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Palin, un regalo envenenado para los republicanos

Candidatos como Marco Rubio en Florida ya no quieren salir en la foto con ella

ISABEL PIQUER

Su nombre no está en ninguna papeleta, no se presenta a ningún puesto y no tiene ningún cargo, pero Sarah Palin es el nombre que más ha sonado durante la campaña electoral de las legislativas estadounidenses del próximo 2 de noviembre. Subida en la ola del Tea Party, la ex gobernadora de Alaska y ex candidata a la vicepresidencia ha sido a la vez una tremenda baza y un gran quebradero de cabeza para los republicanos.

Su presencia y su increíble poder de convocatoria han animado a las bases conservadores, pero su falta de estrategia al elegir a sus cachorros políticos ha vuelto loca a la cúpula. Ha apostado por mujeres, pero no siempre, y a veces ha preferido a aspirantes marginales que a candidatos designados por el partido.

La ex gobernadora ha patrocinado a 43 candidatos para las legislativas

Durante las primarias republicanas, Palin respaldó a 43 candidatos, 25 de ellos ganaron y 11 perdieron. Puso en el mapa electoral a Joe Miller en Alaska, Christine O'Donnell en Delaware, ambos aspirantes a senadores, y Nikki Haley, que debería ser la próxima gobernadora de Carolina del Sur. Su apoyo garantizó a los agraciados publicidad y dinero, de 10.000 a 25.000 dólares en contribuciones inmediatas, calculó el diario The Wall Street Journal.

Un reciente artículo de la web Político aseguraba que Palin había creado cierto caos en el bando republicano al no coordinarse con los jerifaltes de Washington y cambiar de opinión sobre comparecencias en mítines en el último momento. Algunos candidatos se enteraron de su respaldo por su página de Facebook, su principal plataforma de comunicación, con casi dos millones y medio de seguidores.

Desde hace más de un año, Palin se dedica a una infatigable y lucrativa campaña de autopromoción. Estas próximas semanas sale en librerías su segundo libro, America by Heart, reflections on faith, family and flag (América de corazón, reflexiones sobre la fe, la familia y la bandera), un compendio de sus ideas políticas. New York Magazine estimaba recientemente que en un año habría ganado un total de 12 millones de dólares, nada despreciable comparado con los 125.000 dólares que hubiera cobrado como gobernadora.

'Marco no la necesita, es demasiado controvertida'

Palin no tiene reparos en mezclar política y negocios. En el mitin que celebró el pasado sábado en un hotel de Orlando hubo un cierto silencio entre el millar de asistentes que habían venido a verla, por curiosidad o afinidad, cuando empezó su discurso hablando de su próximo programa de televisión Sarah Palin's Alaska. El malestar se disipó rápidamente y la ex gobernadora encandiló a los simpatizantes con las muecas, expresiones y bromas que encienden el fervor de sus partidarios, alimentan el odio de sus detractores y facilitan la vida a los humoristas.

Palin habla mucho de Ronald Reagan, un presidente 'con sentido común' e 'ideas verdaderas'. Asegura varias veces que en estas elecciones Estados Unidos se juega su futuro 'a vida o muerte' y critica a Barack Obama: gastarse 'siete millones, no, billones, bueno billones, trillones, es realmente mucho dinero', trastabilla con una gran sonrisa antes de completar con un 'Florida ¿estáis listos a defender vuestras libertades, y retomarlas de un Congreso que no os escucha?'. Los fans, entusiasmados, responden en coro un gran 'siiiiiiii'.

El mitin de Orlando, patrocinado por el partido republicano, con la presencia de su presidente, Michael Steele, tenía como objetivo promover las campañas de los candidatos locales, entre ellos el aspirante a senador y nueva estrella conservadora, Marco Rubio. Pero ni Rubio ni otros de los contendientes que intervinieron al inicio del evento se quedaron para escuchar a la ex gobernadora.

Unas horas antes, el propio Rubio, preguntado por la prensa sobre su aparición conjunta, no había ocultado su malestar. 'Habrá muchos candidatos' y Palin 'es una voz importante', se limitó a decir. Entre bastidores, la gente de su campaña era bastante más directa. 'No es bueno que esté aquí', dijo a este periódico uno de los responsables que pidió hablar off the record. 'Marco no la necesita, es demasiado controvertida. Cuando empezábamos pedí su ayuda. La llamé personalmente pero no vino', explicó la fuente.

Algo parecido ocurrió en California. Unos días antes, Palin, también con Steele, protagonizó un encuentro similar en Anaheim. Ni Carly Fiorina, la ex jefa de Hewlett Packard que aspira a ser senadora, ni Meg Whitman, la ex presidenta de eBay, que espera ser gobernadora, participaron en el mitin.

Se habla mucho de Palin para las presidenciales del 2012. No todos los republicanos piensan que es buena idea. Jessie Dayer estudia Derecho en la Universidad de Florida. Estaba en el mitin de Orlando con una chapa muy visible de Quiero a Sarah. Dayer la quiere hasta cierto punto, porque no la ve en la Casa Blanca y no sabe muy bien cómo decirlo. 'Es muy buena animando a los seguidores. Es joven, nos da mucha energía, pero no creo que fuera una buena candidata..., no tiene experiencia'.

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