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Israel celebra la derrota de los demócratas

La victoria de los republicanos asegura más políticos pro israelíes en el Capitolio

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

Israel ha acogido con satisfacción y alivio los resultados de Estados Unidos y espera reducir la presión del presidente Barack Obama en el proceso de paz, un proceso que en la práctica está congelado desde hace dos años; es decir, desde que Obama y el primer ministro Benyamín Netanyahu ganaron sus respectivas elecciones.

Como los ministros israelíes tienen prohibido hacer declaraciones sobre EEUU, un tema reservado a Netanyahu, las reacciones más explícitas han sido las de los medios de comunicación hebreos y del lobby judío AIPAC.

El diario Haaretz tituló ayer en portada que 'la victoria republicana significa que Israel tendrá más aliados en el Capitolio', haciendo un detallado recuento de los nuevos representantes judíos, y no judíos simpatizantes con Israel, que han entrado en el Senado y en la Cámara de Representantes.

Por su parte, el poderoso lobby AIPAC publicó un comunicado en el que se felicita por los resultados: 'Ha quedado claro que el Congreso de Estados Unidos continuará con la larga tradición americana de firme apoyo a un Israel fuerte y seguro y a una vinculada amistad con Estados Unidos, nuestro aliado más fiable en Oriente Próximo'.

Aunque la mayoría de los judíos estadounidenses apoya al presidente Obama, la mayoría de los nuevos representantes elegidos simpatiza más con Netanayhu que con las posiciones de los demócratas y del actual inquilino de la Casa Blanca. Por ejemplo, el congresista republicano judío Eric Cantor, que se proyecta como uno de los más influyentes en el Capitolio, habla de la identificación 'moral' y 'estratégica' entre Estados Unidos e Israel cuando se refiere al conflicto, lo que no augura demasiado optimismo.

El futuro de George Mitchell

En Israel también se especula con que una de las primeras víctimas de las elecciones podría ser el enviado especial de EEUU, el senador George Mitchell, quien no ha podido penetrar en la fortaleza que Netanyahu ha construido para evitar cualquier progreso en las negociaciones.

En Israel se espera la próxima destitución de Mitchell y su sustitución por Dennis Ross o Martin Indyk, dos de los miembros del equipo de los llamados 'rabinos'; es decir, judíos estadounidenses que durante los últimos 15 años se han encargado del conflicto sin conseguir ningún resultado. Ambos tienen buenas relaciones con la fortaleza israelí y son partidarios de no presionar a Israel bajo ningún concepto.

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