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Olmert tiene prisa por dejar algún legado político

El primer ministro israelí quiere cerrar un acuerdo fronterizo con Palestina

OSCAR ABOU-KASSEM

La inminente salida de Ehud Olmert como primer ministro israelí ha provocado un acelerón de las negociaciones con los palestinos para intentar alcanzar un acuerdo de paz.

Pero las prisas del primer ministro israelí en dejar algún legado político no son suficientes. Mientras la parte israelí se conformaría con firmar un acuerdo básico de fronteras, los palestinos exigen que se llegue a un tratado definitivo sin aparcar los temas que consideran fundamentales: soberanía de Jerusalén y futuro de los refugiados.

Se trata de solucionarlo ahora o dejarlo para que los próximos gobiernos israelíes y estadounidenses retomen la negociación. La desesperación de Olmert le ha llevado a dedicarse exclusivamente a la negociación con Mahmud Abás, el presidente palestino.

Kadima, el partido del primer ministro, elegirá sucesor el próximo miércoles. Queda por ver si el heredero de Olmert logra formar Gobierno y respetar lo que el primer ministro haya acordado con los palestinos.

Durante su reunión del sábado con el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, Olmert expresó su voluntad de lograr de forma inminente un acuerdo con los palestinos.

La diplomacia española ha percibido una actitud más positiva de Israel sobre el papel de la UE en el proceso de paz. No es aún aceptada como un mediador pero sí ha preparado el camino para colaborar en el desarrollo de un hipotético acuerdo.

La UE es la única parte que ha cumplido su parte en los acuerdos de Annapolis con un pago de 500 millones a la Autoridad Nacional Palestina, 20 de ellos aportados por España. 'No os preocupéis por el dinero, lograd un acuerdo político y nosotros os apoyaremos', declaró Moratinos tras entrevistarse con Abás en Ramala.

Moratinos considera que todo lo que se avance estos días sería positivo en caso de tener que esperar a un próximo Gobierno israelí: 'No estaríamos otra vez en la casilla de salida como sucedió en 2001'. El ministro concluyó ayer su visita a Israel y a los territorios palestinos. Hoy tiene previsto visitar a las tropas españolas destacadas en el sur de Líbano y mañana concluirá su gira por la zona en Siria.

'Es posible alcanzar un entendimiento sobre fronteras, seguridad y refugiados y entonces, por primera vez, quedaría clara la forma que tendría un Estado palestino y nosotros tendríamos fronteras reconocidas por la comunidad internacional', declaró ayer el optimista en el que se ha convertido Olmert.

Ni una palabra de Jerusalén, donde los palestinos quieren fijar en la parte este de la ciudad, de población árabe, la capital de su futuro Estado. Lo único en lo que están de acuerdo Olmert y Abás es en seguir negociando. 

 

 

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