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A un mes de su investidura, Bolsonaro ataca la política indigenista en Brasil

El presidente electo, Jair Bolsonaro, ha considerado que trabajan en pro de intereses extranjeros y afirmó que quiere "integrar el indio a la sociedad" para que "sea igual a nosotros".

El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, ofrece una rueda de prensa después de participar en una ceremonia de graduación de oficiales en la Academia Militar de Agulhas Negras.- EFE

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Cuando falta un mes para su investidura, el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, atacó hoy las políticas indigenistas del país al considerar que trabajan en pro de intereses extranjeros y afirmó que quiere "integrar el indio a la sociedad" para que "sea igual a nosotros".

"Un gran problema que tenemos aquí, y que tiene que ser visto con bastante cautela, es que las políticas indigenistas y ambientales no trabajan en pro de Brasil, trabajan en pro de intereses extraterritoriales", expresó Bolsonaro en una rueda de prensa.

El mandatario electo participó este sábado en una ceremonia de graduación de oficiales en la Academia Militar de Agulhas Negras, en la localidad de Resende, interior del estado de Río de Janeiro, la misma donde él se formó en 1977 y realizó el curso de paracaidista.

Bolsonaro dijo que Brasil tiene todo para "ser una gran nación", pero que "por causa de una política tacaña y mezquina, que ha potenciado la cuestión ambiental e indigenista", el país continúa "patinando en economía".

"Tenemos que cambiar eso", aseveró. Afirmó ser un "defensor del medioambiente", pero no de esa "forma chiíta" y aseguró que "no admitirá más" que el Instituto Brasileño de Medioambiente (Ibama) salga "multando a diestro y siniestro".

"Esa fiesta va a acabar", señaló Bolsonaro, líder de una incipiente extrema derecha en Brasil y quien sucederá a Michel Temer al frente de la Presidencia el 1 de enero en Brasilia.

El gobernante electo aún no ha designado a su futuro ministro de Medioambiente, cartera que pretendió fusionar con la de Agricultura, pero al final tuvo que dar marcha atrás ante el revuelo generado.

Bolsonaro manifestó que quiere "el bienestar del indio" y que su intención es "integrarlo a la sociedad". "Nuestro proyecto para el indio es hacerlo igual a nosotros. Ellos tienen las mismas necesidades que nosotros (...) El indio quiere médico, quiere dentista, el indio quiere televisión, quiere Internet", enumeró.

"Es 'igualito' a nosotros y nosotros vamos a proporcionar los medios para que el indio sea igual a nosotros", completó. En Brasil existen alrededor de 600 reservas indígenas, equivalentes al 13 % del territorio nacional.

Sin embargo, hay otros cientos de zonas reclamadas por diferentes tribus que aún continúan a la espera de ser debidamente delimitadas, un impás que según los propios indios y las ONG favorece la violencia en el campo.

En la pasada campaña electoral, Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército, ofreció a los indígenas "vivir de las regalías" de la "minería" y de las de las "posibles hidroeléctricas que podrían ser construidas" en sus terrenos, así como de la "explotación de la biodiversidad".

Este sábado recalcó que "Brasil es el país que más preserva el medioambiente" y denunció que algunos estados como Acre y Rondonia, ubicados en la Amazonía brasileña, la población local solo puede usar para su beneficio "en torno al 20 %" de las tierras, algo "equivocado" en su opinión.

De acuerdo con el último censo, que data de 2010, la población indígena en Brasil es de casi 900.000 personas, de las cuales cerca del 60 % vive en reservas protegidas. En otro polémica declaración de la víspera, Bolsonaro comparó mantener a las tribus "recluidas" en reservas con tener "animales en zoológicos".

El gobernante electo también reforzó sus críticas contra el Acuerdo de París. En la campaña, amagó con abandonar el pacto, luego dio enterró esa idea, pero nunca dejó cuestionarlo.

A su juicio, el acuerdo contra el cambio climático no favorece los intereses del país, una postura parecida a la de su admirado presidente estadounidense, Donald Trump, quien el año pasado decidió abandonar el mismo.

La postura de Bolsonaro no llega a ese extremo, pero sus opiniones han provocado que el presidente francés, Emmanuel Macron, dijese, en el marco de la cumbre del G20, que no es "favorable a que se firmen acuerdos comerciales amplios con potencias que no respetan el Acuerdo de París y que lo anunciaron así".

El ultraderechista respondió este sábado con una pregunta retórica: "¿Qué hizo Europa para mantener sus bosques? ¿Quieren dar su opinión aquí?".

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