A comienzos de enero el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, se desplazó hasta el complejo de la Midrasha, la sede del Mosad al norte de Tel Aviv, para autorizar la operación que el día 20 del mes pasado costó la vida al líder de Hamás. Mahmud al-Mabhuh, en Dubai, y supervisar los últimos preparativos, informó ayer The Sunday Times.

Netanyahu fue recibido por el jefe del Mosad, Meir Dagan, quien lo condujo hasta una sala en la que se encontraban varios agentes. El equipo explicó al primer ministro sus planes. Netanyahu los escuchó atentamente y se despidió diciendo: 'El pueblo de Israel confía en vosotros. Buena suerte'.

Según la policía, el líder de Hamás fue asfixiado y electrocutado

El 19 de enero, el comando, que ya se encontraba en Dubai, fue informado desde Damasco a través de un mensaje desde un teléfono móvil austriaco de que Mabhub había salido con dirección al Emirato. Su llegada al hotel también fue confirmada mediante un teléfono móvil. Apenas cinco horas después, Mabhuh había sido asesinado.

En cuanto Mabhuh puso los pies en Dubai, los agentes israelíes se dividieron en tres grupos. El primero se encargó del seguimiento de la víctima, el segundo preparó el asesinato y el tercero supervisó a los otros dos. Cuando la víctima llegó al hotel, un agente verificó el número de su habitación en la recepción y dos agentes, disfrazados de tenistas, lo siguieron hasta su cuarto.

Por la tarde Mabhuh salió del hotel. El diario londinense no está seguro de qué ocurrió entonces. Una posibilidad es que los asesinos entraran en la habitación durante su ausencia y esperaran su retorno. La otra posibilidad es que entraran en la habitación simulando ser empleados del hotel cuando ya había vuelto el palestino.

Algunos miembros del comando israelí usaron pasaportes diplomáticos

La causa de su muerte fue, según la policía dubaití, la asfixia con un almohadón, seguida de una fuerte descarga eléctrica para simular una muerte natural. Sin embargo, The Sunday Times sugiere que pudo ser envenenado.

El Mosad sabía que el hotel Al Bustan Rotana estaba lleno de cámaras de vídeo, pero se sorprendió al comprobar la eficacia de la policía local en la presentación del material recopilado, películas y pasaportes, ante los medios de comunicación.

Paralelamente, el jefe de la policía de Dubai está filtrando por el sistema de goteo información relativa a la operación del Mosad. El último dato facilitado por Dahi Jalfan Tamim, publicado ayer por el diario Al-Bayan, indica que algunos miembros del comando utilizaron pasaportes diplomáticos.

El periódico no es muy explicito, aunque señala que estos pasaportes se usaron para entrar en el emirato. Aparentemente, fueron utilizados por al menos dos agentes, que presentaron pasaportes diplomáticos irlandeses en la frontera. No se descarta que el comando también los utilizara de otros países europeos.

Según Jalfán Tamim, los asesinos aproximadamente una veintena, de los que sólo 11 se han identificado utilizaron los mismos pasaportes, con hologramas auténticos, en viajes anteriores, coincidiendo con desplazamientos de la víctima a Dubai.

Los datos que se filtran apuntan cada vez con mayor certidumbre a que los países europeos implicados colaboraron con el Mosad de buen grado y por iniciativa propia, en contra de lo que sostienen los gobiernos de esos mismos países.

Ayer también se conoció el extraño caso de Michael Bodenheimer, un judío ultraortodoxo que reside en Tel Aviv, y cuyo pasaporte alemán, expedido recientemente en Colonia, fue usado por el comando. Bodenheimer asegura que sólo tiene pasaportes de Israel y de EEUU, su país de origen, y que nunca ha solicitado un pasaporte a Alemania, de donde procedían su padres.