain.

El candidato intentó un ataque preventivo y confesó en televisión, antes de que salieran todos los detalles del escándalo, que conocía a White, pero que lo suyo sólo fue una amistad y que en ningún caso había sido infiel a su mujer, Gloria.

'El público deberá decidir si me cree a mí o a ella', dijo Cain, que ya no es favorito

'El público deberá decidir si me cree o la cree a ella', dijo Cain a su equipo de campaña, 'por eso vamos a darles tiempo y ver qué tipo de respuesta tenemos de la prensa'.

En principio, todo sigue como si nada. Gordon anunció que el aspirante y expresidente de Godfather's Pizza pronunciaría, como estaba previsto, un discurso sobre seguridad nacional en Michigan a finales de esta semana.

Pero confiar de nuevo en la comprensión del electorado conservador podría ya no ser suficiente. Sobre todo porque Cain multiplica los desaciertos. En una reciente entrevista sobre política internacional, no parecía tener una idea clara de dónde estaba Libia.

El tema del acoso ya ha erosionado la popularidad de Cain, que llegó a ser el favorito de la contienda, papel que le ha arrebatado recientemente Newt Gingrich. El último sondeo de la CNN otorga al único afroamericano que concurre a las primarias republicanas un 17% de aprobación, frente al 25% de hace tan sólo un mes.