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Un nuevo escenario político en Cuba

El Gobierno dará libertad para vender productos básicos mientras prepara una reforma agraria que se convertirá en 'una cuestión de Estado'

GORKA CASTILLO

La parte crucial del discurso de ayer de Raúl Castro fue anunciar cambios fundamentales en la producción agrícola, uno de los caballos de Troya a los que se viene enfrentando con escaso éxito el socialismo cubano desde la desaparición del imperio soviético. 'La producción de alimentos debe constituir una tarea fundamental para los dirigentes del partido. Es un asunto de máxima seguridad nacional', dijo sin ambages el jefe del Estado. No es para menos.

En medio del maremoto de recesión global anunciada, los próceres de la economía cubana han visto las orejas al lobo y pretenden desplegar este mismo año la balsa neumática que reflote sus deprimidos recursos: la cuarta reforma agraria desde el triunfo de la revolución.

La idea es poner en marcha los 3,5 millones de hectáreas cultivables en el país, que en la actualidad se encuentran abandonadas o subexplotadas. La piedra angular serán las Cooperativas de Crédito y Servicios (CCS).

La primera decisión afectará al reparto de estas tierras a quien demuestre que puede trabajarlas. Propietarios de 50 hectáreas han comenzado a recibir otras 20. Pero los problemas que se vislumbran son múltiples. El primero es el sistema crediticio. La nueva Administración ya ha anunciado que se encuentra embarcada en el diseño de un proceso de refinanciación en pesos convertibles para que los campesinos puedan comprar maquinaria agrícola.

El siguiente paso será modificar las reglas de la comercialización de los productos, hasta ahora fijadas por el Estado. La prueba de fuego se realizó el año pasado y resultó un éxito espectacular.

Se aumento del precio de la leche y se eliminó la intermediación estatal en su distribución. El resultado fue que la producción láctea se duplicó, que los ingresos de los ganaderos ascendieron hasta los 4.000 pesos mensuales (160 dólares) -10 veces el salario medio de un cubano-  y que las empresas requirieron más mano de obra porque los sueldos que se pagaban alcanzaron la estratosfera -700 pesos-.

Los cubanos esperan que la medida alcance ahora a la patata, las hortalizas y la carne de cerdo. El dilema de tener que vender la mayor parte de su producción al Estado será ventilado en breve, cuando el Gobierno fije su pequeña cuota social y dé libertad a los productores para que vendan como mercaderes persas. Será como hacer el harakiri al sistema socialista más antiguo de la tierra.

La llegada al poder de Raúl Castro en julio de 2006 ha provocado más cambios en la vida de la sociedad cubana que en décadas de presidencia de Fidel. Algunos expertos del proceso político en la isla hablan de “una revolución dentro de la Revolución”. Estos son los cambios más destacados:

1.- Aparatos electrónicos

La decisión de permitir la venta libre de electrodomésticos en Cuba, especialmente de microondas y frigoríficos, ha desatado una obsesión consumista a pesar del bajo salario de sus ciudadanos. Pero lo que verdaderamente ha revolucionado a la sociedad cubana han sido los teléfonos móviles. La empresa estatal de Telecomunicaciones (Etecsa) reveló hace escasas fechas que 7.400 ciudadanos contrataron líneas telefónicas inalámbricas en los primeros 10 días tras la liberalización. La satisfacción es evidente pero se han escurrido críticas, especialmente al precio. Un frigorífico cuesta 400 pesos convertibles –250 euros–  pero el acceso a esta segunda moneda no está al alcance de todos. Así, se ha decidido fijar su precio en 6.000 pesos cubanos (250 convertibles) se flexibilizarán los pagos con descuentos en los salarios o en las jubilaciones.

2.- Acceso a los hoteles

El 31 de marzo se autorizó la entrada en todos los hoteles de Cuba a los ciudadanos locales, acceso que se mantenía restringido desde la década de los noventa. Ahora el hospedaje sólo estará limitado por el precio de las habitaciones que pueden llegar a los 160 dólares diarios, casi el sueldo de 10 meses para un cubano. Pese a todo, las empresas hoteleras, entre ellas las cadenas españolas, lo celebraron por todo lo alto.

3.-Cambios en Educación

La designación de José Ramón Fernández, uno de los hombres más cercanos al presidente Raúl Castro, como superministro para todos los niveles y tipos de educación, incluyendo la militar, ha sido interpretado como un gesto de poder del jefe del Estado en detrimento de Fidel. Fernández tiene 85 años y fueoficial del Ejército.

4.- Incremento de pensiones

El Gobierno anunció el domingo un nuevo paso en su política de cambios al aumentar un 20% las jubilaciones y anunciar un alza salarial gradual con el fin de eliminar la brecha existente entre el coste de vida y los sueldos. De esta forma, los jubilados, que reciben hasta 400 pesos mensuales (17 dólares) pasarán a percibir 480 pesos. El salario medio en Cuba es 408 pesos. 

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