El ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, ha anunciado el envió de una directiva a los delegados de Gobierno para que prohíban la organización de manifestaciones ante los lugares de culto religioso, después de la polémica que suscitó el rezo de musulmanes ante las catedrales de Milán y Bolonia.

'He preparado una directiva que se enviará a todos los delegados de Gobierno para que lo que sucedió ante el Duomo de Milán no se vuelva a repetir', anunció Maroni al responder a una interpelación parlamentaria, según informan los medios de comunicación italianos. El ministro añadió que la medida tiene como objetivo 'una mejor regulación de las manifestaciones que permita garantizar el derecho a manifestarse, pero también el derecho de los ciudadanos a poder disfrutar de los espacios de su propia ciudad'.

La iniciativa se produce tras las protestas por parte de algunos sectores políticos y católicos después de que durante marchas organizadas contra los bombardeos de Israel sobre la franja de Gaza, miles de manifestantes musulmanes se detuvieran a rezar ante las catedrales de Milán (norte) y Bolonia (centro). En el texto de la orden ministerial, según explica la prensa local, no se hará referencia a estos episodios y se prohibirá cualquier tipo de manifestación ante los lugares de culto como mezquitas, iglesias y sinagogas.

Además, no se permitirá organizar manifestaciones en los centros históricos de algunas ciudades o en otros lugares específicos para evitar mayores problemas a los ciudadanos. Asimismo, se estudia que los organizadores de las manifestaciones tengan que depositar una fianza, ante los posibles desperfectos que se puedan causar durante la marcha y se fijará un techo (unas 300 personas) en el caso de concentraciones.