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Merkel asegura que mantendrá su política sobre refugiados pese al "duro día" en las elecciones en los 'lander'

La canciller alemana afirma que está "firmemente convencida de que se precisa una solución europea, pero esta solución precisa tiempo", al tiempo que incide en la necesidad de "distanciarse" del populismo de derechas de Alternativa para Alemania (AfD)

La canciller alemana y líder de la CDU, Angela Merkel, enla rueda de prens tras los resutados de las elecciones en tres lander, que han mostrado un fuerte ascenso de las formaciones xenófobas. REUTERS/Stefanie Loos

EFE

BERLÍN.- La canciller de Alemania, Angela Merkel, está decidida a mantener su rumbo en la crisis migratoria en busca de una "solución duradera" para reducir la llegada de refugiados, pese al "duro día" vivido el domingo por sus filas en unos comicios regionales marcados por el avance del populismo derechista. "Hemos avanzado en la búsqueda de soluciones, pero no tenemos aún una solución duradera", admitió en su primera comparecencia ante los medios tras los comicios regionales del domingo, donde su gran coalición entre conservadores y socialdemócratas sufrió una fuerte caída de votos.

El cierre de fronteras en la llamada ruta de los Balcanes ha derivado en una "clara reducción" en la llegada de refugiados, tanto a Alemania como a Grecia, dijo la canciller y líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU). Señaló, sin embargo, que esa situación no puede entenderse como una solución "duradera", ya que "el objetivo de los 28 es restablecer Schengen", lo que no significa que Macedonia mantenga ese cierre con Grecia, sino que Grecia "asegure las fronteras exteriores".

"Estoy firmemente convencida de que se precisa una solución europea, pero esta solución precisa tiempo", añadió Merkel, custodiada por sus líderes de los estados federados en Sajonia-Anhalt, Baden-Württemberg y Renania Palatinado, representantes hoy de tres versiones distintas del "duro día" que vivió su partido el domingo.

Los resultados de esas regionales suponen un terremoto político para el país, con la populista Alternativa para Alemania (AfD) convertida en tercera o incluso segunda fuerza y las formaciones hasta ahora establecidas incapacitadas para mantener las coaliciones con las que gobernaron.

La canciller alemana y líder de la CDU, Angela Merkel, con los candidatos de su partido en las elecciones regionales de este domingo, en las que las formaciones xenófobas han registrado un fuerte ascenso. REUTERS/Fabrizio Bensch

La canciller alemana y líder de la CDU, Angela Merkel, con los candidatos de su partido en las elecciones regionales de este domingo, en las que las formaciones xenófobas han registrado un fuerte ascenso. REUTERS/Fabrizio Bensch

El único de los tres líderes de la CDU que logró su objetivo, mantener a su formación como primera fuerza, fue Reiner Haseloff, de Sajonia-Anhalt, pero a cambio ese "Land" dio a la AfD el mayor éxito electoral, al otorgarle el 24% de los votos.

La CDU de Haseloff obtuvo un 29,8% -una pérdida moderada de 2,7 puntos-, pero no podrá reeditar su gran coalición con el Partido Socialdemócrata (SPD), que perdió cerca de once puntos para quedar en 10,6%.

En Baden-Württemberg, la CDU perdió la posición de primera fuerza que tuvo durante décadas, mientras que el líder de los Verdes y actual primer ministro, Winfried Kretschmann, tampoco podrá repetir su alianza con el SPD, que perdió otros diez puntos en ese "Land".

En el tercer "Land" en liza, Renania-Palatinado, la aspirante vicepresidenta de la CDU, Julia Klöckner, no logró el objetivo de imponerse sobre la primera ministra, Malu Dreyer, del SPD, pero ésta también está necesitada de buscarse un nuevo socio, ya que su actual alianza con los Verdes no obtuvo la mayoría necesaria.

La copresidenta del partido xenófobo Alternativa para Alemania (AfD, según sus siglas en alemán), Frauke Petry. REUTERS/Wolfgang Rattay

La copresidenta del partido xenófobo Alternativa para Alemania (AfD, según sus siglas en alemán), Frauke Petry. REUTERS/Wolfgang Rattay

Los únicos que este lunes podían festejar y por partida triple eran los representantes del nuevo populismo de derechas, la AfD, formación surgida en 2013 como partido euroescéptico, que a raíz de la crisis migratoria ha adoptado tintes xenófobas hasta aglutinar el voto de protesta contra la llegada de refugiados.

En una multitudinaria rueda de prensa en la capital, casi tan abarrotada como la fiesta electoral de anoche, los líderes de AfD subrayaron su triunfo por encima, dijeron, de la "propaganda" en contra y de haber sido "increíblemente estigmatizados", insultados e incluso agredidos.

"Alemania ha elegido y creemos que es un buen día para la democracia", afirmó la copresidenta del partido Frauke Petry, respecto el 24,2% de los votos en Sajonia-Anhalt, el 15,1% en Baden-Württemberg y el 12,6% en Renania-Palatinado.

Petry tiene ya la mirada apuntando a las generales de 2017, donde su formación aspira a lograr los escaños que no obtuvo en 2013 (quedó en 4,6%, unas décimas por debajo del listón mínimo del 5%). Eludió pronunciarse directamente acerca de su posición ante el islam, al ser preguntada por la creciente llegada de refugiados musulmanes.

Su compañero de liderazgo, Jörg Meuthen, no tuvo tantos remilgos y sostuvo que "el islam no pertenece a Alemania", pese a que en el país vivan muchos ciudadanos que profesan esa religión.

Fue una rueda de prensa tensa, en la que se recordaron los ataques de Petry a los medios de comunicación ("prensa mentirosa", ha sido uno de sus eslóganes) y en la que ésta mostró su hartazgo ante preguntas "dirigidas" o "ideologizadas". 

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