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La Iglesia polaca lava su pasado colaboracionista

La curia beatifica ahora a un cura asesinado por la dictadura

PIOTR KOWALSKI

La poderosa Iglesia católica polaca, una institución ultraconservadora, consiguió recuperar parte del protagonismo político y social que ha perdido desde que Polonia abrazó la democracia, al beatificar, en Varsovia, al sacerdote Jerzy Popieluszko. En octubre de 1984, cuando tenía 37 años, el capellán del sindicato independiente Solidaridad fue asesinado por tres agentes de los servicios secretos del régimen comunista.

Con este acto los obispos polacos pretenden lavar la imagen de la iglesia que colaboró con la dictadura para salvar sus propios intereses. De hecho, Popielusko se rebeló contra la jerarquía eclesiástica que desaprobaba sus actividades de apoyo al movimiento obrero contra el régimen del general Wojciech Jaruzelski que había declarado el estado de sitio.

Fue el capellán de Solidaridad, el sindicato de la oposición polaca

Los asesinos del sacerdote fueron detenidos y condenados a largas penas de prisión. Sin embargo, la Justicia no pudo determinar si lo mataron por orden de sus superiores o actuaron solos y por venganza contra una persona que se había convertido en un símbolo de la oposición democrática.

Unas 150.000 personas asistieron al acto de beatificación del carismático sacerdote en la plaza de Jozef Pilsudski de la capital polaca. 'Es un gran día para la Iglesia de Polonia y para toda nuestra patria', declaró el arzobispo de Varsovia Kazimierz Nycz durante la misa.

Hijo de una familia de campesinos pobres y muy religiosos del este de Polonia, Popieluszko siempre estuvo en contra del uso de la violencia y abogó por un cambio pacífico y democrático en su país. Sus 'misas por la patria' en la parroquia de San Stanislaw-Kostka de Varsovia, donde ejerció de capellán, atrajeron muchos seguidores.

El 15% del clero polaco colaboró con el régimen comunista

'El padre Popieluszko es un héroe para mi, y por eso estoy aquí', dijo Anna Walewska, una varsoviana de 58 años que asistió a la beatificación. Artur, miembro del sindicato Solidaridad de la ciudad norteña de Gdansk, expresó su 'emoción' por 'este héroe de la lucha contra el totalitarismo'.

El Papa Benedicto XVI autorizó la beatificación de Jerzy Popieluszko en diciembre pasado para gran alivio de la jerarquía eclesiástica polaca, que necesitaba de un acto de esta naturaleza para recomponer sus fuerzas y mejorar su imagen.

La Iglesia polaca pasó por una grave crisis en enero de 2007, cuando el arzobispo de Varsovia, Stanislaw Wielgus, renunció al cargo, tras descubrirse que había sido un colaborador de los aparatos de represión comunistas. Su dimisión provocó la división de la jerarquía eclesiástica y un profundo malestar entre los católicos. Entonces se supo que una parte del clero polaco el 15%, según algunas investigaciones colaboró con el sistema comunista.

Estas revelaciones históricas y las posiciones ultraconservadoras de la jerarquía en materia de orden social han alejado a muchos polacos de la curia.

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