El aborto y la eutanasia se han convertido en temas centrales del debate político italiano a dos meses de las elecciones por la intervención de la Iglesia católica.  

La crítica de la Conferencia de obispos italianos a la asociación médica nacional por respaldar la ley 194 del aborto y la píldora del día después, ha provocado airadas reacciones en todo el espectro político italiano, a dos meses de las elecciones.

'El aborto debe estar fuera de la campaña electoral. Tenemos que trabajar para una aplicación plena de la ley 194: sólo así ayudaremos verdaderamente a las mujeres', dijo ayer la senadora del Partido Democrático (PD) Anna Finocchiaro.

En el extremo opuesto, se situa Giuliano Ferrara, un periodista ultraconservador que fue ministro durante el Gobierno de Silvio Berlusconi y se presenta ahora como cabeza de lista del partido antiabortista Lista por la vida.

Ferrara, quien fue visto acompañado del Papa Benedicto XVI durante el fin de semana, considera 'diabólico' el aborto y ha señalado que hará todo lo posible por 'erradicarlo'.

Moratoria internacional

Berlusconi, quien lidera los sondeos electorales, ha dicho que Naciones Unidas debería votar por una moratoria del aborto, igual que lo ha hecho con la pena de muerte.

La progresista ley italiana, aprobada hace treinta años, permite el aborto libre durante las doce primeras semanas de embarazo y si existe riesgo par la madre o hay una grave malformación del feto hasta la 24ª semana. Los partidos conservadores señalan que los avances médicos permiten la supervivencia de algunos fetos antes de las 24 semanas.

El Sumo Pontífice repitió ayer la oposición frontal de la Iglesia católica al aborto y a la eutanasia, en referencia al programa electoral del PD. El líder de la formación de centro-izquierda, Walter Veltroni, prometió ayer que si gana las elecciones creará un testimonio vital. Veltroni señaló también que su partido aprobará una ley sobre parejas de hecho, que no sólo rechaza la Iglesia y los conservadores sino parte de su partido.