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La muerte de un joven indígena a manos de la policía agudiza el conflicto del Estado chileno con el pueblo mapuche

Camilo Catrillanca falleció tras recibir un disparo a la cabeza por parte de un comando policial entrenado en Colombia para combatir en la guerra de guerrillas

Protesta en Santiago (Chile) por la muerte a tiros de un comunero mapuche en el sur del país. (ALBERTO VALDÉS | EFE)

Sirenas, barricadas, corredizas de gente por las calles, y gas lacrimógeno impregnando el aire. Fue una tarde de jueves fuera de lo habitual en Santiago de Chile, con la ciudad destilando una sensación de caos que se alargó hasta bien entrada la noche. Pasadas las 10 de la noche todavía se escuchaban alarmas cerca del centro.

La jornada de protestas que se vivió este jueves en la capital chilena partió en la noche del miércoles, continuó en la mañana del jueves con movilizaciones de los estudiantes y siguió durante la tarde. A las siete se habían convocado concentraciones tanto en Chile como en Argentina bajo el lema El pueblo mapuche es uno, para exigir justicia para el joven mapuche Camilo Catrillanca, de 24 años, quien murió tras recibir un disparo en la cabeza por parte de Carabineros. Padre de un niño de seis años y con su pareja embarazada de ocho meses, era conocido por ser nieto de un líder mapuche y su lucha por el fin de la militarización del territorio.

Los hechos ocurrieron el miércoles en la tarde, cuando un operativo del Grupo Táctico de Carabineros, más conocido como Comando Jungla, allanó la comunidad de Temucuicui en búsqueda de tres coches robados en una escuela rural del municipio de Ercilla, cerca de la ciudad de Temuco, unos 700 kilómetros al sur de Santiago, en plena zona mapuche de la región de La Araucanía.

El Comando Jungla, operativo desde julio de este año, es un grupo de 80 agentes policiales entrenado en Colombia, bajo los mismos programas y técnicas de preparación militar que reciben los uniformados que combatieron a las FARC para actuar en casos de "violencia rural".

La iniciativa ha sido una de las medidas más polémicas del segundo gobierno del presidente Sebastián Piñera, y fue duramente cuestionada por aumentar la militarización de la zona antes que optar por una solución política al conflicto.

"El escenario de guerrilla que vivió Colombia no es el que se vive en La Araucanía, donde no existen las guerrillas, no existe la lucha armada, por lo tanto, no puedes mandar a perfeccionar a Carabineros a un lugar donde hay guerras irregulares", opina el historiador mapuche Fernando Pairicán. Explica, también, que las comunidades indígenas ya denunciaron en 2002 la militarización del territorio mapuche: "No era retórica porque había más policías [en la zona], sino que respondía a que había militares patrullando en barcos zodiak por los lagos y ensayos contra la insurgencia en la frontera de Chile con Argentina, donde se tomaba un caso hipotético de una comunidad mapuche en estado de sitio".

Versiones contrapuestas de la muerte

Uno de los principales interrogantes por esclarecer es si Camilo Catrillanca habría participado o no del robo de los coches. A medida que han ido pasando las horas se han conocido más detalles de los acontecimientos, y las versiones entre las distintas partes implicadas no coinciden.

El padre del joven, Marcelo Catrillanca, contó a la prensa que su hijo estaba regresando del trabajo, alrededor de las 4 de la tarde, cuando se topó con el Comando Jungla. Y precisó: "Mi hijo no estaba vinculado al robo de los autos, él andaba trabajando en la comunidad en su tractor cuando se encontró el tiroteo". De hecho, vídeos y audios que circulaban por redes después de los hechos daban testimonio de las ráfagas de balas y los helicópteros sobrevolando la zona.

Sin embargo, la máxima autoridad de la región de La Araucanía, Luis Mayol, aseguró que el joven participó del contingente que robó los automóviles e incluso afirmó que "tiene antecedentes por receptación de vehículos".

En su versión inicial, el general director de Carabineros, Hermes Soto, no dio por confirmada la participación de Catrillanca en el robo, pero sí remarcó que "tenía antecedentes de delitos anteriores", en referencia a una detención del día 22 de octubre. Luego se conoció que el chico ni siquiera fue formalizado y que las autoridades mintieron, ya que su única aparición en los registros judiciales es del año 2013 por una detención masiva en la comunidad de Temucuicui, proceso en el que él ni siquiera fue imputado.

Hermes Soto argumentó que pese a tratarse de un "delito común", dieron indicaciones al Comando Jungla de actuar porque "era una situación que se produjo en una zona de conflicto y era un delito grave para lo que ocurre en la zona". Y dejó en claro que la muerte del joven no tiene que ver con "razones étnicas".

Conmoción social y política

La muerte de Camilo Catrillanca ha cogido al presidente Piñera de gira en Singapur, por lo que quien asumió como vicepresidente es el ministro del Interior, Andrés Chadwick, máximo responsable de la seguridad pública del país. Pero La Moneda guardó silencio y tardó varias horas en dar declaraciones públicas sobre los hechos.

No fue hasta el jueves, a las 10:30 de la mañana, que compareció Chadwick ante la prensa. Con un discurso totalmente basado en el "foco delictual", el segundo de abordo repitió el guión de Hermes Soto y Luis Mayol: "Nuestro respaldo a Carabineros es en el cumplimiento de sus deberes, y el cumplimiento de sus deberes consiste la persecución de los delincuentes cuando han cometido hechos delictuales, para efectos de poder dar con su detención y ponerlos a disposición de la justicia", dijo. "Lamentamos profundamente la muerte de Camilo Catrillanca. No queremos, y esperamos que nunca muera un joven, cualquiera sea su origen, lugar o circunstancia, producto de hechos de violencia", reiteró Chadwick.

Por su parte, Piñera aseguró 19 horas después de los hechos y a través de Twitter que el gobierno "agotará medios para investigar la verdad" e insistió en "el deber de Carabineros de perseguir delitos y su derecho a defenderse cuando son atacados".

La muerte de Catrillanca ha agudizado la tensión en la zona y se convierte en un nuevo problema para el gobierno, que se había propuesto suavizar el conflicto a través del Acuerdo Nacional por el Desarrollo y la Paz en La Araucanía. Diseñado por el Ejecutivo y con la participación de empresarios y representantes de algunas comunidades mapuche, el plan fue presentado en septiembre para dar solución a los problemas económicos de la zona. Pero según el historiador Pairicán, este horizonte desde hoy está un poco más lejos: "Esos hechos [en referencia a la muerte de Catrillanca] alejan cada más una conversación fructífera para un acuerdo político", aseguró.

Por su parte, la oposición, ya ha anunciado que interpelará al ministro Chadwick por sus responsabilidades políticas en los incidentes. Además, la coalición de izquierdas del Frente Amplio pidió al ejecutivo la dimisión de Luis Mayol, y el retiro "inmediato" del Comando de La Araucanía.

El caso de Catrillanca se suma a una lista de 15 miembros de comunidades mapuche que desde 2001 han muerto a manos del Estado, con trabados procesos de investigación y montajes policiales de por medio.

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