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La izquierda polaca tiene la llave del poder

El voto progresista será clave en la segunda vuelta electoral

PIOTR KOWALSKI

Dos candidatos de derechas, el liberal Bronislaw Komorowski y el conservador Jaroslaw Kaczynski, se disputarán la segunda vuelta de las presidenciales polacas el 4 de julio en un contexto de empate técnico cuya resolución podría estar paradójicamente en manos de la izquierda polaca.

Ni el jefe de Estado en funciones ni el conservador gemelo del difunto presidente Lech Kaczynski, consiguieron la mayoría absoluta de más del 50% en la primera ronda de los comicios, celebrados el domingo y marcados por una abstención del 46%. Por ello, estos dos candidatos se ven ahora prácticamente abocados a cortejar el apoyo de los votantes de la Alianza Democrática de Izquierdas, cuyo candidato fue el tercero más votado el domingo.

Kaczynski es un conservador a la vieja usanza en cuestiones morales y religiosas que utiliza un lenguaje populista y anticapitalista en lo económico, y Bronislaw Komorowski cuenta con el apoyo de las clases medias urbanas y en la Unión Europea tiene el apoyo del Partido Popular Europeo. Komorowski, de Plataforma Cívica, representa a la Polonia que se moderniza, la que apuesta por los negocios y el dinero fácil, consumista, europeísta, católica moderada y relativista en lo moral. Consiguió el 41,22% de los votos en la cita del 20 de junio.

Kaczynski, líder de Ley y Justicia (PiS) que obtuvo el 36,74% de los votos, recoge el sentir de la Polonia apegada a las tradiciones, nacionalista y dolida con Europa. Grzegorz Napieralski, el joven líder de la Alianza Democrática de Izquierdas (SLD), alcanzó el 13,68% de los sufragios. Es un buen resultado que le permitirá inclinar la balanza hacia la derecha conservadora con tics anticapitalistas o hacia el liberalismo.

El sociólogo Edmund Wnuk-Lipinski explica que 'Grzegorz Napieralski ha ganado un importante capital político que hará inclinar la balanza en la segunda vuelta'. El empate técnico entre los candidatos augura una batalla reñida. Ambos rivales ya han empezado a coquetear con los votos de SLD. El diario conservador Rzeczpospolita lo lamenta y cree que 'gran parte' de la sociedad polaca 'tiene miedo a la economía de mercado', porque '45 años del socialismo le inculcó una ilusión de que sólo las instituciones estatales son capaces de garantizar una seguridad social'.

Tanto Komorowski como Kaczynski han lanzado mensajes conciliadores hacia Napieralski. Su bolsa de votos es apetitosa para ambos, pero no está claro hacia dónde se decantará Napieralski. Una parte importante de sus votantes odia el liberalismo económico que defiende Komorowski y apuesta por un Estado social, aunque los dirigentes de SLD sean claramente neoliberales.

En cuanto a la preocupación social, los votantes de SLD coinciden con los del PiS. Pero el ultraconservadurismo de Kaczynski provocará el rechazo de muchos votantes de izquierda. 'Tenemos que ser conscientes, y movilizar nuestras fuerzas y toda nuestra energía para el final de esta carrera presidencial', dijo Komorowski. 'En la segunda vuelta, habrá que elegir entre dos visiones de Polonia, porque está claro que hay diferencias. La llave de la victoria está en nuestra fe en que podemos ganar', manifestó Kaczynski.

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