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Obama se erige como el paladín de las clases medias

El presidente de EEUU hace balance de su gestión durante los últimos cuatro años y defiende como su mayor trofeo la puesta en marcha de la reforma sanitaria

María Peña (EFE)

El presidente de EEUU, Barack Obama, defendió ayer, en entrevista exclusiva con Efe, los logros de su primer mandato, y aseguró que, al final de lo que espera que sea un largo camino de gobierno, el país lo recuerde como el que luchó por el 'ciudadano de a pie y la clase media'.

'Espero que al final de muchos años como presidente, la gente mire hacia atrás y diga que luchamos por las familias comunes y corrientes, que luchamos por la clase media para crear una economía que continúa dando oportunidades a todo el que esté dispuesto a trabajar duro', dijo Obama, que aspira a un segundo mandato al frente de su país.

El mandatario también dejó claro que su mayor trofeo legislativo ha sido la puesta en marcha de una reforma sanitaria en 2010 como 'pieza clave' para la seguridad de la clase media al ampliar la cobertura médica a millones personas, incluyendo a nueve millones de latinos.

Obama minimizó las críticas de que no ha explicado con claridad la agenda porque, aseguró, sus metas para un segundo mandato son 'claras': un millón de empleos manufactureros; la duplicación de las exportaciones; eliminar los recortes tributarios para quienes 'exportan' empleos al exterior, ampliar las oportunidades educativas y reducir el déficit.

También destacó el reducir el costo de la universidad, la creación de nuevas fuentes de 'energía limpia', sacar las tropas de Afganistán, y mayores inversiones en las infraestructuras con el dinero que se ahorre con el final de las guerras en Irak y Afganistán. Esas inversiones, aseguró, ayudarán en particular a los latinos que han sido 'desproporcionadamente' golpeados por una merma en el sector de la construcción y la burbuja hipotecaria.

Por otra parte, Obama matizó que como candidato en 2008 presentó su 'visión' para el país y que, a su juicio, no dijo que cumpliría con todas sus promesas, incluida la reforma migratoria, para el final de su primer mandato, sino al menos empezar a avanzar en esa dirección.

No obstante, Obama reiteró su compromiso de impulsar la escurridiza reforma migratoria integral que, insistió, requerirá apoyo republicano. 'Mientras tanto, lo que voy a seguir haciendo es tomar acciones administrativas siempre que pueda, para lograr que nuestro sistema (migratorio) sea más inteligente y eficaz'.

La llamada 'acción diferida', que por dos años suspende la deportación de hasta 1,7 millones de estudiantes indocumentados 'ya avanza mejor de lo que la gente anticipó y sienta las bases para que logremos una solución más permanente', señaló.

Sobre América Latina, Obama insistió en que, contrariamente a lo que afirman sus detractores, él no ha 'abandonado' a la región sino que ha buscado fortalecer los lazos comerciales y de cooperación en materia de seguridad, política energética y la lucha contra el narcotráfico.

Asimismo, el mandatario expresó interés en hacer otra gira por Latinoamérica, si logra un segundo mandato, porque, subrayó, es una región que augura un gran crecimiento y más oportunidades, si bien también afronta grandes retos.

En ese sentido, aseguró que el Gobierno de EEUU ha tenido una cooperación 'sin precedentes' con México en la lucha antinarcóticos y ésta continuará con el entrante presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.

El presidente nortamericano reiteró su mensaje de que él, y no su rival republicano, Mitt Romney, tiene la fórmula para sacar al país del atolladero en que quedó, según él, por las políticas de la anterior Administración de George W. Bush, entre éstas los recortes tributarios para los más ricos. Aunque admitió que es difícil lograr un equilibrio en las exigencias de gobernar el país, hacer campaña, y pasar tiempo con su familia, pero la clave, aseguró, ha sido la contratación de un equipo de asesores 'sobresalientes'.

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