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¿Qué hace un jefe militar del Estado Islámico entrenando en EEUU?

Un coronel tayiko, que recibió formación en cinco ocasiones sobre "antiterrorismo” en territorio estadounidense, acaba de convertirse en uno de los máximos responsables de la organización terrorista, creándose otra situación que alimenta las teorías de la conspiración que vinculan a Occidente con los yihadistas de Oriente Próximo.

Gulmurod Khalimov (en el centro) en una imagen sacada de un vídeo difundido por el Estado Islámico.

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

JERUSALÉN.– Las teorías de la conspiración abundan en Oriente Próximo y en otras muchas partes del planeta, y están especialmente presentes en lo tocante a los movimientos yihadistas como el Estado Islámico o Al Qaeda, dos organizaciones que han desestabilizado la región siguiendo el impulso que dio Occidente con la invasión de Irak en 2003 y con el apoyo a las llamadas primaveras árabes de 2011.

En Siria muy pocos dudan de esas teorías y en Rusia es común oír declaraciones en el mismo sentido. Sus defensores sostienen que hay demasiados cabos sueltos. Uno de los personajes que estos días ha saltado a la primera línea es Gulmurod Khalimov, un coronel de Tayikistán especializado en la lucha antiterrorista que ahora viste el uniforme negro del Estado Islámico y ha asumido un cargo militar relevante en la organización.

Khalimov mandaba la fuerza de élite Omon de Tayikistán y había sido condecorado en su país. Entrenado en Estados Unidos en lucha antiterrorista, en la primavera de 2015 abandonó a su familia diciéndoles que se marchaba en un “viaje de negocios” que duraría tres días, para reaparecer poco después en un vídeo propagandístico del Estado Islámico. El departamento de Estado ha confirmado que Khalimov fue entrenado en EEUU en al menos cinco ocasiones entre 2003 y 2014 en “antiterrorismo”. Concretamente, los estadounidenses lo entrenaron en varias disciplinas como “respuesta a situaciones de crisis, negociación de rehenes y liderazgo táctico”, según ha indicado un funcionario de la Administración Obama.

EEUU entrenó a Khalimov en disciplinas como “respuesta a situaciones de crisis, negociación de rehenes y liderazgo táctico”, según un funcionario de la Administración Obama

La fuerza de élite Omón, que tiene entre sus misiones custodiar la embajada de Estados Unidos en Tayikistán, ha sido acusada por la oposición de ser uno de los principales brazos represores del presidente Emomali Rahmon. La oposición ha lamentado que los estadounidenses empleen su dinero en adiestrar a los represores de la democracia en la lucha armada y no en el respeto a los derechos humanos.

En mayo de 2015, tras la grabación del vídeo de Khalimov ya como miembro del Estado Islámico, en su entorno dijeron que el periodo previo a la deserción “se había radicalizado” y había comenzado a reclutar a parientes y amigos para los yihadistas. En junio de ese mismo año el gobierno de Tayikistán emitió una orden de arresto internacional que lo acusaba de “traición” y de participar en operaciones “ilegales” en el extranjero.

El vídeo no tiene desperdicio. Dice Khalimov: “Escuchad, cerdos americanos: he estado en Estados Unidos tres veces (según el departamento de Estado son cinco veces) y he visto cómo entrenáis a los soldados para matar a musulmanes. Habéis enseñado a vuestros soldados a sitiar y a atacar para exterminar el islam y a los musulmanes”. En septiembre de 2015 el departamento de Estado identificó a Khalimov como “terrorista” y la semana pasada el mismo departamento ofreció tres millones de dólares por este líder del Estado Islámico que ha sido calificado de “clave”.

Contactos entre Israel y Al Qaeda

Las teorías de la conspiración son apabullantes cuando se trata de Al Qaeda, representada en Siria hasta hace un mes por el Frente al Nusra, rebautizado ahora como Frente para la Conquista del Levante. El exdirector del Mosad Efraim Halevy, en una entrevista con Al Jazeera de este año, dijo: “Según mis noticias, hasta ahora Al Qaeda nunca ha atacado Israel”. En otras palabras, la organización fundada por Osama bin Laden, que ha profesado la retórica antisemita más virulenta, jamás ha atacado al Estado judío.

Los contactos entre Israel y Al Qaeda, es decir el Frente al Nusra en Siria, han sido documentados por la fuerza de observación de las Naciones Unidas en el Golán sirio. Un informe de la ONU que trascendió el año pasado revelaba la existencia de decenas de contactos entre el ejército israelí y los yihadistas, e incluso daba cuenta de que en ocasiones los israelíes entregaban cajas a los yihadistas, presuntamente armas. Centenares de yihadistas heridos de Al Qaeda han sido atendidos en hospitales israelíes “por razones humanitarias” para ser devueltos después a Siria. Se ha observado que Israel no aplica esta muestra de generosidad con los combatientes de Hezbolá en Líbano o Hamás en la Franja de Gaza o Cisjordania.

Centenares de yihadistas heridos de Al Qaeda han sido atendidos en hospitales israelíes “por razones humanitarias” para ser devueltos después a Siria

En la mencionada entrevista, Halevy admitía la existencia de una alianza táctica entre Israel y Al Qaeda. De hecho, los yihadistas no han disparado ni una sola vez contra Israel, una situación que recuerda la de ciertos grupos palestinos, principalmente el de Abu Nidal, que cometió un sinfín de atentados contra los palestinos y jamás disparó un solo tiro contra Israel.

En este sentido, hay que notar que existen numerosos indicios de que de la misma manera que ciertos grupos palestinos están infiltrados por los servicios secretos israelíes y de otros países con Al Qaeda y también con el Estado Islámico, puede ocurrir algo similar, y que estos grupos sean en realidad marionetas en manos de quienes los guían. Esto es lo que sostienen quienes defienden la teoría de la conspiración. Indicios como los mencionados han sido recogidos ocasionalmente por los medios occidentales. El analista David Ignatius, de The Washington Post, reveló en mayo del año pasado que los israelíes y los jordanos “han desarrollado contactos secretos con miembros del Frente al Nusra”, es decir de Al Qaeda.

En el norte de Siria, la mayor parte de las armas que distribuyen los Estados Unidos, Turquía y Arabia Saudí entre los “rebeldes moderados” han acabado en manos del Frente al Nusra. Washington ha desoído una y otra vez las demandas de Moscú para que deje de armar a los yihadistas, una circunstancia que también se refleja en las teorías de la conspiración.

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