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"La ocupación significa confiscar tierras y matar a inocentes"

Yehuda Shaul, military fundador de Romper el Silencio, una organización que denuncia los crímenes del Ejército israelí

E. G. GASCÓN

'Queremos que los israelíes sepan lo que ocurre en los territorios ocupados'

En junio de 2004 la segunda intifada estaba en su apogeo. Yehuda Shaul era sargento en la Brigada Nahal, una de las unidades de élite del Ejército de Israel. Poseía la experiencia suficiente para darse cuenta de que la actuación de los soldados en los territorios ocupados no era modélica. No se calló y con otros compañeros de armas fundó la organización Shovrim Shtika (Romper el Silencio).

¿Qué les llevó a tomar esa decisión?

Estábamos destinados en Hebrón y veíamos lo que ocurría a nuestro alrededor, demoliciones de casas, arrestos, patrullas, etcétera. Toda mi vida había sido un ciudadano normal y de pronto en Hebrón me di cuenta de que no sólo era un soldado, sino también un civil, y que las cosas que hacíamos en los territorios ocupados no tenían sentido. Algo estaba equivocado y era necesario corregirlo.

¿Cómo empezó a actuar Romper el Silencio?

Nuestra primera actividad fue una exhibición en Tel Aviv. Queríamos llevar Hebrón a Tel Aviv. La exhibición contenía las experiencias de 65 soldados del batallón y la visitaron 70.000 personas. Fue curioso ver que mucha gente se identificaba con nosotros y había soldados que decían 'Esto mismo me ha pasado a mí y no he estado en Hebrón'.

¿Qué actividades realizan actualmente?

Cada año realizamos charlas en los institutos para mostrar a los jóvenes lo que se van a encontrar durante el servicio militar. También hemos entrevistado a 600 soldados y sus testimonios se publican en Internet o en la prensa. Además, cada año realizamos 125 visitas guiadas a Hebrón. Queremos que los israelíes sepan qué es lo que realmente sucede en los territorios ocupados.

¿Cuáles son las conclusiones de ese trabajo?

Nuestra misión consiste en denunciar la corrupción moral del Ejército; llevar hasta la gente la pregunta de hasta dónde puede llegar esa corrupción. Queremos que se sepa que la ocupación significa confiscar tierras, matar a inocentes y destruir sus campos y sus viviendas.

¿Proponen alguna solución?

No proponemos soluciones políticas, simplemente denunciamos. Los políticos aseguran que Israel es diferente y que nuestro Ejército es moral, a diferencia del resto de los ejércitos del mundo. Nosotros tratamos de demostrar que eso no es cierto y que el Ejército israelí no es una excepción.

¿Cómo reaccionan los israelíes corrientes?

Creo que la gente no quiere saber lo que ocurre y si lo saben se lo niegan a sí mismos. En una sociedad moralmente corrupta cada acción puede ser corrupta.

¿Qué piensa de lo que ha ocurrido en Gaza en las últimas semanas?

Los soldados han perdido toda sensibilidad y están dispuestos a cruzar una línea roja tras otra. El nivel de inmoralidad a que se ha llegado en Gaza es nuevo, no existía hasta ahora. La sociedad ni siquiera se ha molestado en discutir lo ocurrido y nadie ha pedido responsabilidades.

El Gobierno ha responsabilizado a Hamás.

Israel debe medirse a sí mismo como una democracia y no puede compararse con Hamás. Si usas la artillería en zonas pobladas sabes que morirán civiles inocentes. El Ejército israelí no para de decir las mentiras que la gente quiere escuchar. Éste es el aspecto más inquietante de la ocupación. La operación militar de Gaza engendrará otra generación de odio. Ha sido una reacción desproporcionada que servirá para que Gaza continúe siendo una fábrica de odio.

¿Le han creado problemas sus actividades?

Hay gente que nos llama traidores, pero he de destacar que se nos deja hablar en los institutos. Creo que nos lo permiten porque somos soldados, muchos de unidades de élite, y eso es algo que la gente tiene presente.

¿Quiénes financian la organización?

La principal fuente de financiación es el New Israel Fund, un fondo al que contribuyen judíos liberales de Estados Unidos que defienden la democracia, la igualdad de sexos, los derechos de las minorías, los derechos humanos y el pluralismo religioso. También hay otros muchos contribuyentes. Este año por primera vez vamos a recibir dinero de la Cooperación Española. Pero Romper el Silencio es una organización pequeña que funciona gracias a los voluntarios que trabajan sin recibir nada a cambio.

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