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Netanyahu orilla la iniciativa de Francia y ofrece a Egipto la mediación con los palestinos

El primer ministro israelí ha rechazado la iniciativa francesa para resolver el conflicto israelo-palestino y ha propuesto al presidente egipcio Sisi la mediación con los palestinos. Netanyahu insiste en que solo una “negociación directa y sin condiciones” puede resolver el conflicto a pesar de que esta vía ha fracasado durante veinticinco años.

Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí. Archivo EFE

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

JERUSALÉN.– El primer ministro Benjamín Netanyahu ha lanzado una contraofensiva diplomática para bloquear la iniciativa de paz de su colega francés, Manuel Valls, y ha pedido la intervención del presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi para preparar un encuentro a tres bandas con el propio Sisi, Netanyahu y el presidente Mahmud Abás.

En medios políticos israelíes se considera que Netanyahu está tratando de perder tiempo hasta que Barack Obama abandone la Casa Blanca en enero próximo y haya un nuevo presidente americano más proisraelí y que permita que Israel siga construyendo a destajo en las colonias judías sin meter las narices.

Netanyahu está implicando a Sisi con la conocida canción de que solamente una “negociación directa y sin condiciones” con los palestinos puede resolver el conflicto. No obstante, las condiciones las está cambiando Israel a diario en los territorios ocupados sin que nadie intervenga, de ahí que la iniciativa de Valls constituya un engorro para Netanyahu.

Un cuarto de siglo después de la Conferencia de Madrid de 1991, la negociación directa y sin condiciones se ha revelado inútil y ha permitido a los sucesivos gobiernos israelíes multiplicar su población en las colonias judías. Esto explica que Netanyahu quiera continuar indefinidamente con la misma fórmula.

En la oficina del primer ministro Netanyahu se considera que Sisi puede servir de hombre de paja para su ofensiva diplomática puesto que es un presidente muy débil que precisa del apoyo de la comunidad occidental para mantenerse en el poder, y es aquí donde Israel juega un importante papel que Sisi necesita de manera permanente.

“Netanyahu y Sisi hablan continuamente por teléfono”, dice una fuente en la oficina del primer ministro. “Hablan por lo menos una vez a la semana, y a veces más”. Esta circunstancia ayuda a comprender la dependencia de Sisi y el hecho de que Netanyahu le haya pedido la mediación a un hombre que depende de él para continuar de presidente.

Reunión a tres bandas

Según informaciones procedentes de El Cairo, en la capital egipcia se encuentra una “delegación de alto nivel político y de seguridad” que ha llegado a bordo de un avión de Air Sinai, que es una compañía de bandera egipcia, la única que une Tel Aviv con El Cairo.

Por su parte, fuentes palestinas han confirmado que Abás ha estado en las últimas horas en El Cairo, de donde ha partido en la tarde del martes para realizar una visita oficial a Sudáfrica. Estas fuentes han negado que la presencia de Abás esté relacionada con la presencia de la delegación israelí, y hablan de una “coincidencia”.

Las fuentes egipcias señalan que la delegación israelí se ha reunido con varias contrapartes egipcias, incluidas una delegación del ministerio de Asuntos Exteriores y otra del Consejo para la Seguridad Nacional, y que el objetivo de estos encuentros es preparar una reunión a tres bandas entre Sisi, Netanyahu y Abás.

La iniciativa francesa es muy molesta para Netanyahu por varias razones. En primer lugar, Manuel Valls ha convocado para el 3 de junio en París una reunión de más de veinte ministros de Exteriores que discutirán la celebración de una conferencia sobre el conflicto israelo-palestino antes de final de año, en una fecha que todavía no se ha decidido.

No está claro cómo ha surgido la iniciativa francesa aunque no existe ninguna posibilidad de que Valls la haya lanzado sin contar con el visto bueno de Estados Unidos, un asunto que preocupa en Israel por la enorme desconfianza que Netanyahu siente hacia Obama.
Se da la circunstancia de que para la reunión de París de la próxima semana los franceses no han convocado ni a israelíes ni a palestinos, quienes solamente se sumarán a la iniciativa más adelante, una vez los reunidos en París hayan creado un marco adecuado para lanzar las negociaciones.

Intervención energética

Las características de esa reunión internacional preocupan por sí mismas a Netanyahu. “No vamos a conseguir la paz por medio de una conferencia internacional al estilo de las Naciones Unidas, o mediante dictados de la comunidad internacional acerca de nuestra seguridad”, advirtió el lunes Netanyahu a Valls.

Pero a estas alturas está claro que solamente una intervención muy enérgica de la comunidad internacional puede obligar a Israel a detener y revertir la ocupación, y no está claro que la comunidad internacional vaya a hacerlo. Las “negociaciones directas y sin condiciones” en las que insiste Netanyahu están condenadas al fracaso y solamente la aplicación de las leyes internacionales puede resolver el conflicto.

El papel de Europa es esencial en todo este embrollo dado que el margen de maniobra de la administración Obama es muy reducido. Se ha de señalar que el secretario de Estado John Kerry confirmó la semana pasada que estará en París el 3 de junio, y que su confirmación llegó después de ciertas vacilaciones e inmediatamente después de que se supiera que el ultraderechista Avigdor Lieberman será el nuevo ministro de Defensa de Israel.

Netanyahu está haciendo todo lo que está a su alcance para descarrilar la iniciativa francesa y su última idea consiste en utilizar a Sisi para este fin. El éxito de la conferencia de París es dudoso pero está en las manos de los países europeos imponer una solución al conflicto basada en la legislación internacional y en la que la “negociación directa” ocupe un papel secundario.

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