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El huracán 'Ike' amenaza con barrer Cuba de este a oeste

A pesar de que el huracán ha bajado a categoría tres, las autoridades no ocultan que el impacto puede ser catastrófico en amplias zonas del país

GORKA CASTILLO


Cuba ha comenzado a recibir las temibles acometidas de Ike con vientos de hasta 195 kilómetros por hora y olas de siete metros, un huracán que alcanzó el domingo la categoría cuatro y que ha bajado a categoría tres de los cinco niveles de la escala de Saffir-Simpson antes de tocar la isla.

El Instituto Meteorológico (Insmet) y el Centro de Huracanes de Florida coincidieron al valorar el riesgo de que la huella que el Ike pueda dejar en la isla sea devastadora. El borde del ojo del huracán tocó la costa cubana cerca de Punta Lucrecia, en la provincia de Holguín, pero ya antes empezó a azotar las costas de Guantánamo.

Cerca de un millón de personas han tenido que ser evacuadas de las provincias orientales y centrales de la isla. Ike, con intensas lluvias y vientos de más 200 kilómetros por hora, ya dejó medio centenar de muertos, entre ellos varios niños, por las inundaciones causadas a su paso por el de Puerto Príncipe, en Haití.

A pesar de la tranquilidad con la que en Cuba se encaran estos fenómenos naturales, el recuerdo del Gustav que hace una semana barrió a Pinar del Río y la Isla de la Juventud sigue latente. Este nuevo ciclón ha llenado a la población de una inquietud desconocida.

'Que Dios se apiade'

El miedo se ha apoderado de la calle. La preocupación se centra en apuntalar La Habana donde la evacuación de miles de personas es impensable. 'Que Dios se apiade de nosotros', comentó ayer un taxista de la ciudad.

Cada hora, el canal de televisión cubana despliega sobre el mapa del Caribe la posible evolución destructiva del Ike. En uno de los informativos especiales, el director del Insmet, José Rubiera, advirtió a la población de que no desaproveche 'ni un minuto para adoptar las máximas medidas de protección'.

Rubiera reconoció que este ciclón es 'imprevisible y peligrosísimo' ya que se desplaza a una velocidad de 29 kilómetros por hora de este a oeste sobre Cuba. Es decir, barrerá la isla por completo y no presenta signos de debilitamiento debido a la alta temperatura del agua y a la estrechez de terreno que tiene la isla.

Se espera que el ojo del Ike atraviese La Habana a las seis de la tarde, hora local.

Los propietarios de los pisos más altos de la capital cubana comenzaron a proteger sus ventanas con cinta adhesiva. Los comercios estatales abrieron las puertas muy temprano para abastecer de alimentos básicos con los que subsistir al menos durante los próximas dos días.

Todos saben que el teléfono, el gas y el suministro de agua quedarán interrumpidos y que los dos millones de habitantes de la capital quedarán a oscuras durante 48 horas.

Casas en ruinas

'Estamos acostumbrados a los ciclones pero tengo que decir, hermano, que el Gustav me dio miedo y éste que viene aún más', afirma Manuel, carnicero en Centro Habana, un populoso barrio de la capital que corre el riesgo de sufrir una hecatombe por el estado ruinoso de muchas viviendas.
En esta zona, los vecinos se afanaban ayer clavando las contraventanas y protegiéndolas con listones de madera. Un balcón se desplomó en Centro Habana con las primeras lluvias del día.

'Aquí los daños y las víctimas pueden ser cuantiosas' señala Lázaro, un mecánico que ayer decidió desatornillar el tejado de uralita que protege su terraza en un cuarto piso del barrio de Habana Vieja.

 

En pocas horas, el mar Caribe cambiará de rostro y se volverá loco. Las aguas inundarán la parte baja de la ciudad con olas que pueden alcanzar los cinco metros de altura. Éste es el gran temor en ciudad de La Habana.

Se teme una devastación similar a la que el Gustav causó la semana pasada en Pinar del Río donde las pérdidas materiales aun se cuantifican pero que, según apuntó Fidel Castro, pueden superar los 4.000 millones de dólares.

Para el ex presidente cubano, la zona afectada es hoy lo más parecido a Hiroshima. Por eso, una fuente oficial aseguró ayer a Público que esta violencia ciclónica en La Habana puede ser 'catastrófica para el país'.

Los cayos del sur Florida se encuentran también en estado de emergencia y tanto a los turistas como a los residentes se les ordenó una evacuación obligatoria. 

Se ha activado una vigilancia de tormenta tropical (paso del sistema en 36 horas) para las islas Caimán y Jamaica. Además, permanece activado un aviso de huracán para las islas de Turcos y Caicos y el sudeste de las Bahamas, incluidos Crooked Island, The Inaguas, Mayaguana y las islas Ragged. Y para la zona central de Bahamas.

El aviso de tormenta tropical para el norte de la península de Haití ha sido cancelado. 

Las autoridades cubanas comenzaron ayer a evacuar a unos 13.000 turistas del balneario de Varadero, situado en la costa norte de la provincia de Matanzas y primer polo turístico de la isla, informa la agencia Efe.

Los turistas, en su mayoría extranjeros, están siendo trasladados “a lugares que ofrezcan seguridad”, según el delegado del Ministerio del Turismo, Amado Acosta. En caso de que haya riesgo de penetraciones del mar, se les sacará de la península de Varadero.

Fuentes del sector explicaron que la evacuación incluye el traslado a los veraneantes de hoteles menos preparados a sitios más seguros. Medidas similares se han tomado en todos los centros turísticos de los cayos del litoral norte de la isla, especialmente en las provincias de Camagüey, Holguín y Santa Clara.

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