Los tanques del régimen del líder sirio, Bachar al Asad, seguían rodeando este viernes Homs casi una semana después de que el Ejército comenzara una brutal operación contra el principal bastión rebelde y que ha causado varios centenares de muertos entre la población civil.

Según informa Reuters, los habitantes de esta provincia, en la zona central de Siria, aseguran que el régimen ha enviado aún más tanques de refuerzos, por lo que temen que este fin de semana haya una gran ofensiva contra las grandes áreas residenciales suníes, donde viven cientos de miles de personas.

Un portavoz del Elército Libre Sirio (ELS) dijo que era difícil predecir cuándo se podría producir el gran ataque, pero afirmó que Asad no tiene suficientes soldados leales como para controlar la ciudad. 'Las fuerzas de Asad dependen de los bombardeos porque no tienen los números. Nosotros estamos hablando sobre grandes zonas residenciales con una enorme población que deben someter', dijo el mayor Maher al-Naimi desde Turquía.

Naimi sostuvo que el ELS defenderá la ciudad 'hasta la última gota de sangre'. Rehusó entregar detalles de las diferencias militares, pero dijo que el grupo central de la fuerza de combate de Asad era una pequeña proporción de sus fuerzas en Homs. 'Las deserciones militares han tenido un coste. Este es el motivo por el que vemos gran cantidad de 'shabbiha' (milicianos) y policías entre sus fuerzas en Homs', aseguró.

Mientras, esta mañana se registraron dos fuertes explosiones en dos bases militares en Alepo, la segunda ciudad más importante de Siria. La televisión estatal acusó del ataque a 'grupos terroristas' e informó de la muerte de 25 personas entre civiles y soldados, mientras que otras 175 habrían resultado heridas.

Reuters asegura que nadie ha reivindicado la autoría, aunque según la agencia EFE, el ELS está detrás de las bombas. 'Estas operaciones responden a los bombardeos del régimen contra Homs', dijo el coronel Riad al Asad por teléfono.