Madrid ha protagonizado un debate de casi dos horas sobre la calidad del aire en las ciudades europeas en la Eurocámara de Estrasburgo esta tarde. Los eurodiputados españoles no han perdido la oportunidad de llevar Madrid Central al terreno de debate europeo, y han copado la primera mitad de las discusiones en las que participaban representantes de todos los países de la UE.

Los políticos españoles han expresado las posiciones de siempre: PSOE y Podemos han defendido Madrid Central; el PP y la ultraderecha han calificado la medida de un "fracaso". Eurodiputados de otros países, como la socialista danesa Christal Schaldemose o el laborista británico Rory Palmer, han apoyado también Madrid Central de manera explícita durante sus intervenciones.

Ciudadanos ha sido el único partido español que no ha enviado a ningún representante al debate, al que asisten los eurodiputados de manera voluntaria, y que servía para que la Comisión y el Consejo Europeo tomaran la temperatura de las posturas de la cámara en el tema.

Los dos representantes de la Comisión Europea y el Consejo han abierto el debate, resaltando la importancia para la salud pública de un aire limpio, y recordando que 400.000 personas mueren al año en Europa de manera prematura por la contaminación atmosférica.

Jorge Buxadé, de Vox, y la popular Dolors Montserrat han sido los primeros eurodiputados españoles en tomar la palabra, arremetiendo contra de Madrid Central. Ambos han pedido medidas en otras áreas como la restricción de las calderas contaminantes, como las de carbón. Buxadé ha acusado además a la izquierda de querer "dañar la imagen y los intereses de España", al denunciar la suspensión de Madrid Central ante las instituciones europeas.

Por su parte, Montserrat ha acusado a la izquierda de querer politizar el debate y ha tachado a los Ayuntamientos de Madrid y Barcelona de ser incapaces de luchar contra la contaminación. Para la popular, "no basta con las restricciones parciales de tráfico", sino que se debe apostar por un mayor uso de combustibles alternativos, mejorar el transporte publico y renovar el parque de automóviles.

Tras un inicio dominado por los conservadores, los representantes de PSOE, ICV y Unidas Podemos han salido a la palestra, uno por uno, para defender la aplicación de Madrid Central.

El socialista César Luena ha calificado Madrid Central de "un éxito" para luchar contra la contaminación y para la calidad de la salud pública. Luena ha leído un extracto del auto que confirmaba el pasado martes la reactivación de las multas en Madrid Central y desestimaba las alegaciones del Ayuntamiento de la capital. El juez de la causa en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 24 de Madrid escribía entonces que "la existencia de deficiencias en el sistema de multas debe ceder ante la protección a la salud y al medio ambiente".

El único eurodiputado verde español, Ernest Urtasun, de Iniciativa per Catalunya, ha denunciado unos minutos después que las ciudades "han estado solas" para combatir la contaminación del aire, y ha pedido a las instituciones europeas que sean "valientes" y defiendan Madrid Central "ante los atropellos de la derecha".

La consigna de los manifestantes a favor de Madrid Central, "pensamos distinto, respiramos igual", se ha escuchado en la Eurocámara durante la intervención de la siguiente eurodiputada española que ha participado, Idoia Villanueva, de Unidas Podemos. "En sólo seis meses de funcionamiento ha reducido la contaminación en la capital a los niveles más bajos de la última década frente a los Gobiernos conservadores, que incumplieron una y otra vez la legislación medioambiental", ha denunciado.

Villanueva ha acusado al nuevo Ayuntamiento de "ir contra la vida de la gente" y ha llamado a la Unión Europea a no permitir que se cancele Madrid Central "por razones puramente sectarias y partidistas".

Ha defendido también la permanencia de Madrid Central el eurodiputado de PSC, Javi López, que ha calificado la suspensión de "inmoral", "irresponsable", y de "ir contra el sentido de la Historia".

El debate sobre Madrid Central, camino de convertirse en un clásico en Bruselas

No es la primera vez que llega un toque de atención de Bruselas por la calidad del aire en Madrid. El comisario europeo de Energía y Clima, Miguel Arias Cañete, ya advirtió hace un mes que, si las ciudades no respetan los límites de la calidad del aire, se lanzarían "los procesos de infracción pertinentes". La propia idea de Madrid Central vino motivada por los anteriores toques de atención de Bruselas para que la capital española implementara una zona de bajas emisiones, algo que existe ya en muchas otras ciudades europeas como Londres, Berlín o París.

Madrid Central sigue de momento en vigor en Madrid, tras la sentencia del pasado martes, que confirmaba la reactivación de las multas y desestimaba las alegaciones del Ayuntamiento de la capital, con el PP y Ciudadanos a la cabeza. Greenpeace y Ecologistas en Acción han sido las organizaciones que han llevado al consistorio a los tribunales para restablecer las acciones para reducir la contaminación en la ciudad.