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Palestina El símbolo de la resistencia palestina al que Israel prohíbe volver a casa desde 2002

Las autoridades israelíes no permiten a Ibrahim Abayat, exiliado en Zaragoza durante los últimos 15 años, regresar a su Belén natal, vulnerando el acuerdo internacional con el que el palestino recaló en España.

Ibrahim Abayat durante una entrevista. - CCOO ARAGÓN

FÁTIMA SUBEH

Hace 15 años exactos, el 2 de abril de 2002, un grupo de 200 palestinos (entre ellos mujeres, ancianos y niños de Cisjordania) que huían de los ataques del Ejercito de Israel se refugiaron en la iglesia de la natividad de Belén. Estuvieron asediados 39 días. Murieron ocho de ellos y más de 40 resultaron heridos.

"Convivíamos con algunos cadáveres de compañeros que habían sido asesinados por los francotiradores, de esa forma nos torturaban psicológicamente. La población civil fue tiroteada mientras intentaba ayudarnos, lanzando comida o medicinas dentro de la iglesia. Fueron 39 días muy duros que nos cambiaron la vida para siempre", recuerda Ibrahim Abayat, símbolo de la resistencia palestina en Belén, ex alto comando de las filas de Al Fatah y desde hace 15 años exiliado en Zaragoza.

"Convivíamos con algunos cadáveres de compañeros que habían sido asesinados por los francotiradores, de esa forma nos torturaban psicológicamente"

"Yo era un niño y para nosotros tirar piedras a los tanques israelís era prácticamente un juego hasta que fui detenido y pasé un tiempo en la cárcel. Entonces comprendí lo que significaba la ocupación, afiancé mis ideales y mis principios, y convertí mi vida en una lucha eterna contra la injusticia que vive mi pueblo", comenta Ibrahim

Cuando era apenas un adolescente se convirtió en uno de los cabecillas de Al Fatah, liderado por Yasir Arafat. Ibrahim ha perdido a 35 miembros de su familia, entre ellos su primo Hussein, que fue abatido por un misil disparado desde un helicóptero Apache de Israel; o su primo Atef, que fue víctima en 2001 de los ataques selectivos del ejercito israelí en los territorios palestinos ocupados.

La iglesia donde se refugió es uno de los templos religiosos más importantes para las comunidades cristianas del mundo. Según los historiadores, se construyó encima del famoso portal de Belén, donde se cree que nació Jesús de Nazaret. "El Vaticano, temeroso de la seguridad del templo, presionó a la Unión Europea, a las autoridades palestinas y al Estado judío para que se terminara con el asedio cuanto antes", rememora Ibrahim.

Tras 39 días sitiados, se firmó un acuerdo entre los tres y 26 palestinos fueron desterrados a la franja de Gaza y otros 13 a diferentes países europeos. Desde aquel momento, Abayat vive en situación de desplazado en circunstancias excepcionales en la capital aragonesa. Las autoridades judías no le permiten regresar a Belén, su tierra natal, aunque en el acuerdo que se estableció el excombatiente y el resto de sus compañeros podrían regresar a Palestina pasado un año desde lo ocurrido. Desde hace 15, Ibrahim se encuentra retenido lejos de su ciudad, su casa y su familia.

Según datos
de UNRWA, aproximadamente una tercera parte de la población refugiada del mundo es de origen palestino

Según datos de UNRWA, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina, aproximadamente una tercera parte de la población refugiada del mundo es de origen palestino. En la actualidad, hay más de cinco millones de refugiados palestinos registrados que siguen esperando el regreso a sus hogares. Israel no reconoce su estatus, ni permite su retorno y además mantiene militarmente ocupado el territorio.

Ibrahim vive con su mujer y sus cuatro hijos en Zaragoza y no se le permite trabajar. Reside en un piso que paga la UE y recibe una pensión mensual para cubrir sus gastos y los de su familia. Está completamente integrado en la comunidad aragonesa. Lidera la asociación Casa Palestina de Aragón, que mediante actividades culturales pretende acercar a los zaragozanos a las tradiciones y costumbres palestinas. Este centro cultural ha recaudado ayuda humanitaria para refugiados sirios y palestinos de Gaza y cada año ponen en marcha una campaña de donación de sangre para entregarla a los hospitales aragoneses. El activismo de Ibrahim es conocido por todos y mantiene amistad con diferentes asociaciones, artistas y periodistas. Entre ellos se encuentra Sandra Barrilaro.

El grupo de activistas del Zaytouna antes de partir rumbo a Gaza.

El grupo de activistas del Zaytouna antes de partir rumbo a Gaza.

Barrilaro es una fotoperiodista española que el pasado mes de septiembre decidió recorrer el Mediterráneo embarcada en un pequeño velero, el Zaytouna (oliva en árabe), para intentar llegar al puerto de Gaza. El viaje se financió con el dinero de contribuyentes anónimos y lo realizaron 13 mujeres de diferentes nacionalidades, entre ellas la premio Nobel de la Paz Mairead Maguire.

Partieron desde el puerto de Barcelona y navegaron hasta ser detenidas por el Ejercito Israelí a escasas millas de su destino. "Fue un acto de piratería, un secuestro y una detención ilegal. Cuando nos encontrábamos a 40 millas de Gaza, se cortó la señal y nos preparamos para el asalto. Sabíamos que iba a pasar. De hecho, ya habíamos recibido formación de como resistir de forma pacífica", comenta la fotoperiodista. Eran las cuatro de la tarde cuando tres zodiacs abordaron el Zaituna. 30 soldados se llevaron a las activistas detenidas al puerto de Tel Aviv.

"Nos detuvieron en aguas internacionales. Si cualquier otro Estado se hubiera atrevido a secuestrarnos de esa forma, hubiera pagado las consecuencias"

Las autoridades israelíes las presionaron para que firmaran un documento donde se auto culpaban de haber entrado ilegalmente en Israel. Tras negarse a firmar, fueron enviadas a prisión, donde continuarían los interrogatorios. "La cárcel era inmunda, indecente. Era mejor no tocar nada. Tuve una conversación con una soldado que me llamó mucho la atención. Ella me miraba con una especie de admiración en los ojos. Iba con una cámara colocada en su cabeza, grabando todo lo que hablamos. Se sentía mal por mí. Hubo un momento de complicidad y le dije que no se preocupara, que no iba a ponerla en ningún compromiso, que no hacía falta que dijera nada que pudiera perjudicarla", rememora Barrilaro.

Tres abogadas árabes acudieron en defensa de las activistas a las que recomendaron que firmaran una deportación voluntaria. El viaje y la detención llegaron a su fin y una a una fueron fueron regresando a casa. Israel vulneró el derecho internacional con el abordaje, según destaca José Antonio Perea Unceta, doctor en derecho internacional y relaciones internacionales y profesor de la universidad Complutense de Madrid. "Israel se ampara en que tiene decretado un bloqueo naval sobre Gaza en una zona de 100 millas marinas, pero eso es ilegal, porque ninguna norma internacional permite extender la jurisdicción en otra materia que no sea la pesquera entre las 12 y hasta las 200 millas marinas", afirma el experto.

A Ibrahim y a Sandra les une una amistad de largos años. Ambos comparten además ser víctimas de la impunidad de la que goza Israel. "Nos detuvieron en aguas internacionales. Si cualquier otro Estado se hubiera atrevido a secuestrarnos de esa forma, hubiera pagado las consecuencias. Pero es Israel, el país que ignora todos los acuerdos y que más resoluciones de la ONU ha roto. Ese país al que se le trata como a un niño caprichoso, con cuidado de que nunca se enfade", concluye la joven fotógrafa.

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