La indignación en Grecia contra los crímenes racistas, cada vez más frecuentes, y el auge de la extrema derecha ha inundado las calles de Atenas. Tras el asesinato el viernes de un inmigrante paquistaní a manos de simpatizantes de Amanecer Dorado, este sábado varios miles de personas han marchado desde la plaza Omónia hasta la plaza Syntagma, donde se ha celebrado un concierto antirracista y se ha dado el último adiós al joven asesinado.

El ataúd de Shehzad Luqman, de 27 años, ha sido trasportado a hombros por amigos de la víctima, que lo han colocado en el centro de la céntrica plaza, donde los manifestantes han guardado un minuto de silencio.

La marcha, organizada por la plataforma 'Unidos contra el racismo', ha contado con la participación de diversos consejos municipales, asociaciones de inmigrantes y el partido de la izquierda Syriza. Así, los convocantes han denunciado que el fiscal no haya dado el tratamiento de 'crimen racista' a este delito, lo que implicaría penas aún mayores.

Los convocantes denuncian que el fiscal no haya lo considerado como 'crimen racista'

El asesinato del joven se produjo el viernes en el barrio ateniense de Petralona. Los dos presuntos autores, de 25 y 29 años, fueron detenidos poco después en la plaza de Syntagma, gracias a la denuncia de un testigo que había apuntado la matrícula de la moto en la que huyeron.

En la casa de ambos fueron halladas diversas armas blancas, así como balas de armas de fuego, y en la del sospechoso de 29 años, bombero de profesión, numerosos panfletos de Amanecer Dorado. Los dos sospechosos serán conducidos el domingo ante el juez instructor.