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La izquierda portuguesa vota unida
la moción de rechazo y tumba
el Gobierno conservador

La votación parlamentaria convierte al segundo Ejecutivo de Passos Coelho en el más breve de la historia de la democracia de Portugal.

El conservador Pedro Passos Coelho gesticula durante el debate en el Parlamento de Lisboa. - REUTERS

PÚBLICO / AGENCIAS

LISBOA.- Once días. Ese es el tiempo que ha durado el Gobierno conservador de Portugal. La izquierda lusa, como había acordado y anunciado previamente, se ha unido este martes para aprobar una moción de rechazo y tumbar así el segundo Ejecutivo de Pedro Passos Coelho, ganador de las elecciones del pasado 4 de octubre pero cuya coalición gubernamental no contaba con mayoría parlamentaria.

La alianza entre el Partido Socialista (PS), el Bloque de Izquierdas y el Partido Comunista (PCP) ha hecho posible que la moción saliera adelante con 123 votos a favor frente a los 107 en contra. La votación ha cerrado el debate parlamentario sobre el programa del Ejecutivo de derechas. Ahora, todas las miradas vuelven a estar sobre el presidente Aníbal Cavaco Silva, que, según establece la Constitución portuguesa, tiene el poder de decidir quién debe formar Gobierno.

El también conservador Cavaco Silva escogió a Passos Coelho como primera opción a pesar de que corría el riesgo de ser tumbado en su primera intervención

El también conservador Cavaco Silva escogió a Passos Coelho como primera opción a pesar de que corría el riesgo de ser tumbado en su primera intervención en el Parlamento. El jefe de Estado debe reunirse nuevamente con todos los partidos y elegir entre encargar a la izquierda la formación de un Gobierno encabezado por el líder socialista, António Costa, mantener al actual Ejecutivo en funciones hasta la celebración de nuevas elecciones ─no antes de junio de 2016─ o formar un gabinete "de iniciativa presidencial" con personas independientes.   

La Carta Magna no obliga a que el nuevo Ejecutivo someta a votación su programa, pero sí permite a la oposición presentar una "moción de rechazo" que, de ser aprobada, implica la dimisión del gabinete de ministros. Desde la llegada de la democracia a Portugal, hace más de cuatro décadas, este recurso sólo prosperó una vez, en 1978, con el independiente Alfredo Nobre da Costa como líder del Gobierno.

"Una voluntad de cambio"

A su salida del hemiciclo, António Costa ha evitado hablar de plazos ─aguardará "serenamente"─, si bien ha recordado que ha llegado a un acuerdo "serio" y público con el Bloque y el PCP para gobernar ─entre las tres formaciones suman seis escaños más de los necesarios para conseguir una mayoría absoluta─. "Estamos en condiciones de garantizar el cumplimiento de las obligaciones internacionales, pero permitiendo la recuperación de las rentas de las familias, el crecimiento de empleo y de la economía", ha afirmado el líder socialista.

"Estamos en condiciones de garantizar el cumplimiento de las obligaciones internacionales, pero permitiendo la recuperación de las rentas de las familias, el crecimiento de empleo y de la economía", defiende Costa

Antes de la votación, el principal aspirante a primer ministro defendió el acuerdo de la izquierda como una "una voluntad de cambio". En su alocución parlamentaria instantes antes de presentarse la moción de rechazo, Costa acusó al gabinete de Passos Coelho de tener "una postura sumisa" ante la UE, sin "luchar por los intereses nacionales". Costa condenó además al afán privatizador de los conservadores, así como "el empobrecimiento y la destrucción de derechos" que, según su opinión, representa el gabinete de Passos Coelho.

En tanto, el hasta este martes primer ministro luso ensalzó sus cuatro años de Gobierno "determinado y realista" y condenó "la mayoría negativa" de izquierdas. El PS "prefirió juntarse a las minorías y, que se sepa, no tienen lazos" en varias materias de fondo, como la pertenencia al euro, agregó Passos Coelho. "Conseguimos salir del cuadro negativo en el que estábamos en el 2011", evocó en relación a los años del duro programa asociado al rescate financiero a Portugal (2011-2014) que fue concedido por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Manifestaciones fuera del Parlamento

Mientras en el interior del hemiciclo la oposición derribaba el Gobierno, dos manifestaciones enfrentadas discurrían a las puertas del Parlamento, una en apoyo de los conservadores y otra favorable a los grupos de izquierda. Miles de personas se juntaron en la zona, separadas por un pasillo de seguridad y atentamente vigiladas por la Policía, que reforzó el operativo para evitar incidentes.

La protesta convocada por miembros de los partidos de derecha dirigió sus críticas contra António Costa y le acusó de encabezar un ataque contra los legítimos ganadores de las elecciones. Enfrente, manifestantes reunidos por el mayor sindicato del país, la CGTP (de orientación comunista), mostraron su respaldo a un acuerdo de izquierdas que ponga fin a la austeridad.

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