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El hombre abatido por la policía en París juró lealtad al líder del Estado Islámico

El presunto atacante intentó entrar en una comisaría con un falso cinturón de explosivos y una hoja con un dibujo de una bandera del EI en la que aseguraba que había actuado para "vengar a los muertos de Siria", según ha informado la cadena de televisión francesa BFM.

Imagen del hombre abatido por la policía francesa. @akilincs

PÚBLICO/AGENCIAS

PARÍS.- El hombre que ha muerto este jueves abatido a tiros por la Policía cerca de una comisaría del norte de París había jurado lealtad al líder del Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi, según fuentes próximas a la investigación.

El hombre portaba una hoja con un dibujo de una bandera del grupo terrorista de Estado Islámico y una reivindicación en la que aseguraba que había actuado para "vengar a los muertos de Siria", según ha informado la cadena de televisión francesa BFM.

La hoja también incluye un dibujo de la bandera de Estado Islámico, un diseño "bastante tosco", según ha explicado una fuente policial, que ha dicho que "probablemente" estaba hecho con "un rotulador" negro.

Además, el hombre abatido tenía un teléfono móvil con mensajes en árabe y en alemán. Los expertos de la Policía están analizando los mensajes.

La Fiscalía ha confirmado que el hombre llevaba "un teléfono móvil y un papel en el que figuraba una bandera del Estado Islámico y una reivindicación escrita a mano de manera inequívoca en árabe". La investigación abierta por los fiscales atribuye al hombre un delito de "intento de asesinato de personas depositarias de la autoridad pública relacionado con una empresa terrorista".

El ministro del Interior galo, Bernard Cazeneuve, ha explicado que los agentes de Policía se han visto obligados a abrir fuego contra el hombre, cuya identificación todavía no se ha completado. "Sabremos más en las próximas horas sobre su acción y sus motivaciones", ha afirmado, antes de elogiar a las fuerzas de seguridad francesas por su actuación.

Según las primeras investigaciones, el hombre, que trataba de entrar en los locales de la policía al grito de "Allahu Akbar" (Alá es grande), llevaba un hacha y un cinturón de explosivos que ha resultado ser falso y que habría motivado la actuación de los agentes al detectarlo.

La ministra francesa de Justicia, Christiane Taubira, ha alertado en declaraciones en el canal iTélé de la posibilidad de que el individuo fuese un desequilibrado, sin contacto con redes yihadistas.

"Es demasiado pronto para hablar de un acto terrorista. Hay que ser prudentes", ha defendido en declaraciones a France Info el portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet, que ha defendido que por el momento "se trata de una agresión".

Asimismo, desde Interior han confirmado que lo que en un primer momento se pensó que podría ser un chaleco con explosivos ha resultado ser falso. Igualmente, la cadena France Info ha revelado que el objeto que ha blandido el hombre era un hacha y no un cuchillo.

"Según nuestros colegas, quería inmolarse", ha relatado a Reuters un responsable del sindicato Policía Alternativa. "Gritó 'Allahu Akbar' y tenía cables que sobresalían de sus ropas. Por eso, el oficial de Policía abrió fuego", ha precisado.

Por el momento no se tiene información sobre su identidad, ya que no portaba ningún documento consigo en el momento del ataque, pero las autoridades ya están trabajando para identificarle. El hombre ha perpetrado el ataque a cara descubierta.

Los medios franceses, por otra parte, han identificado al hombre como un joven de 20 años y origen marroquí, gracias a sus huellas dactilares, ya que podría tener antecedentes por robo.

Según esos medios, el hombre había sido arrestado en 2013 en el departamento meridional de Var por robo y entonces aseguró que se llamaba Sallah Ali, que no tenía domicilio fijo y que había nacido en Casablanca (Marruecos) en 1995.

Los hechos se han producido frente a la comisaría de la calle Goutte D'Or, en el distrito XVIII de París donde vive una importante población de origen magrebí y del África subsahariana, una de las zonas en las que el grupo terrorista Estado Islámico dijo que iba a haber un atentado cuando se produjeron los ataques del 13 de noviembre en la capital francesa.

Agentes de la policía francesa registran a un peatón. REUTERS/Philippe Wojazer

Agentes de la policía francesa registran a un peatón. REUTERS/Philippe Wojazer

La policía acordonó todo el sector, con el despliegue de decenas de agentes uniformados y de paisano. Según relató el portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet, el asaltante "intentó agredir a un Policía en la entrada de la comisaría antes de ser alcanzado por los disparos de respuesta de los agentes".

Hasta el lugar del suceso acudió el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, que en el momento del ataque se encontraba junto al presidente francés, François Hollande, que pronunció un discurso en homenaje de las fuerzas del orden en la Prefectura de policía de París, justo un año después del atentado yihadista contra el semanario satírico "Charlie Hebdo". 

Hollande señaló que la amenaza terrorista en Francia sigue siendo "temible", lo que justifica un reforzamiento del dispositivo antiterrorista, entre otras cosas con una evolución de las condiciones en las que policías y gendarmes pueden hacer uso de sus armas.

En un comunicado, el Ministerio Público francés explicó que la sección antiterrorista de la Fiscalía de París ha asumido la investigación por el cargo de "tentativa de asesinato sobre personas depositarias de la autoridad pública en relación con un proyecto terrorista".

Pasadas las 15.00 hora local (14.00 GMT), la actividad recobró su ritmo normal y las líneas de metro que desembocan en las inmediaciones fueron reabiertas al público. La investigación se centra ahora en conocer los posibles vínculos terroristas del individuo.

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