Durante sus 68 años de reinado Isabel II, que cumplirá 94 años el próximo 21 de abril, sólo se había dirigido al pueblo británico ante un evento inesperado en tres ocasiones: tras la muerte de su madre (2002), la de Diana de Gales (1997) y por la Guerra del Golfo (1991). Hasta hoy. El coronavirus ya ha pasado a la historia como la cuarta razón que llevó a la monarca a dirigirse no sólo a los británicos sino a todo los ciudadanos de los países miembros de la Commonwealth en lo que ella misma ha definido como: "Lo que sé que es un momento cada vez más difícil aunque ha prometido que "volveremos a reunirnos".

En su mensaje -tan excepcional que sólo en Reino Unido ha sido retransmitido por hasta siete canales de televisión simultáneamente a las 21.00 horas (hora peninsular española) del domingo- la Reina de Inglaterra ha definido la situación actual como "un momento de perturbación en la vida de nuestro país: una perturbación que ha traído dolor a algunos, dificultades financieras a muchos, y enormes cambios en la vida cotidiana de todos nosotros".

La monarca, que ha apelado a "los atributos de autodisciplina, de resolución con calma y buen humor y de compañerismo" que "aún caracterizan a este país", ha pedido a sus súbditos que piensen en el futuro y actúen de forma responsable frente a la pandemia: "Espero que en los años venideros todos puedan sentirse orgullosos de cómo respondieron a este desafío" de manera que "los que vendrán después de nosotros dirán que los británicos de esta generación fueron tan fuertes como cualquiera".

"Este reto es diferente a otros a los que hemos tenido que hacer frente", ha apuntado la monarca, que ha insistido en la importancia de que "no se trata de nuestro pasado sino de nuestro presente y de nuestro futuro". "Triunfaremos y este triunfo nos pertenecerá a cada uno de nosotros", ha añadido.

De hecho, según el diario The Times, el discurso -que según fuentes reales citadas por la prensa británica ha sido escrito en gran medida por la propia Reina en colaboración con su secretario privado, Edward Young y en consulta con Downing Street’- habría sido promovido en gran parte por el gobierno de Boris Johnson que habría visto en la Reina su gran "baza"  ante "el temor a que los británicos empiecen a desanimarse ante las restricciones de confinamiento a medida que el clima se vuelve más caluroso".

Si es sí, el dichos no podía haber llegado en mejor momento. Este mismo domingo el ministro de Sanidad, Matt Hancock ha amenazado con endurecer el confinamiento y dejar de permitir que los británicos salgan a hacer ejercicio durante una hora al día si la gente continúa ignoran las medidas impuestas. Miles de ellos han salido este fin de semanas a los parques a tomar el sol o incluso a hacer picnic, mientras las cifras hablan de 47.806 personas que han dado positivo y 4.934 las que han fallecido.

Emotivo agradecimiento a quienes cumplen el confinamiento

En su mensaje la monarca ha tenido emotivas palabras para quienes sí están cumpliendo con las normas de confinamiento y la medidas de distanciamiento social establecidas por las autoridades porque de esa manera están "ahorrando a muchas familias el dolor que ya sienten los que han perdido a sus seres queridos".

"Entiendo lo duro que es estar separado de los que queremos pero los mejores tiempos volverán, volveremos a estar con nuestros amigos, con nuestros familiares… volveremos a reunirnos, ha dicho la monarca, que ha insistido en que "juntos estamos abordando esta enfermedad, y quiero asegurarles que si permanecemos unidos y con determinación, la superaremos".

Isabel Ii se ha tenido un recuerdo especial para "los trabajadores del Servicio Nacional de Salud británico (NHS) que están en primera linea", así como para los cuidadores, "los que ayudáis a los más vulnerables", " y a los que continúan teniendo que cumplir sus vuestras obligaciones fuera de casa: "Apreciamos el duro trabajo que estáis haciendo", ha dicho.

Un mensaje grabado bajo estrictas medidas de protección

El histórico mensaje de la monarca, de apenas cuatro minutos, fue grabado el pasado jueves en el castillo de Windsor, donde la monarca permanece confinada junto a su marido el duque de Edimburgo, de 98 años, bajo medidas de seguridad sin precedentes segundo las recomendaciones del equipo de médicos que atienden a la Reina. La prensa británica asegura, por ejemplo, que el escenario elegido ha sido el Salón Blanco porque sus grandes dimensiones garantizan que se pueda mantener suficiente distancia entre la monarca y el operador de cámara de la BBC, la única persona que pudo entrar y que en todo momento estuvo equipado de pies a cabeza con un traje de protección.

El resto del equipo de grabación siguió lo que estaba ocurriendo desde una sala anexa.