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Histórico apretón de manos entre
los presidentes de China y Taiwán

Los presidentes de China y Taiwán inician una reunión en Singapur que pone fin a más de seis décadas de distanciamiento. El encuentro coincide con auge del independentismo taiwanés, rival común de ambos y favorito en las elecciones de la isla de enero de 2016.

Los presidentes de China y Taiwán se saludan en un gesto histórico./ REUTERS

EUROPA PRESS

MADRID.- Los presidentes de China y Taiwán han puesto fin este sábado a más de seis décadas de distanciamiento y han protagonizado un histórico apretón de manos de un minuto en Singapur, escenario neutral de una reunión que abre una nueva página en las relaciones bilaterales.

La expectación era máxima este sábado en el hotel donde finalmente el mandatario chino, Xi Jinping, y su homólogo taiwanés, Ma Ying Jeou, se han saludado. Según la agencia oficial de noticias Xinhua, cientos de periodistas han asistido al "histórico" momento.

No en vano, se trata del primer encuentro entre los líderes de las dos partes desde el fin de la guerra en 1949. "Somos familia, y la sangre es más espesa que el agua", declaró el presidente Xi en alusión a la común cultura e historia de China y Taiwán, separadas por el estrecho de Formosa y por 66 años de conflicto.

"El estrecho (de Formosa) no puede evitar que parientes y amigos se echen de menos", subrayó Xi quien, siguiendo el pacto previo entre ambas partes, no se dirigió a su interlocutor con el habitual tratamiento de "señor presidente" —China no reconoce a Taiwán como Estado— y utilizó la palabra "señor".

"El pueblo a ambos lados del estrecho ha trabajado duro para esto, por la común Historia", aseguró el mandatario, quien afirmó que ambas partes se encuentran en "un momento decisivo" en el que "no se puede repetir una tragedia histórica ni se pueden perder los frutos de nuestro desarrollo". "Somos responsables ante la historia y debemos tomar unas decisiones sabias que superen el examen de la historia", proclamó Xi en un tono de trascendencia. "Hemos de actuar juntos y mostrar al pueblo chino a ambos lados del estrecho que tenemos la habilidad para desarrollar la estabilidad y contribuir a la paz y la estabilidad", concluyó Xi.

Ma, por su parte, coincidió en que esta reunión "hace historia en el futuro de las relaciones" y resaltó que si bien las dos partes tienen "diferentes sistemas políticos", han desarrollado "el diálogo y la cooperación".

Tras repasar con datos la mejora de la relación durante los últimos 22 años, Ma subrayó que se debe "ir más lejos" y "buscar una estrategia pragmática" para incrementar los vínculos bilaterales. Así, Ma propuso cinco puntos concretos en los que avanzar, entre ellos reducir la animosidad (porque "no somos enemigos como antes"), crear líneas directas de comunicación o sentar las bases para incrementar los intercambios comerciales.

El presidente taiwanés destacó que su reunión con "el señor Xi" se produce por primera vez "en nuestra capacidad de líderes a ambos lados del estrecho" y después de que ambos pueblos hayan "decidido sustituir el conflicto por el diálogo".

La cumbre se produce en un momento delicado para ambas partes, por el ascenso del independentismo taiwanés, rival común de ambos y favorito en las elecciones legislativas y presidenciales de la isla previstas para enero de 2016.

Los Nacionalistas, conocidos como Kuomintang (KMT) —partido que preside el actual mandatario—, se retiraron a Taiwán tras perder la guerra civil con los comunistas, aún en el poder en Pekín. China nunca ha renunciado al uso de la fuerza para persuadir a lo que considera una provincia rebelde bajo su control.

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