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Indignados de toda Europa se unen en Frankfurt contra la austeridad

La policía desaloja la acampada frente a la sede del BCE y detiene a alrededor de 150 activistas de distintos países europeos

LUIS G. SAN MIGUEL

El 15-M tuvo claro desde el principio que aquéllos contra quienes protesta, 'el 1%', no son sólo los poderes económicos y políticos españoles, sino que la indignación tiene que ser global. Si en buena medida las recetas de austeridad y recortes están siendo dictadas desde la Troika, el movimiento ve la 'necesidad de superar fronteras' y empezar a organizarse a escala europea. Por este motivo, desde el miércoles y hasta mañana, activistas de toda Europa se han dado cita en Frankfurt para protestar contra el Banco Central Europeo y reivindicar 'una salida de la crisis común y basada en nuevos derechos para las mayorías'.

A través de la iniciativa denominada 'Blockupy Frankfurt', lanzada por los movimientos sociales alemanes, los indignados europeos pretenden llevar durante cuatro días una serie de acciones, ocupaciones, bloqueos y manifestaciones. 'En Europa no estamos divididas entre Estados si no entre el 99% y el 1%, entre los de arriba y las de abajo', dice la plataforma Juventud Sin Futuro en su comunicado, que también explica que 'la lucha contra la austeridad no es una batalla contra Alemania, sino una guerra contra el neoliberalismo, que busca maximizar los beneficios de los menos y socializar las pérdidas entre la mayoría'.

Las autoridades han prohibido todas las manifestaciones y acampadas

Varios miembros de esta plataforma han acudido a la ciudad alemana junto a otros activistas españoles para encontrarse con indignados alemanes, italianos, griegos y portugueses, entre otros, para 'compartir los discursos y las acciones que hemos venido poniendo en práctica en Madrid desde 15 de mayo'. Sin embargo, los españoles que están allí cuentan a Publico.es que 'estas jornadas parece que tendrán un difícil desenlace'.

Igual que se hizo en Barcelona para la cumbre del BCE, el Espacio Schengen ha sido suspendido y se han colocado controles en las fronteras. Así, 'la mayoría de viajes organizados han sufrido retrasos dada la presión en las carreteras y los controles efectuados en las entradas de la ciudad'.

El mismo miércoles, el Tribunal Constitucional prohibió todas las acciones de los indignados y recordó que el veto será vigente hasta el viernes para cualquier tipo de protesta en Frankfurt. La ciudad había optado por prohibir todas manifestaciones por considerar que perturban la seguridad y el orden público. Para ello, las autoridades han dispuesto un contingente policial de unos 5.000 agentes. Ante esto, los indignados quieren remarcar que 'existe un absoluto temor por parte de las autoridades alemanas a la organización de un movimiento europeo contra la austeridad y la deuda'.

Cuando llegaron los españoles, comprobaron que 'la presencia policial en toda la ciudad es abrumadora, grupos policiales bloquean calles, y recorren en convoys toda la zona centro de la ciudad'. Con este despliegue, la primera manifestación que realizaron de forma conjunto los indignados internacionales ayer y que partía del recinto universitario de la ciudad ha sido bloqueada por los agentes alemanes. 'No ha podido si quiera salir del perímetro universitario' afirman los españoles. En ese momento, la Policía practicó alrededor de 150 detenciones, según informa Efe, entre los que había unos 70 italianos.

Tras este intento fallido, los manifestantes decidieron acampar cerca del centro financiero, frente a la sede del BCE, 'lo cual se ha logrado temporalmente hasta que a las ocho de la tarde la plaza ha sido vaciada por los antidisturbios, que cogían a los manifestantes uno por uno'.

Según informa la agencia Efe, se concentraron de nuevo unos 600 manifestantes y hubo algunas escaramuzas con la policía en las operaciones de desalojo, a las que se sucedieron poco después nuevas sentadas masivas en puntos cercanos a la sede del BCE.

Hoy, varios grupos de manifestantes han empezado a concentrarse a primera hora de la mañana en las inmediaciones de la estación ferroviaria, mientras un férreo cordón antidisturbios protegía tanto la sede del BCE como el resto de posibles objetivos alternativos, como la Bolsa y sedes de los grandes bancos privados. Aún así, los indignado han hecho una sentada en un puente sobre el río Mero, mientras varios grupos de centenares de manifestantes han tratado de burlar el cerco policial, lo que ha derivado en algunos encontronazos con los antidisturbios.

Para mañana se espera una gran manifestación, convocada a través de Twitter y otras redes sociales, que según los organizadores podría congregar a unos 30.000 participantes.

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